La vuelta de la residencia canina

La vuelta de la residencia canina
Francisco María García

Escrito y verificado por el abogado Francisco María García.

Última actualización: 09 diciembre, 2017

Algunos perros suelen actuar de forma distinta tras volver de las vacaciones. Están anímicamente tristes, desanimados, y con pocas energías. También pueden mostrarse a la defensiva. Es muy importante saber detectar estos cambios a la vuelta de la residencia canina.

Las vacaciones traen consigo cambios, en las rutinas y en los hábitos. Descansos y paseos más largos, visitas a lugares diferentes, trato con nuevas personas… Volver a casa después de las vacaciones, no solo afecta a las personas. Los perros también pueden notar la diferencia.

Muchas personas suelen sufrir drásticamente al volver de las vacaciones. Este hecho puede manifestarse con síntomas de depresión o ansiedad. Esto también puede sucederles a los perros a la vuelta de la residencia canina.

La “ansiedad por separación” es un síntoma bastante común en perros, al volver de sus vacaciones. Además, pueden observarse síntomas de agresividad, irritabilidad y melancolía en el animal. Es necesario tener mucha delicadeza y paciencia a la hora de tratar estas cuestiones.

Cambios de comportamiento en un perro a la vuelta de la residencia canina

Las vacaciones son un periodo de pleno goce y disfrute, para cualquiera. Parece que la rutina no existiese, y que se puede hacer lo que se desee, sin consecuencia alguna. Volver a la rutina habitual, tras las vacaciones, puede ser tarea difícil. Estos son los más frecuentes cambios de comportamiento en un perro, tras volver de sus vacaciones:

Perro en el suelo
  • Alteración en hábitos higiénicos: el perro no recordará en qué momento debe hacer sus necesidades, ni dónde. Es probable que ensucie la casa o el apartamento. Por ello hay que enseñarle nuevamente los hábitos higiénicos olvidados durante las vacaciones.
  • Reclamos constantes de atención: durante las vacaciones, algunos perros son extremadamente mimados. Al volver a casa, es normal que reclamen atención, incluso más que antes.
  • Exceso de energía: las vacaciones implican muchas actividades. Excursiones, paseos, juegos y más. Cuando vuelven al hogar, es normal que el organismo del perro desee seguir llevando el mismo ritmo energético.
  • Tristeza y desmotivación: las vacaciones implican energía, dinamismo y diversión. En na casa cerrada y solitaria, es normal que el perro se sienta algo triste y desanimado, a la vuelta de la residencia canina.
  • Dificultad para permanecer solo en casa: lo que antes era sencillo, ahora es casi imposible. El perro no soporta quedarse solo en casa, así sea por un par de horas. Ladridos, lloriqueos, gemidos, y todo tipo de berrinches, serán comunes en este tipo de situaciones.
  • Agresividad: el animal podrá comportarse de manera agresiva. Morderá y romperá cosas. La ansiedad generada, debido al periodo de alejamiento del amo, podrá dar origen a comportamientos irreconocibles en el animal.

Más consecuencias de la vuelta de la residencia canina

Además de estos cambios de comportamiento, el perro podrá mostrar también bajones anímicos. No dormir por las noches, comer menos de lo habitual, y no querer ir de paseo. Si estas actitudes se mantienen por más de dos semanas, será necesario llevar al animal a un veterinario.

Lo que parecen tan solo unas simples vacaciones, pueden traer consigo varias consecuencias. Los animales son como los niños, necesitan de tiempo y paciencia para adaptarse a nuevos hábitos y costumbres.

Habrá que tener mucha paciencia y delicadeza para adaptar de nuevo al perro a sus hábitos de casa.

Algunos consejos muy útiles

  • Es importante que a la vuelta de la residencia canina, el perro no esté solo. La mayor parte del tiempo, el animal deberá estar en compañía de alguien.
  • El animal deberá tener sus horas de juego y entretenimiento.
  • Hacer ejercicio ayudará a liberar endorfinas: “la hormona de la felicidad”.
  • La paciencia será factor imprescindible para volver a adaptar al animal a sus costumbres.
  • Si los cambios al volver de la residencia canina, son demasiado exagerados, será necesario una visita al veterinario. Esto ayudará a descartar cualquier tipo de problema de salud.

Paciencia y readaptación gradual y progresiva

Volver de las vacaciones, genera ansiedad y desánimo para muchas personas y animales. Es necesario ir incorporando poco a poco las viejas costumbres de la vida cotidiana. Al cabo de algunos días, todo volverá a la normalidad, como si nada hubiese sucedido.

Pero la vuelta de la residencia canina, también puede traer factores positivos. Podrá enseñarse al animal nuevos hábitos de costumbre, incluso mejores que los anteriores. Será como empezar todo de nuevo. Es una oportunidad única para dar origen a nuevos y saludables hábitos de comportamiento.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.