La mosca es un vector de enfermedades. Es decir, que su cuerpo es capaz de transportar bacterias, gérmenes y hongos hacia otras superficies, cuerpos humanos, animales o alimentos. Especialmente a través de sus patas, cuando al volar hace paradas sirviendo de vehículo de patógenos, con lo cual transmite enfermedades.
A las moscas les atrae en demasía la materia orgánica en descomposición, pues es el medio donde depositan sus huevos para reproducirse. Mediante estudios de su microbioma, se calculó que estos insectos carroñeros llevan en promedio unas 800 bacterias. La mayoría son inofensivas para las personas, pero unas 100 de ellas provocan patologías de diferente intensidad y gravedad.
A continuación, conoceremos un poco más de la mosca como vector de enfermedades y analizaremos estas patologías para identificarlas. Asimismo, veremos algunos tips para controlar su presencia en hogares y otros espacios habitados por personas.
Qué enfermedades puede propagar la mosca
La mosca común suele posarse sobre toda superficie que esté sucia o tenga microorganismos hacia los cuales se sienta atraída. Especialmente la carroña, medio ideal para dejar sus huevos y que nazcan los gusanos. También se siente muy atraída por las heces y la basura.
Una vez impregnada la piel de este insecto, se puede posar en la piel humana, alimentos, utensilios de uso personal o mobiliario, donde transfiere esos microorganismos. Es entonces cuando la persona entra en contacto con ellos o los ingiere; al hacerlo, corre el riesgo de adquirir una o varias de las enfermedades de las que este insecto es vector:
- Diarrea infantil. En países de economía deprimida, el mayor estrago de la insalubridad y las moscas lo viven los niños más pequeños. Estos sufren de una diarrea pertinaz, muy acuosa, que compromete la vida de niños al provocar rápida deshidratación. Esta diarrea además es altamente contagiosa.
- Cólera. Provoca diarrea acuosa y vómitos, lo que a su vez degenera en deshidratación y fatiga.
- Fiebre tifoidea. Produce dolor de cabeza y abdominal, fiebre alta, inapetencia, estreñimiento o diarrea y fatiga.
- Disentería. Los síntomas más notorios son diarrea con moco y sangre, vómitos, dolor abdominal, fiebre muy alta, cefalea y mialgia.
- Salmonella (gastroenteritis). Los afectados acusan dolor de abdomen, diarrea con sangre, vómitos, cefalea, fiebre y dolores musculares.
- Miasis. Es una infección de la piel, ojos, oído u otros tractos. Puede degenerar en úlceras, producción de pus, proliferación de larvas y formación de forúnculos.
- Problemas gastrointestinales. Con síntomas comunes como diarrea, vomito, cólicos, náuseas y, en casos de infección bacteriana, fiebre.
- Infecciones fúngicas. Aparecen en personas inmunodeprimidas. Ocasiona afecciones como candidiasis, mucormicosis o criptococosis.
Quienes en mayor peligro se encuentran son las personas más vulnerables, como niños, embarazadas, enfermos, pacientes con inmunidad comprometida y ancianos.
Al identificar estos síntomas, debe acudirse al médico sin demora; la mosca como vector de enfermedades puede causar muchos riesgos para la salud. Estas no son las únicas patologías que es capaz de transmitir la mosca como vector de enfermedades, pero sí las más comunes; la prevención siempre es clave.
Cómo controlar las moscas en el hogar
Las siguientes recomendaciones detienen la proliferación de estos insectos o los erradican para evitar las enfermedades de las que son vehículo:
- Limpieza de los espacios. A las moscas les atraen los lugares sucios y malolientes, y evitan los espacios bien higienizados.
- Mantener tapada la basura que está dentro del hogar. Además, hay que deshacerse de ella con frecuencia diaria, sobre todo si contiene desechos orgánicos.
- Uso de mosquiteras en puertas y ventanas para impedir la entrada de los insectos.
- Control de la basura alrededor de los hogares y espacios habitados. Cuando el servicio de recolección público es deficiente, deben hacerse las reclamaciones pertinentes, al considerarse un problema de salud pública.
- Mantener los alimentos tapados, no exponerlos durante mucho tiempo al ambiente, así como refrigerarlos el mayor tiempo posible. Hay que recordar que la mosca emplea su saliva para disolver las comidas sólidas y alimentarse de ellas.
- Equipos ultravioleta o fumigación. Estas opciones funcionan, pero tienen un coste económico mayor y podrían ocasionar problemas en la salud de las personas.
Otros trucos y consejos caseros
Abundan muchos trucos caseros en Internet para controlar a las moscas, pero no todos gozan de efectividad. Como ejemplos, están la suspensión de bolsas de agua, colocar plantas aromáticas que disgustan a estos insectos, rociar vinagre, poner ajo, elaborar trampas dulces… Se recomienda probarlos y escoger el que mejor funcione.
Las medidas de higiene recomendadas son suficientes para mantener a las moscas alejadas de hogares, oficinas y de otros espacios donde se desarrollen actividades humanas.
La mosca como vector de enfermedades puede ciertamente constituirse en un problema de salud pública, pero no se pueden eliminar por completo. Forman parte de la cadena ecológica y cumplen un papel en la naturaleza. Así que lo mejor es prevenirse y evitar en la medida de lo posible el contacto con estos insectos.
Bibliografía
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- Quiceno, J., Bastidas, X., Rojas, D., & Bayona, M. (2010). La mosca doméstica como portador de patógenos microbianos, en cinco cafeterías del norte de Bogotá. Revista UDCA Actualidad & Divulgación Científica, 13(2), 23-29.
- The Center for Food Security & Public Health. (2006). Información sobre vectores: moscas comunes en los Estados Unidos. Recuperado el 5 de julio de 2022, disponible en: https://www.cfsph.iastate.edu/Infection_Control/Routes/Spanish/S_common_flies_US.pdf