Las cabras son mamíferos destinados principalmente a la producción de leche y sus derivados. La alimentación para las cabras es el paso más importante para obtener productos de calidad, adaptados al consumo humano.
La cría de cabras data desde hace siglos atrás y se aplica en varias partes del mundo. Hoy día son muchos los productos lácteos que derivan de ellas como, por ejemplo, el queso, yogurts, leches más ligeras y sanas, entre otros.
Ante la tendencia de la sociedad por crear productos más sanos y orgánicos, la leche de cabra ha alcanzado una gran popularidad. La diferencia entre la leche de vaca y la de cabra es que la segunda es más fácil de digerir; además, es tolerada por las personas alérgicas a la leche de vaca.
La cría de cabras
Las cabras son animales pertenecientes a la familia de los caprinos, considerados rumiantes porque poseen cuatro estómagos. O sea, su alimento transita por diversos procesos de fermentación antes de convertirse en desecho. En su hábitat natural, acostumbran a pastar y comer semillas de cereales como el maíz, aunque su dieta también incluye frutos de árboles o arbustos.
Estos animales suelen habitar en zonas montañosas, donde parte de su rutina consiste en largos paseos para pastar. Además, son independientes y solitarias; una de sus principales cualidades es que poseen buena memoria a la hora de seguir el camino de regreso.
Las cabras son mamíferos de contextura fibrosa, de ahí que su carne no sea tan demandada como la de otros caprinos. Sin embargo, son uno de los mayores productores de leche en su especie: tienen la capacidad de producir tres veces su peso en leche.
Alimentación para las cabras
La mejor alimentación para las cabras es aquella que equilibra los nutrientes necesarios para su desarrollo integral. Esto implica la cobertura de sus necesidades principales como el funcionamiento corporal, digestivo y respiratorio; de igual forma, obtienen soluciones a las necesidades para alcanzar los niveles de producción deseados.
La forma de alimentación para las cabras varía de acuerdo a su crianza, es decir, si son animales para carne o lecheras. En ambos casos, la base del alimento es la misma: pasto, heno y frutas. Sin embargo, las cabras lecheras necesitan además una dosis de cereales.
Los alimentos comerciales refuerzan esa dosis de cereales que necesitan las cabras lecheras. En su mayoría contienen granos y oligoelementos que estimulan la producción de leche. El trigo, la harina de soja y la avena son también alimentos complementarios para beneficiar el crecimiento del animal.
Dietas adecuadas
Las cabras deben consumir mínimo un 80 % de materia seca en su dieta diaria. Esto significa que la mayor parte de su comida debe contener heno, mientras que en menor cantidad cereales y suplementos alimenticios. Para un ejemplar que pesa 45 kilogramos, su consumo diario debe ser de al menos 1.6 kilogramos de materia seca. En resumen, consumen cerca de un 3% de su peso corporal en heno.
La dosis de los cereales debe estar alrededor del 0.08 % del peso vivo del animal. Con el mismo caso de una cabra que pesa 45 kilogramos, el consumo debe estar en 36 gramos diarios. Dicha dosis puede aumentar a un 0.2 % en las vacas lactantes, pues la leche aumenta su contenido graso con estos nutrientes. Sin embargo, esto debe ser regulado para que no sobrepase el 5.5 % de grasa en la leche.
Formas correctas de alimentación
Aunque las cabras están acostumbradas a pastar, cuando se trata de crías es importante vigilar la comida que ingieren. Existen casos de intoxicación, debido a que consumen alimentos dañinos para su organismo; es el caso de arbustos venenosos, hojas de tomate y plantas ornamentales.
La introducción de alimentos complementarios a la dieta de una cabra debe ser paulatina y medida. Hay que recordar que un exceso de cereales puede traer problemas digestivos y de crecimiento; por tanto, hay que controlar la cantidad que ingieren diariamente.
El agua y el heno deben ser la base de la alimentación de las cabras, sobre todo en el caso de las embarazadas, que además reciben de dos a cinco tazas de grano diarios. Los cabritos pueden comer de una a dos tazas de granos diarias, hasta los 14 meses.
Recomendaciones para la cría de cabras
La cría de cabras es una de las actividades más comunes dentro de la ganadería, ya que no requieren de mayores exigencias que las de espacio, cuidados y alimentación. Siempre es importante vigilar su comportamiento, pues en su afán por conseguir comida pueden devastar la vegetación.
- Espacio controlado. Es fundamental que su espacio esté bien delimitado y reforzado. Las cabras son capaces de saltar grandes alturas, así como también trepar y escalar.
- Un ambiente cálido. El lecho de las cabras debe estar ventilado y tener paja suficiente para proveer calor y comodidad; el grado de humedad también debe ser el adecuado.
- Cuidado con la comida. Se debe separar el alimento del suelo, para evitar la invasión de insectos. Además, es crucial contar con varios recipientes de agua en distintos puntos del establecimiento.
- Atención especializada. Al igual que otros animales de cría, la cabra requiere chequeos, vacunas y desparasitación.
Bibliografía
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