Las estereotipias en ganado son, por desgracia, una conducta bastante común. Aunque muchas veces se habla de zoológicos a la hora de referirnos a estos comportamientos, lo cierto es que los ungulados domésticos son los más afectados.
Desgraciadamente, sabemos de ello debido a que este tipo de conductas pueden tener un impacto económico, más que por razones de bienestar animal. Las estereotipias en ganado, al igual que en otros grupos de animales, son conductas repetitivas y carentes de función que se consideran un indicativo de que el bienestar del animal está comprometido.
¿De dónde vienen las estereotipias en ganado?
Existen bastantes evidencias de que las estereotipias en ganado derivan de las conductas de forrajeo naturales de la especie. Esto se debe a que los movimientos son similares, se suelen reducir con la saciedad y aumentan antes de que llegue el alimento.
Además, muchas de estas estereotipias en ganado involucran incluso a la ingestión, y se ha visto que el uso de dietas más naturales frente a los concentrados y la baja presencia de fibra puede reducir estas conductas anormales.
Existen principalmente tres hipótesis: la primera es que estas conductas vienen de intentos de buscar alimento ante dietas deficientes. Otra es que son una respuesta ante la salud intestinal, que es impactada por estas dietas. La producción de saliva ayudaría a nivelar el pH de estos animales.
Sin embargo, la explicación más extendida y con más consenso es que las dietas usadas en cautividad se consumen rápido y dejan insatisfechas las motivaciones por realizar las conductas naturales de alimentación, además de que el alimento está, normalmente, restringido.
Dietas naturales contra dietas procesadas
Lo cierto es que en la trashumancia y en las explotaciones extensivas esto no ocurre, pero en la ganadería intensiva los animales apenas invierten su tiempo en realizar conductas de forrajeo, y esto podría afectar a su bienestar.
Mientras, se ha visto cómo el uso de dietas más naturales reduce las estereotipias en ganado y ungulados salvajes en cautividad, con alimentos más fibrosos y mayor disposición de estos.
Lo que se cree es que estos animales no tienen una gran flexibilidad en sus conductas de forrajeo y que, aunque posean recursos con mucha energía, es difícil que reduzcan el tiempo que invierten en forrajeo, a diferencia de otros animales mucho más adaptables, como los primates.
El forrajeo ayuda, además, a prevenir un buen funcionamiento intestinal y un mantenimiento de las piezas dentales, por lo que estos factores también pueden afectar a la aparición de estereotipias. Lo que está claro es que, independientemente de la razón de fondo, se ha visto que a mayores diferencias de las dietas que damos al ganado con sus dietas naturales, mayores conductas anormales aparecen.
Es por ello que el objetivo de los ganaderos que tengan estereotipias en ganado debería ser intentar que la alimentación de sus animales sea más natural, tenga más fibra alimentaria y requiera más tiempo de búsqueda.
En caso de estabulación, es recomendable el uso de dispositivos de enriquecimiento ambiental para aumentar los tiempos que los animales dedican a la búsqueda del alimento. Esto nos ayudará a tener unos animales mejor cuidados y una explotación más rentable.
Bibliografía
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- MASON, G. (2006). Stereotypic oral behaviour in captive ungulates: foraging, diet and gastrointestinal function. Stereotypic animal behaviour: Fundamentals and applications to welfare, 19.