Es importante conocer cuáles son los síntomas y las causas de la enfermedad del terciopelo en los peces. Esta información es especialmente útil para todos aquellos que tienen a estos animales por mascota y todavía no conocen muy bien cómo deben ser sus cuidados.
A continuación, veremos algunos de los aspectos más relevantes de esta enfermedad que afecta tanto a peces de agua dulce como salada.
¿Qué es la enfermedad del terciopelo en los peces?
El terciopelo en los peces es una enfermedad que se origina por unos parásitos unicelulares que, en el caso del agua dulce, son conocidos como Oodinium pillularis, y en el caso del agua salada, como Oodinium ocellatum.
Una de las principales características de esta enfermedad es que la piel de los peces se llena de pequeños puntos o motas afelpadas; estas manchas pueden ser de diferentes colores: amarillento, blanquecino o gris, entre otros. Esta capa, a simple vista, se parece al terciopelo, de ahí el nombre de la enfermedad.
Síntomas de la enfermedad del terciopelo en los peces
Comportamiento
Uno de los primeros síntomas de la enfermedad de los peces es el comportamiento. De hecho, antes de que sean visibles las motas aterciopeladas de la piel, el comportamiento puede ser el primer delator.
En la fase inicial de la enfermedad, los peces frotan su cuerpo contra rocas y plantas. Además, pueden presentar apatía y movilidad reducida. De allí que los cuidadores deban estar atentos al comportamiento de sus mascotas para percibir algún cambio evidente.
Motas en la piel
A medida que la enfermedad avanza se harán visibles las motas o puntos en la piel. Estos, tal y como hemos visto, pueden ser de diferentes colores: amarillo, blanco, gris o inclusive puntos muy pequeños casi invisibles. La enfermedad suele aparecer en el área de las aletas, y poco a poco se va extendiendo hacia el resto del cuerpo.
En muchas ocasiones las áreas afectadas presentan un aspecto más opaco. Además, si se observa al pez de costado, será posible visualizar la capa de terciopelo formándose en su cuerpo.
Cuando la enfermedad se encuentra mucho más avanzada, la piel del animal puede llegar a desprenderse en forma de tiras. De igual forma, el pez tendrá muchos problemas para respirar con normalidad, por lo que boquearán más seguido de lo usual.
Tratamiento
Es importante destacar que esta enfermedad es sumamente contagiosa, por lo que, al detectar algún síntoma de la misma, el pez afectado deberá ser aislado. Adicionalmente, se deberá llevar al animal al veterinario para que este evalúe la forma más efectiva de eliminar el parásito de la piel.
Para atacar este tipo de parásitos, el veterinario podrá indicar una serie de medicamentos como tratamiento. Los medicamentos usualmente recomendados son: metronidazol, sulfato de cobre, azul de metileno, sal u otros tratamientos similares de índole comercial.
Prevención
En lo que se refiere a la prevención, la higiene es fundamental. De hecho, en muchas ocasiones los cambios bruscos en la temperatura o PH del agua son los responsables de la aparición de estos parásitos.
Para prevenir, se deben realizar cambios y limpiezas constantes del agua y agregarle los químicos necesarios y en su justa medida para mantener el acuario en óptimas condiciones.
Otro aspecto de vital importancia para prevenir esta y otras enfermedades es colocar nuevos peces y plantas en cuarentena antes de pasarlos al acuario definitivo. Eso sí, se debe observar siempre el comportamiento de los peces, incluida la interacción entre ellos.
La dieta de los peces también es otro factor clave para la prevención de enfermedades. En este sentido, lo más recomendable es ofrecerles una dieta sana y variada, siempre de acuerdo a las indicaciones del veterinario y de acuerdo al tipo de pez.
El terciopelo en los peces es una enfermedad grave, por lo que se deberá estar muy atento al comportamiento y cambios físicos de los peces en el acuario. Es importante atacar esta enfermedad a tiempo, puesto que de lo contrario el pez sufrirá mucho y podría llegar a morir.
La prevención es otro de los aspectos más importantes. Una acción fundamental es evaluar bien el PH del agua y la higiene del acuario. Así como también recurrir a la cuarentena de peces y plantas nuevas para evitar la proliferación de esta enfermedad.