Cada una de las aves que habita esta tierra tiene algún rasgo destacado. En el caso del tucán, su gran y colorido pico es su carta de presentación. ¡Conoce todo sobre él en el siguiente artículo!
Características y hábitat del tucán
La familia de los ranfástidos –más conocidos como tucanes– está formada por 42 especies diferentes, todas ellas con picos muy desarrollados y de colores llamativos. El tucán del Amazonas es el más grande y los Arasari los más pequeños.
Viven en selvas húmedas y tropicales mayormente de Latinoamérica (entre México y Argentina), aunque también hay algunos que habitan en bosques templados y cordilleras hasta los 3 000 metros de altura.
El tucán es un ave que también posee plumas coloridas y que puede medir unos 65 centímetros. Dentro de su gran pico de hasta 20 centímetros de largo cuenta con dientes en forma de ‘sierras’ y una lengua bastante alargada terminada en punta. Con esta ‘herramienta’ consigue comida, pela frutas y disuade a los enemigos.
Sin embargo, no puede pelearse ni defenderse con él, ya que es esponjoso y ligero. Algunas teorías indican que el gran tamaño del pico es necesario para que pueda termorregular la temperatura según sus necesidades.
Además, presenta alas pequeñas y redondeadas, cola cuadrada, ojos pequeños y patas cortas y muy fuertes que le permiten sujetarse a las ramas sin problemas. Esta familia no presenta dimorfismo sexual, aunque la hembra puede tener un pico más pequeño y recto que el macho.
Alimentación, reproducción y comportamiento del tucán
Los tucanes son frugívoros, aunque en ocasiones pueden alimentarse de semillas, bayas y hasta insectos o lagartijas, principalmente durante la época de reproducción. Para abastecerse de alimento emplean, obviamente, su gran y ganchudo pico.
Al tener un estómago pequeño, deben consumir comida rica en agua o que se digiera rápido; es por este motivo que defecan a la media hora de comer.
En cuánto a su reproducción, el tucán realiza un cortejo en el cual un macho y una hembra se intercambian ramitas, palitos o comida al lanzarlas con el pico. Con la pareja realizan el nido y se reproducen a fines de enero; la hembra pone hasta cuatro huevos blancos y los incuba por 20 días.
Cuando salen del cascarón, los polluelos no tienen plumas y mantienen los ojos cerrados tres semanas. El desarrollo de las crías es bastante lento y a los dos meses pueden buscar su propio alimento. Los ejemplares jóvenes tienen el pico más corto que los adultos y maduran sexualmente a los cuatro años.
Pasan la mayor parte de su vida entre los árboles, son sedentarios y viven en parejas de por vida. Al no migrar, forman bandadas pequeñas de unos seis individuos y se cuidan entre sí mientras duermen en las cavidades de los troncos. Para comunicarse entre ellos emiten un graznido o un gorjeo que se escucha a más de un kilómetro de distancia.
Sus principales depredadores son el jaguar, las serpientes, el coatí y las águilas. Además, son cazados por indígenas para confeccionar ornamentos con las plumas, y por el hombre blanco para el tráfico ilegal.
A eso debemos sumarle la deforestación de la selva, el crecimiento de las áreas urbanas y la contaminación ambiental, lo cual conlleva que el tucán esté en peligro de extinción.