El sistema digestivo en los perros

El sistema digestivo en los perros... ¿está preparado para cualquier alimento?

Pienso a rebosar para un perro

Actualmente, los perros que viven en hogares son alimentados con piensos destinados a su especie, pero en muchos casos esta dieta se ve complementada con otro tipo de alimentos, muchos de ellos dirigidos al ser humano. ¿Está el sistema digestivo en los perros preparado para esta alimentación?

Parece que los perros pueden comer de todo, aunque al final acaban apareciendo problemas hepáticos o renales que, difícilmente, relacionaremos con una alimentación inadecuada.

¿Cómo es el sistema digestivo en los perros?

El sistema digestivo en los perros está principalmente ideado para el consumo de carne. Este está formado por el tubo digestivo, que comienza con la boca y, posteriormente, se divide en esófago, estómago, intestino delgado e intestino grueso. Además, encontramos las glándulas anejas, como el hígado, el páncreas y la vesícula biliar.

Macroscópicamente, no se aprecian muchas diferencias, pero sí algunas muy descriptivas, como son los dientes y la longitud del tubo digestivo, concretamente el tamaño del intestino delgado.

Todos los perros, en la edad adulta, tienen el mismo número y tipo de dientes, en total 42 piezas dentales. Estas son:

  • 12 incisivos.
  • 4 colmillos.
  • 16 premolares.
  • 10 molares.

Dientes de los perros

A pesar de poseer el mismo número de dientes, la mordida varía. Así, algunos perros cierran la boca colocando los dientes en forma de pinza, por lo que los incisivos rozan entre sí. Otros, al cerrar la boca, tienen una mordida tipo pinza, de forma que el borde interno de los incisivos superiores rozan el borde externo de los incisivos inferiores.

En ocasiones, la mandíbula inferior sobrepasa la superior, lo que se conoce como prognatismo, muy típica de razas como bóxer o bulldog. Además, podemos encontrar el caso contrario, la mandíbula superior que queda muy por delante de la inferior, lo que se denomina enognatismo. Esta característica siempre se considera un defecto en el perro.

Continuando con el tubo digestivo, tras el esófago encontramos el estómago. Las paredes internas de este órgano presentan rugosidades muy marcadas que ayudan a triturar el bolo alimenticio que llega desde la boca. Este no está muy digerido porque los perros apenas mastican el alimento.

Más adelante, en el intestino, se liberan una gran cantidad de enzimas que colaboran con la digestión química del alimento. Algunos estudios actuales han descubierto que muchas razas de perros comienzan a mostrar una mayor concentración de enzimas destinadas a la digestión de hidrocarburos o glúcidos, además de las encargadas de digerir las proteínas.

Sistema digestivo en los perros

Por otro lado, el intestino de los perros es muy corto, característica típica de los carnívoros, aunque ciertas razas de canes lo presentan más elongado. Asimismo, la flora intestinal que encontramos en los intestinos de los perros es típica de los animales carnívoros.

¿El perro es un animal carnívoro u omnívoro?

Si observamos la composición de cualquier pienso destinado a perros en un supermercado, podemos comprobar que estos llevan una gran variedad de ingredientes, desde carnes de varios tipos hasta cereales o legumbres. Esto, unido a que prácticamente todo lo que le demos a un perro se lo comerá, nos puede hacer pensar que el perro es un animal omnívoro, pero no. Los perros son animales carnívoros facultativos.

La naturaleza alimenticia del perro, es decir, que sean carnívoros facultativos, tiene varias razones:

  • La longitud de su intestino es muy corta, de 1,8 a 4,8 metros, para lo que siempre hay que tener en cuenta la raza, ya que esta longitud, la permeabilidad que posea a los nutrientes y el tipo de microbiota variará. Por el contrario, un animal omnívoro, como el ser humano, posee un intestino de entre 5 y 7 metros.
  • La dentición de un perro está formada por dientes muy afilados. Sus colmillos están preparados para desgarrar el alimento, y sus muelas, cortantes, rompen el alimento en pocas mordidas para que baje más fácilmente.
  • Los animales carnívoros poseen una flora intestinal distinta a animales herbívoros u omnívoros. Esta flora intestinal sirve, entre otras muchas cosas, para ayudar a fermentar ciertos nutrientes, como los carbohidratos. Las rutas fermentativas de carbohidratos en perros es muy pobre.
  • El cerebro de los animales funciona principalmente gracias a la glucosa que deriva de la digestión de los carbohidratos. Los perros poseen rutas metabólicas alternativas a través de las cuales producen glucosa a partir de proteínas.

Entonces, si el perro no es omnívoro, ¿por qué puede asimilar algunos nutrientes de origen vegetal?

Epigenética, ¿cómo influye en el sistema digestivo de los perros?

Hasta ahora queda claro que el perro es un animal típicamente carnívoro, pero ¿por qué pueden asimilar otros nutrientes que no son de origen animal?

Para explicarlo, debemos comprender qué es la epigenética. Este concepto hace referencia a la fuerza que ejerce el entorno sobre la información genética de los seres vivos. Un ejemplo sencillo para comprenderlo es cómo las tortugas nacen machos o hembras según la temperatura a la que se hayan desarrollado.

Con los perros ha ocurrido algo similar, pero muy extendido en el tiempo, más de 10 000 años. Durante el proceso de domesticación del perro, sobre todo en sus comienzos, estos se han ido alimentando de ‘desperdicios humanos’.

Este hecho ha ejercido presiones que pudieron provocar cambios sobre la síntesis de enzimas encargadas de la digestión de los nutrientes, lo que ha adaptado a los perros a sobrevivir tomando una dieta más variada. Esto ha hecho que, hoy en día, los perros puedan asimilar muchos nutrientes de origen vegetal, de ahí que se consideren carnívoros facultativos.

Bibliografía

Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.

  • Landecker, H. (2011). Food as exposure: Nutritional epigenetics and the new metabolism. BioSocieties, 6(2), 167-194.
  • Marge Chandler. (2018). GUÍA EN FISIOPATOLOGÍA GASTROINTESTINAL DEL PERRO Y EL GATO. Parte 1. Funcionamiento y estructura del sistema gastrointestinal. Affinity Vets.
  • Mercer, L. P. (2013). Nutritional Epigenetics. Journal of Nutritional Health & Food Science.
  • Weber, M. P., Biourge, V. C., & Nguyen, P. G. (2017). Digestive sensitivity varies according to size of dogs: a review. Journal of animal physiology and animal nutrition, 101(1), 1-9.
Scroll al inicio