El pato como mascota puede ser muy cariñosa, sobre todo cuando recibe los cuidados adecuados. Estas aves requieren que se vigile su alimentación, higiene y hábitat para conservar su salud y bienestar.
El pato como mascota: tenencia responsable en primer lugar
¿Te surgieron las ganas de tener una mascota diferente? Pues hay que tener en cuenta que todo animal es un ser vivo dotado de inteligencia y sensibilidad. Una mascota, independiente de su edad o especie, necesita y merece ser tratada con cuidado y respeto.
Al adoptar un animal, se vuelve responsabilidad de su propietario garantizar las condiciones óptimas para su desarrollo. Para ello es fundamental estar pendiente de su medicina preventiva, alimentación, higiene y acondicionamiento de su ambiente.
Consejos para la crianza saludable de un pato como mascota
A continuación, te resumimos consejos prácticos para la crianza saludable y responsable del pato como mascota.
El pato como mascota: Características, necesidades y cuidados básicos
El término ‘pato’ es utilizado para denominar genéricamente a más de 150 especies pertenecientes a la familia Anatidae. Entre las más conocidas sobresalen cisnes, ocas, serretas y gansos.
Se caracterizan por tener el cuerpo redondeado, con pico plano y ancho, patas cortas y palmeadas. Su expectativa de vida oscila entre los 10 y los 15 años, dependiendo de la especie, de los cuidados recibidos y de las condiciones de su ambiente.
Como buenos nadadores su desempeño es muy notable en el agua, donde adquieren una postura elegante y serena. Ya en tierra suelen parecer más torpes por su caminar ‘chueco’ e irregular.
Comportamiento y sociabilidad
Los patos prefieren vivir en grupos o parejas, pues son animales muy sociables. Por su sentido de comunidad, los bandadas de patos experimentan un estado de duelo frente a la pérdida de un integrante.
Suelen dedicar buena parte del día a buscar y almacenar alimentos. Cuando llega la noche se reúnen para dormir armoniosamente con todo su grupo.
Por ello, al adoptar un pato como mascota, es fundamental proporcionarle momentos de convivencia y socialización. Si está en tus posibilidades, trata de mantener a dos ejemplares contigo. Estos animales necesitan compañía para vivir y desarrollarse sanamente.
Higiene adecuada
Es muy frecuente observar un pato cuidando del aseo de su cuerpo y del nido. Suelen divertirse acicalando y batiendo su plumaje o higienizando su hogar de impurezas y suciedades.
También es esencial cuidar de la higiene de su comedero, bebedero y del hogar. Los patos son limpios por naturaleza y pueden enfermarse fácilmente en un ambiente de aseo deficiente.
Actualmente, existen pañales adaptados especialmente para patos domésticos, evitando que el animal orine y defeque por todo el hogar. Aunque esto es un medio excelente para evitar el aseo, no siempre es lo más adecuado para su salud.
Alimentación
En libertad, los patos mantienen una alimentación omnívora muy variada. Cerca del 80% de su dieta diaria consiste en vegetales: frutas, verduras, semillas, legumbres y granos variados. Estos suelen aportar proteína animal al consumir pequeños insectos y peces.
Un pato adulto consume entre 150 y 200 gramos de alimentos diariamente, dependiendo de su especie, sexo, edad y hábitat.
Existen piensos comerciales para la cría de patos, pero la mayoría favorecen el engorde rápido del animal. Por ello, se debe evitar ofrecerlos a tu pato y es aconsejable tender hacia una dieta fresca y natural.
Es importante dejar la comida a disposición de los animales durante el día, así como agua fresca y limpia. La higiene de los recipientes y el cambio de alimentos deben cuidarse diariamente.
Ambiente
Es creciente la tendencia de criar un pato como mascota en pisos y apartamentos. Por tratarse de un animal autóctono de campos y granjas los apartamentos no son el lugar óptimo para su desarrollo. Si bien cabe señalar que su capacidad de adaptación y la dedicación de su propietario pueden proporcionarle una vida feliz.
Lo ideal es contar con un espacio al aire libre, con una fuente de agua (un lago, una piscina…). Los patos disfrutan de nadar diariamente y asearse, además de necesitar caminar libremente y ejercitar sus músculos con mucha frecuencia.
Para su refugio y protección se recomienda adquirir un conejero o gallinero. El tamaño dependerá de la cantidad de patos y de las dimensiones disponibles en tu vivienda. Recuerda que también necesitarán algún tipo de sustrato que los mantenga calientes, por lo que el heno puede llegar a ser una excelente opción.
Signos de enfermedades
Los patos no suelen ser muy susceptibles a las enfermedades, pero cualquier descuido con su higiene o con sus cuidados pueden ocasionarle problemas en su salud. Debido a que no son un animal doméstico habitual, es probable que sea difícil reconocer cuando están enfermos. Algunos de los síntomas más evidentes que pueden presentar son los siguientes:
- Enrojecimiento o secreciones en las fosas nasales.
- Heces con consistencia anormal (muy dura o blanda) o color diferente (negra, roja o amarilla).
- Jadeos o dificultad para respirar (también puede observarse que abre la boca para respirar).
- Plumaje sin brillo, sucias, erizadas o con mal aspecto general.
- Pérdida del apetito.
- Cambio en su conducta (menos activo, recluido o aislado).
Si observas cualquiera de los síntomas anteriores, acude de inmediato con un veterinario. En la mayoría de los casos no suelen ser signos de alerta críticos, por lo que la vida de tu mascota no corre riesgos. Sin embargo, no dejes que pase mucho tiempo o podría agravarse la situación.
Cuidado con las modas: las mascotas no son objetos
Los animales también son víctimas de las modas y de los caprichos humanos. Por ello, algunas especies repentinamente tienen éxito como mascota en determinadas épocas.
Es indispensable recordar que los animales no son objetos descartables, ni juguetes para niños. Privar a un animal de su libertad y condenarlo a condiciones de vulnerabilidad es un acto de egoísmo. Y es que representa un enorme riesgo para su salud y el bienestar de su especie.
Por ello, antes de elegir un pato como mascota es necesario acondicionar tu hogar y organizar tu vida para su llegada. Digamos no al abandono y al maltrato de la vida animal.
Fuente de la imagen principal: Diego Cambiaso
Bibliografía
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- Ruiz, J. P. A., & Labatut, M. F. C. (2005). Manual de crianza de patos. UC TEMUCO: Chile.