El oso melero es una especie típica de Sudamérica, que habita mayormente en regiones de selvas y sabanas áridas. A pesar de su nombre, este bello animal no está emparentado con los osos, y sí con los tamanduás. A continuación, te invitamos a conocer las principales características el oso melero, su hábitat, alimentación y reproducción.
Características físicas y taxonomía del oso melero
El oso melero (Tamandua tetradactyla) es una especie de tamanduá perteneciente a la familia Myrmecophagidae. Esta especie nativa de América del Sur también es conocida como oso hormiguero amazónico.
Morfológicamente, se trata de un tamanduá pequeño, cuyo cuerpo alcanza entre 50 y 90 centímetros. Su cola puede representar entre el 30 % y el 40 % de su longitud corporal, y es que mide entre 40 y 60 centímetros.
Casi todo el cuerpo de este animal se encuentra cubierto por pelos lisos, gruesos y bien adheridos al cuerpo. El pelaje es notablemente más abundante y largo en el dorso, mientras la cabeza y las patas muestran pelos más suaves y cortos. Por otro lado, la punta y la parte inferior de la cola son calvas.
Respecto a la coloración de su pelaje, se observa una increíble diversidad entre los especímenes de diferentes ubicaciones geográficas. En Brasil y Venezuela predominan los ejemplares con colores sólidos, que pueden variar entre negro, pardo y beige.
Sin embargo, los ejemplares de Argentina y Paraguay suelen ser fuertemente manchados. En su cuerpo observamos manchas anchas cerca de la espalda, y varias marcas que se extienden desde la base del cuello hasta la cola. Por lo general, estas manchas son negras y pueden mostrar diferentes patrones de distribución.
En sus patas anteriores vemos cuatro afiladas uñas, mientras las posteriores exhiben cinco púas. Curiosamente, sus uñas son tan afiladas que el oso melero debe caminar sobre la parte posterior de sus extremidades. De esta manera, evita pincharse y lastimar sus propias patas.
Uno de los rasgos más característicos del oso melero es su trompa alargada, cilíndrica y curvada, con el diámetro aproximado de un lápiz. En su interior se encuentra la lengua protusa que identifica a todos los tamanduás.
Hábitat y alimentación del oso melero
El oso melero es un tamanduá originario de América del Sur y está considerado como una especie endémica en Argentina. En Sudamérica habita mayormente en selvas tropicales, bosques húmedos, sabanas y montes.
Por lo general, prefieren vivir cerca de masas de agua dulce, como ríos o arroyos, con vegetación predominante de enredaderas. Estas plantas son una excelente fuente de alimentos para los osos meleros. Pero también hay especies adaptadas a sabanas y bosques secos.
Respecto a su alimentación, el oso melero es un animal mirmecófago, que se alimenta mayormente de hormigas y termitas. Por ello, también es conocido como oso hormiguero sudamericano. Su alimentación es cuidadosa y selectiva, ya que en la Amazonia existen muchas especies de hormigas venenosas.
Además, como su nombre indica, al oso melero realmente le encanta la miel y suele consumir abejas eventualmente. También puede complementar su nutrición con frutas regionales.
Técnica de caza y lengua de los tamanduás
La técnica de ‘caza’ del oso melero es muy similar a la de todos los tamanduás. Con sus poderosas garras, los osos meleros hacen agujeros en la corteza de los árboles. Luego introducen su lengua afilada y pegajosa para ‘capturar’ a las presas en el interior de la madera.
La lengua es otro rasgo muy característico de los tamanduás y, en consecuencia, del oso melero. Toda su superficie está recubierta por una sustancia pegajosa que actúa como una especie de pegamento, que hace que los insectos se adhieran a la lengua y no puedan escaparse.
Reproducción y hábitos del oso melero
Los osos meleros son animales solitarios que mantienen hábitos mayormente nocturnos, aunque pueden ser activos también durante parte del día. Por lo general, machos y hembras solo se encuentran durante los períodos de apareamiento.
La fase reproductiva del oso melero ocurre principalmente en verano, pero las hembras tienen poliestro. Tras el apareamiento, la hembra experimenta una gestación de 120 a 150 días, y dan a luz a una sola cría durante la primavera.
La madre cuida de su cría, la carga siempre en su espalda y la alimenta hasta que esté preparada para vivir por su propia cuenta. Su esperanza de vida suele ser de 8 a 10 años.