El lucio: hábitat, características y reproducción

El lucio (Esox lucius) es una especie de pez óseo de la clase de losa actinopterigios, el orden de los esociformes y el género Esox. Aquí puedes conocer mejor a este fascinante animal.
El lucio: hábitat, características y reproducción
Sara González Juárez

Escrito y verificado por la psicóloga Sara González Juárez.

Última actualización: 22 enero, 2023

Grande, rápido y voraz, así se define al lucio en multitud de lugares que han tenido la fortuna de poder observarlo en su medio natural. Este pez, de casi un metro de largo, es un depredador de río al que vale la pena tener en cuenta por su adaptabilidad. Esta capacidad es la que le ha permitido prosperar cuando se les ha introducido en lugares del mundo que no eran el suyo.

Para que conozcas mejor a este actinopterigio, aquí tienes una ficha completa sobre su biología con todo lo básico que necesitas saber sobre él. No te pierdas nada, pues se trata de un animal fascinante.

Taxonomía y características

El lucio (Esox lucius) es una especie de pez óseo de la clase de losa actinopterigios, el orden de los esociformes y el género Esox. Este último es al que pertenecen los peces conocidos popularmente como lucios, si bien el que nos ocupa se diferencia del conjunto bajo el nombre de lucio europeo.

Esta especie tiene un cuerpo largo y casi cilíndrico para mejorar el hidrodinamismo. Esto se observa también en la forma de su cabeza y de su boca, alargadas y en forma de pico de pato. La aleta dorsal discurre a lo largo de su lomo, pegada al cuerpo. Muestra un patrón oscuro en sus escamas, moteado con parches claros amarillentos.

Las hembras suelen ser más grandes que los machos, si bien esto es lo único que da indicios de dimorfismo sexual en esta especie.

Hábitat del lucio

Si bien es originario de Norteamérica, también se le encuentra en el norte de Europa, en el sur de España y el este de Siberia. Se trata de un pez de agua dulce que se adapta fácilmente a una amplia variedad de biomas, desde lagos fríos hasta ríos fangosos. Tiene una alta tolerancia a la temperatura del agua, la cantidad de oxígeno y a la claridad del agua, sean cuales sean sus valores.

No obstante, si pueden elegir, se desplazan a lagos, ríos y arroyos con abundante vegetación. De esta manera encuentran medios para acechar a sus presas con facilidad y ahorran energía.

Alimentación

Los ejemplares juveniles incorporan plantas acuáticas en su dieta, pero eso cambia al llegar a la adultez. Se trata de peces carnívoros y depredadores cuya dieta se basa, principalmente, en otros peces de menor tamaño. Sus dientes afilados y su complejo sistema musculoesquelético craneal le permiten capturar todo tipo de presas, desde ranas hasta cangrejos de río.

En muy contadas ocasiones se ha encontrado, incluso, restos de aves en el estómago de lucios a los que se les ha practicado una necropsia.

Comportamiento del lucio

Se trata de un animal solitario y de hábitos diurnos. Su fama de agresivo (inmerecida y creada a través de situaciones en las que el lucio tenía que defenderse) viene de la gran voracidad que exhibe a la hora de cazar. Sus ojos, dotados de una gran movilidad, le confieren un rango de visión muy amplio que le permite seguir objetos con la vista con gran facilidad.

Su estilo de caza consiste en permanecer inmóvil entre la maleza de las aguas, esperando que una presa pase cerca de él. El lucio flexiona su cuerpo en forma de “S” mientras acecha, pues así consigue realizar un ataque rápido y conseguir atrapar las presas sin que estas se percaten de su presencia.

Reproducción

El desove de esta especie se realiza en aguas poco profundas cuando la temperatura del agua comienza a remontar al comienzo de la primavera. Cuando está a 4-7 ºC, aproximadamente, la hembra pone unos 200 000 huevos que el macho fertiliza después. Este gran número responde a una estrategia reproductiva ‘r’, pues los huevos y las crías están expuestas a los depredadores y muchos de ellos serán consumidos.

Los huevos que sobreviven eclosionan a las dos semanas. Aunque crecen con rapidez y son capaces de cazar y alimentarse por sí solos desde que nacen, su edad reproductiva es tardía. Los machos alcanzan la madurez sexual a los 2-3 años. Las hembras son todavía más tardías y son fértiles a los 3-4 años.

Estado de conservación del lucio

Esox lucius.

En la actualidad, el lucio recibe el estatus de preocupación menor (LC) en la lista roja de la IUCN. Gracias a su gran capacidad de adaptación y la ausencia de depredadores acuáticos (si bien los encuentran en tierra con los osos, los lobos o las rapaces diurnas) hace que prosperen en la mayoría de las aguas dulces.

La mayor problemática que acompaña a esta especie es que ha sido introducida fuera de su hábitat original, los ríos de Norteamérica. En España, por ejemplo, se liberó en los ríos para la pesca deportiva y ahora es una amenaza seria para la biodiversidad de los ecosistemas fluviales. Por tanto, la mayoría de los esfuerzos deberían centrarse en recuperar esos equilibrios perdidos, más que en el lucio en sí.


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