Teoría de la selección r/k: ¿en qué consiste?

La teoría de la selección r/k explica los modelos de supervivencia de distintos seres vivos en el entorno natural. Nada tiene que ver la reproducción de un ratón con la de un elefante, por ejemplo.
Teoría de la selección r/k: ¿en qué consiste?
Sara González Juárez

Escrito y verificado por la psicóloga Sara González Juárez.

Última actualización: 14 octubre, 2022

Seguramente has observado como algunas especies tienen una cantidad de crías muy superior a la de otras: solo hay que comparar a las moscas con los elefantes. Si alguna vez has reflexionado acerca de esto, probablemente estabas pensando en la teoría de la selección r/k sin saberlo.

Esta diferencia no es casual. Si quieres saber a qué se debe, más adelante podrás leer la base de esta teoría y qué relación hay entre la capacidad reproductiva de las especies y su relación con el entorno. No te lo pierdas.

r y K, ¿qué son?

Para comprender cómo opera esta teoría, primero debes conocer sus variables, r y K. La interacción de la especie con ellas es lo que determina su mecanismo de crecimiento poblacional, es decir, cómo el número de individuos crece y decae dentro de un ecosistema concreto. A continuación, te mostramos datos sobre ellas:

  • r, la tasa de reproducción: esta variable hace referencia a la capacidad de reproducción de la especie, es decir, cuántos descendientes se pueden concebir por ciclo reproductivo.
  • K, la carga del ambiente: la carga del ambiente es la variable que determina cuántos individuos puede soportar el sistema antes de colapsar.

Puede que en abstracto parezcan términos confusos, pero a continuación podrás ver cómo interaccionan con las especies de la Tierra. Sigue leyendo, pues no estamos ante cuestiones muy complejas de entender.

La teoría de la selección r/k

Para que una especie pueda perdurar en su medio, es necesario que los recursos que consume y su número de individuos estén en equilibrio. Si esta consume muchos recursos y hay demasiados ejemplares, el ecosistema colapsará, los recursos serán insuficientes y la población descenderá.

Por el contrario, con pocos recursos es posible que la especie perdure, pero tendrá que tener un menor número de individuos en sus poblaciones. En estas condiciones, las probabilidades de competencia interespecífica aumentan, lo que disminuye la viabilidad individual.

Según la teoría de la selección r/k, esto da lugar a 2 estilos reproductivos que se han ido configurando a lo largo de la evolución para asegurar la eficacia biológica. A continuación, cuando leas sobre cada uno de ellos, verás mucho más claro todo lo descrito anteriormente.

Las estrategas de la r

Las llamadas estrategas de la r reciben ese nombre porque su supervivencia como especie se ha centrado en la tasa de reproducción, es decir, se mantienen a base de concebir un gran número de descendientes.

Sin embargo, para que esto esté en equilibro con la carga del ambiente —la K—, las especies que la practican deben tener una serie de características. Entre ellas, encontramos las siguientes:

  • Sus tasas de natalidad y mortalidad son altas: son especies que se reproducen a gran velocidad y con un alto número de crías, pero una vez alcanzan el tope de carga del ambiente, los recursos escasean y mueren gran cantidad de individuos. Esto se repite de forma cíclica.
  • La esperanza de vida del individuo es corta: la gran cantidad de ejemplares en un ecosistema se compensa con una vida corta para que los recursos tengan tiempo de recuperarse con la caída de la población. También, por tanto, los cuidados parentales suelen ser escasos o inexistentes.
  • Oportunistas, generalistas o pioneros: por lo general, estas especies pueden aprovechar casi cualquier recurso del ambiente, lo que también ayuda a equilibrar los ecosistemas —con especies que se alimentan de desechos, por ejemplo—. Las especies pioneras también sobreviven en ambientes por colonizar.
  • Suelen ser especies capaces de sobrevivir en ambientes duros o inestables: cuando el ambiente cambia, la especie tiene mecanismos para sobrevivir, como un tamaño pequeño o capacidad de alimentarse de casi todo.

Una especie claramente estratega de la r son las cucarachas, ya que nacen y mueren en ciclos muy cortos, viven poco, se alimentan de lo que sea y, si dudas del último punto de la lista, debes saber que sobreviven a la radiación nuclear.

Una cucaracha sobre madera.

Especies estrategas de la K

Si las especies estrategas de la r se centraban en tener muchas crías para no extinguirse, las estrategas de la K son todo lo contrario: la supervivencia de la especie se basa en vidas largas y grandes tamaños. Para que puedas contraponerlo a lo anterior, estas son sus características:

  • Mortalidad y natalidad suaves: la velocidad de reproducción y número de descendientes es mucho más estable, ya que estas especies suelen tener menos crías en ciclos más separados. De esta forma, la población crece hasta alcanzar un equilibro con los recursos y se mantiene en ese punto.
  • Esperanza de vida larga: se tratan de especies cuyos individuos viven mucho más tiempo que los estrategas de la r. De esta forma, los cuidados parentales pueden producirse el intervalo suficiente para que la siguiente generación sea capaz de sobrevivir.
  • Suelen ser especialistas: son especies que sobreviven con recursos concretos de un ecosistema y no con otros, por lo que tienen más riesgo de extinción en caso de escasez.
  • Viven en ambientes estables: su gran dependencia del medio los hace vulnerables ante los grandes cambios del ecosistema, como desastres naturales o escasez de presa.

Una de los mejores ejemplos de esta estrategia son los elefantes. Estos tienen un gran tamaño y una esperanza de vida larga, pero solo dan a luz a una cría por parto y la gestación dura 22 meses. Además, solo se alimentan de vegetación y sus ambientes, como la sabana en el caso de la variante africana, no cambian demasiado.

Una pareja de la subespecie elefante pigmeo.

Conclusiones de la teoría de la selección r/k

Como ves, es fácil encontrar ejemplos para ambas estrategias. Sin embargo, no todo es blanco o negro: existen especies en el espectro intermedio, como los humanos. Nuestra especie ha conseguido, con su baja tasa de natalidad y larga esperanza de vida, vivir en ambientes extremos o incluso modificarlos para su propio beneficio.

Que esto no nos haga perder de vista la necesidad del equilibro: hace mucho que la especie humana ha sobrepasado la carga del ambiente.

Ahora, más que nunca, nuestra maravillosa capacidad de adaptación y supervivencia debe enfocarse a conservar el planeta, pues estamos en un punto crítico en el que no solo nuestra especie depende de ello. Caminemos juntos hacia el equilibrio.


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