Curiosidades sobre las cigarras

Cuando salimos al campo son muchos los sonidos que nos rodean. Muchos de ellos son emitidos por insectos, entre ellos las cigarras. En este artículo te mostramos algunas curiosidades sobre estos artrópodos.

Escrito y verificado por la veterinaria Érica Terrón González.

Última actualización: 14 agosto, 2022

A las cigarras se las oye más de lo que se las ve y cuando se juntan parecen verdaderas nubes de descarga. En este artículo queremos contarte algunas curiosidades sobre estos animalitos.

Generalidades sobre las cigarras

Pertenecen al grupo de los cicádidos y se les conoce como chicharras, chiquilichis o tococos. Son una familia de insectos del orden Hemiptera. Pueden vivir tanto en climas templados como tropicales. Se caracterizan por tener un desarrollo vital completo que dura de dos a diecisiete años, según la especie.

Morfología

Miden entre 15 y 65 milímetros de largo. Poseen un aparato bucal suctor que les permite alimentarse de la savia de plantas y árboles.

Poseen dos pares de alas homogéneas y membranosas que se pueden reproducir adquiriendo tonos transparentes o coloreados, y que en reposo se disponen en forma de tejadillo.

Algunas cigarras no exceden los dos centímetros de longitud, pero otras superan los cinco. Una especie de Malasia alcanza los 20 centímetros de envergadura de las alas. Son, pues, los hemípteros de mayor tamaño que existen. Tienen ojos grandes y saltones que sobresalen de la cabeza, algo achatada.

Cánticos típicos de la especie

Por lo general, el sonido lo emiten únicamente los machos. Para ello contraen dos órganos ovalados que tienen a ambos lados del cuerpo, curvándolos y haciendo que vibren de forma monótona. Este es su aparato estridulador y con él emite un sonido que es característico de cada especie.

Los órganos auditivos, especialmente importantes en la hembra para el apareamiento, están ubicados en el tórax. Aunque el sonido es emitido a cualquier hora del día, es más frecuente e intenso al anochecer y al amanecer.

Multiplicación y desarrollo de las cigarras

La cigarra hembra deposita los huevos en ranuras de las ramas de árboles y arbustos por medio de un órgano muy aguzado que posee. A veces estas hendiduras son tan numerosas que provocan la destrucción de la rama dañando seriamente la planta.

En el plazo de 4 a 6 semanas los huevos se rompen y las ninfas caen al suelo, donde en seguida se ponen a excavar una galería, hasta llegar a las raíces de las que chupan la savia. Esto, al contrario que la presencia de los adultos, no causa demasiado perjuicio en la planta.

Una vez que la ninfa ha llegado a su completo desarrollo, abre un nuevo túnel y sale trepando al tronco del árbol y adhiriéndose a su corteza. Pronto la cubierta que envuelve a la ninfa se abre por detrás y el insecto adulto queda libre. No obstante, aún deben pasar algunas horas antes de que las alas de la cigarra adquieran la dureza necesaria para que el insecto pueda volar.

La curiosa periodicidad de algunas cigarras

Las cigarras son también famosas por su tendencia a desaparecer completamente durante varios años para reaparecer luego con renovado vigor. Solamente unas pocas especies de cigarra existentes tienen esta costumbre, la cigarra periódica es un ejemplo de ello.

Otras se conocen como cigarras anuales debido a que, aunque los ciclos de vida de los individuos son de varios años, algunos adultos aparecen anualmente. La cigarra canicular, por ejemplo, aparece cada año a mitad del verano.

Las cigarras de ciclo periódico no forman plagas destructivas, como ocurre con algunas especies de langosta, aunque docenas o centenares de estos insectos pueden congregarse en espacios muy reducidos. Los enjambres muy grandes pueden inundar árboles jóvenes y dañarlos al alimentarse y aovar en ellos.

Las cigarras, simuladoras de lluvia artificial

Algunas veces se confunde a las cigarras con las langostas, porque se agrupan en extensas bandadas, como suelen hacer estas últimas. Por eso en el trópico parece que llueve debajo de un árbol de la selva, aunque el cielo esté despejado. Esto se debe a que, reunidas en las ramas en masa, succionan la savia y excretan los desechos en forma de gotas que caen en profusión.