Curiosidades sobre la saliva de los perros

Aunque existen muchos mitos sobre la saliva de los perros, no todos ellos cuentan con una evidencia científica que los respalde. Aun así, los expertos han conseguido reunir una serie de datos sorprendentes sobre esta secreción animal.

Muchos canes tienden a lamer a sus dueños con gran asiduidad, hecho que puede causar rechazo si se tienen en cuenta ciertos rumores tradicionales. Además, varias razas como los bóxers o los bulldogs son más propensas a ‘babear’, lo que puede incrementar el recelo de algunas personas.

A lo largo de los años, la saliva de los perros ha sido objeto de numerosos comentarios tan variados como opuestos en lo que respecta a sus supuestas propiedades o contraindicaciones. Por ello, es importante conocer los datos que sí han sido demostrados, pues ayudará a evitar errores o miedos infundados.

Propiedades desinfectantes de la saliva de los perros

Una de las virtudes más sonadas de este fluido corporal es la de su capacidad curativa, por ser cicatrizante a la vez que antibacteriano. Esta cualidad queda, en parte, verificada si se tiene en cuenta que la composición salival que presentan microorganismos, enzimas y anticuerpos que pueden contribuir a la regeneración de la lesión. De hecho, se cree que, además, de ayudar a limpiar la zona dañada, contribuye a combatir estafilococos y algunas bacterias coliformes.

No obstante, el que la saliva de los perros pueda tener ciertos microorganismos antibacterianos no elude la necesidad de acudir al veterinario. Ademas, es fundamental ser consciente de que esta secreción también puede contener bacterias perjudiciales.

Los perros al gozar de la libertad del exterior están más expuestos a agentes patógenos. Por ello, a pesar de que el primer instinto del perro sea el de lamerse la herida, el segundo debe ser su correcta desinfección doméstica o a manos de un profesional.

Este mito sobre las propiedades curativas ha llegado a difundirse de tal modo que algunas personas han extrapolado su uso al ámbito humano. Esta práctica no solo carece de evidencia científica, sino que puede incluso provocar una infección mayor.

Previene las caries y facilita la digestión

Aparentemente, puede parecer paradójico el hecho de que los perros tengan menos caries aun teniendo una higiene bucal deficiente. Ante esta realidad, la explicación más consensuada hace referencia a la ligera alcalinidad presente en la cavidad bucal.

La saliva de los perros, al igual que la de otros carnívoros, puede alcanzar hasta un pH de ocho. Esta característica es crucial en la protección del esmalte dental, pues contribuye a la amortiguación de los ácidos dañinos emitidos por ciertas bacterias.

Otra supuesta propiedad es la de facilitar la digestión del animal, debido a la presencia de enzimas digestivas en su composición. Sin embargo, este hecho es totalmente erróneo porque, además de que esta secreción carece de tales moléculas, los perros, al contrario que las personas, no tienden a masticar el alimento. Esta ausencia de masticado hace que la saliva tenga como única función facilitar el paso de la comida desde la boca hasta el esófago.

Hasta ahora, todas las virtudes atribuidas a la saliva de los perros hacían alusión a su capacidad sanadora o facilitadora de procesos fisiológicos. No obstante, existe la creencia opuesta de que las bacterias presentes en este fluido podrían trasmitir enfermedades. Sin embargo, si los canes tienen al día su cartilla de vacunación y reciben la desparasitación adecuada, este contagio estaría injustificado.

En general, la saliva de los perros, al igual que la humana, es una secreción glandular destinada al tragado del alimento. Por ello, tanto las propiedades como los aspectos negativos que se le atribuyen suelen basarse en presunciones que poco tienen que ver con la realidad. Mantener la salud del can, con las revisiones veterinarias y los cuidados domésticos pertinentes, garantizará su bienestar de forma que sus fluidos tengan un impacto neutral sobre sí mismo y los demás.