Coriza infecciosa en aves: todo lo que debes saber

La coriza infecciosa es una enfermedad muy contagiosa que se propaga rápidamente por el gallinero. Sus consecuencias pueden ser fatales.
Coriza infecciosa en aves: todo lo que debes saber
Silvia Conde

Escrito y verificado por la bióloga Silvia Conde.

Última actualización: 10 enero, 2021

La coriza infecciosa es una enfermedad muy contagiosa que suele aparecer en aves de corral, como gallinas ponedoras, aves reproductoras y pollos de engorde. Afecta principalmente al tracto respiratorio de los animales infectados.

La patología está producida por una bacteria y supone una gran pérdida económica para las granjas que la sufren, debido a una gran reducción en la producción de huevos por parte de las aves infectadas. Se ha detectado en granjas de todo el mundo, pero el primer caso se identificó en los años treinta.

¿Qué causa la coriza infecciosa en aves?

La coriza está producida por una bacteria Gram-negativa (Avibacterium paragallinarum), que se transmite muy fácilmente mediante dos vías principales:

  • Vía directa: a través del contacto con las descargas nasales de los animales infectados.
  • Vía indirecta: por herramientas, personal o áreas contaminadas del gallinero. Los medios más propicios para la transmisión son los comederos y bebederos comunes. Estos actúan como un caldo de cultivo perfecto para la proliferación de la bacteria.

La tasa de contagio de este agente infeccioso es muy alta entre las aves de corral infectadas, pues los ejemplares recuperados también son portadores de las bacterias por periodos prolongados. La enfermedad afecta a todas las edades, razas y condiciones y puede persistir durante 2 o 3 semanas.

Una gallina con sus pollitos.

Síntomas de la coriza infecciosa en aves

Los signos de la coriza infecciosa se observan entre 1 y 3 días después de la infección. Los primeros síntomas son rinitis con descargas seromucosas, las cuales a menudo se presentan desecadas alrededor de los orificios nasales. Además, en el área del seno infraorbital se produce un edema facial.

A estos síntomas más visuales le acompañan una disminución del consumo de alimento y agua. En este estado, las aves producen menos cantidad de huevos y las bajas de producción pueden oscilar entre el 2 % y el 40 %.

En los machos también se puede observar edema en la zona de las barbillas. Cuando disminuye esta inflamación, las barbillas afectadas pueden quedar arrugadas durante bastante tiempo.

La manifestación de la coriza infecciosa junto otras enfermedades respiratorias provocadas por virus (Enfermedad de Newcastle, Bronquitis infecciosa, Metapneumovirus Mycoplasma), así como con bacterias oportunistas (E. coli, Gallibacterium anatis y Ornithobacterium) agrava las manifestaciones clínicas y afecta seriamente a los parámetros productivos.

Todos estos síntomas son muy parecidos a los que presentan otras enfermedades comunes en las aves de corral, como son el cólera aviar y la hipervitaminosis. Para confirmar la presencia de la bacteria, se utilizan técnicas de biología molecular para aislar e identificar la especie y el serotipo —existen 3 distintos para A. paragallinarum—, como la PCR.

¿Existe tratamiento?

Para tratar la coriza infecciosa, se utilizan antibióticos como la estreptomicina, espectinomicina, la combinación de estreptomicina-espectinomicina o las combinaciones sulfacloropiridazina-trimetroprim y sulfadimetoxina-trimetroprim, entre otros, aunque existen cepas resistentes a estos fármacos.

El tratamiento suele durar unos 7 días y se administra a través de los alimentos. La recuperación es posible y, además, también existe una vacuna trivalente contra los tres serotipos que causan la coriza infecciosa como método de control de la enfermedad.

Para eliminar completamente la bacteria del gallinero, es necesaria una limpieza y desinfección adecuada por calor y desinfectantes. El patógeno es sensible a las altas temperaturas y la acción de antisépticos.

La enfermedades en el gallinero

Un buen manejo del gallinero es clave para prevenir y combatir las enfermedades altamente patogénicas, como es el caso de la coriza infecciosa. El aglutinamiento y estrés en animales es siempre una receta para el desastre.

Las enfermedades respiratorias como la coriza pueden ocurrir en cualquier época del año, pero son más problemáticas en los meses de invierno, cuando las condiciones ambientales del gallinero pueden verse comprometidas por los altos costes de mantenimiento.

Una buena calidad del aire es clave para frenar la propagación de infecciones. La baja ventilación de la nave aumenta los niveles de humedad y amoniaco, además de propiciar el sobrecrecimiento bacteriano. Por ello, es importante una revisión periódica de los equipos que mantienen el flujo de aire adecuado.

Igualmente, un control de la temperatura es necesario para garantizar el bienestar animal y también para evitar el crecimiento de patógenos. Los recintos de las aves de producción deben encontrarse dentro del rango marcado para cada especie.

Una mujer trabajando en un gallinero.

Un control sanitario regular y la prevención mediante vacunas también proporciona seguridad para la salud de los animales de granja. Al igual que existe vacunación para la coriza, se contempla para otras muchas enfermedades —varias mortales— que producen grandes pérdidas económicas en las granjas de pollos y gallinas ponedoras.


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  • El Sitio Avicola. Coriza infecciosa.
  • Anotación del genoma de Avibacterium paragallinarum cepa 5. Tesis de Zaira Guerrero Gonzalez, 2018.
  • Aves de corral online. Tratamiento contra la coriza infecciosa, 2020.
  • Hablemosdeaves.com ¿Quieres Saber Todo Sobre el Coriza Aviar?
  • aviNews. Coriza Infecciosa, la amenaza constante… 2018.
  • Selecciones Avícolas. El manejo del gallinero. Claves para evitar enfermedades respiratorias en invierno, 2017.

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