Conoce todo sobre el oso grizzly mexicano

Este imponente oso se extinguió en la década de los 60. Aquí puedes conocerlo un poco mejor para honrar su memoria.

Que a los osos les gusta el salmón es un hecho innegable.

El oso grizzly mexicano ya no camina entre nosotros. Se trata de un animal extinto, considerado una subespecie del oso pardo, el Ursus arctos. Su enorme tamaño, unido a su ferocidad si se sentía amenazado, ocasionó mucho miedo entre la población, lo que tuvo un papel importante a la hora de su extinción.

Aunque se trate de una especie extinta, siempre es bueno conocer sus características y, sobre todo, cuáles fueron las causas de su desaparición. Aprender el pasado es imprescindible para caminar hacia el futuro, así que vamos con ello.

Taxonomía y características

El oso grizzly mexicano (Ursus arctos nelsoni) es un mamífero carnívoro que pertenece a la familia de los úrsidos y al género Ursus. También se le conoce como oso pardo mexicano, oso plateado o pissini, como se le denomina en el idioma ópata.

Era un animal imponente, de una altura de 183 centímetros cuando se alzaba sobre sus patas traseras y un peso medio de 318 kilogramos. Su pelaje era pardo grisáceo, pero con tonos plateados en la espalda (de ahí una de sus denominaciones).

Aunque compartía ciertas características físicas con el oso pardo de California (también extinto), el mexicano parece estar más emparentado con los úrsidos que habitaban Arizona, Nuevo México y Texas.

Hábitat del oso grizzly mexicano

Como su nombre indica, este úrsido poblaba los territorios norteños de México, como Chihuahua, Sonora y Durango, además de los territorios centrales. Sin embargo, se sabe que antes de llegar a México, este oso habitaba territorios que iban desde Arizona hasta Nuevo México, en Estados unidos.

El oso grizzly mexicano habitaba pastizales de clima templado y los bosques de pino. Estos últimos solían situarse en zonas montañosas, pero estos osos estaban en constante movimiento para buscar alimento, de manera que era posible verlos a diferentes altitudes.

Alimentación

Como el resto de osos pardos que cohabitaban con este úrsido, el mexicano era omnívoro. Su dieta consistía, principalmente, en plantas, frutas e insectos. La miel era un manjar para ellos y se sabe que eran bastante aficionados a las hormigas. Ocasionalmente cazaban pequeños animales, como roedores o reptiles, y también eran capaces de comer carne en descomposición si era necesario.

Comportamiento del oso grizzly mexicano

El comportamiento de este oso no fue estudiado en profundidad, ya que causaba interés solo para su caza. Aun así, se sabe que era diurno y solitario, pues solo se encontraban machos y hembras para reproducirse.

Las madres eran muy protectoras con sus crías, lo que causaba encuentros desagradables para los humanos. Sin embargo, era un animal esquivo, cuya primera reacción era alejarse del peligro antes que pelear. Cada individuo tenía su área de alimentación, que marcaba con orina y señales en árboles con sus garras.

Durante el verano y el otoño se podía observar la típica conducta de sobrealimentación, en la que estos osos preferían comida alta en grasas y comían una mayor cantidad en general. El objetivo era prepararse para la hibernación, sobre todo en el caso de las hembras, que eran capaces de dar a luz y amamantar a las crías sin revertir este estado.

Reproducción

El sistema de apareamiento del oso grizzly mexicano era poligínico, es decir, que el macho se apareaba con varias hembras durante la época de reproducción. Las hembras, por su parte, podían llegar a dar a luz hasta 3 crías en un período de 3 años.

Algunas de ellas parían durante la hibernación, pero si no conseguían alcanzar el peso necesario para ello, pasaban el invierno despiertas. Esto era incluso más problemático que dar de mamar a los oseznos en este estado de letargo, pues se veían obligadas a salir a encontrar alimento para mantener a las crías.

¿Por qué se extinguió el oso grizzly mexicano?

Oso grizzly: hábitat y alimentación

Se lleva sin hacer un avistamiento del oso grizzly mexicano desde el año 1964, cuando se le dio por extinto. Como quizá ya te imagines, fue el ser humano el causante de la masacre y la consiguiente desaparición de la especie.

De hecho, la persecución y caza incansable de este animal es la única razón que se ha encontrado para su desaparición. Comenzó con la llegada de los europeos, en el siglo XVI, cuando las expediciones españolas se adentraron en lo que hoy se conoce como Texas y Kansas.

Allí, al comenzar con los asentamientos y tener varios encuentros con estos animales, se les consideró un peligro para los humanos y para el ganado que habían llevado, así como para los cultivos. Desde entonces, la caza fue indiscriminada y terminó con la fragmentación de sus poblaciones y la ya previsible extinción.

Aunque se rumorea que algunos especímenes podrían seguir viviendo en zonas cercanas a Sonora, lo cierto es que no ha sido confirmado de manera oficial. Estos animales han sido capturados, asesinados y envenenados hasta que han desaparecido del planeta, y si esta creencia es falsa, al menos los pocos que queden se beneficiarán de ella para conservar la vida.

Bibliografía

Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.

  • Ursidae (bears). (s. f.). Animal Diversity Web. Recuperado 24 de octubre de 2022, de https://animaldiversity.org/accounts/Ursidae/
  • Pasitschniak-Arts, M. (1993). Ursus arctos. Mammalian species, (439), 1-10.
Scroll al inicio