¿Cómo reconocer si un pato es macho o hembra?

Muchos animales exhiben diferencias entre machos y hembras, lo que se conoce como dimorfismo sexual. Estas variaciones pueden manifestarse en aspectos como la forma, coloración, tamaño, peso o incluso el comportamiento. Este fenómeno es observable en algunos miembros de la familia Anatidae, como los patos, donde se puede distinguir el sexo si se presta atención a ciertos rasgos distintivos.

El dimorfismo sexual desempeña un papel crucial en el éxito reproductivo, facilitando el apareamiento. Por ejemplo, un mayor tamaño en los machos puede ser necesario para competir con otros individuos, mientras que un plumaje más vistoso puede atraer a las hembras. A continuación, exploraremos las principales características que permiten diferenciar a machos y hembras en diversas especies de patos.

Coloración del pato macho y hembra

Una de las formas de reconocer si un pato es macho o hembra es por la coloración que presentan en su plumaje. Veamos a detalle este aspecto en los siguientes ejemplos:

• Ánade real (Anas platyrhynchos). El macho cuenta con un aspecto más colorido, con un plumaje verde iridiscente en su cabeza y su cuello, mientras que la hembra tiene un patrón más opaco, en tonos marrones. El sexo masculino también posee las plumas rizadas de la cola negras.
• Pato mandarín (Aix galericulata). Se trata de otras de las especies de patos en las que es evidente el dimorfismo sexual en cuanto a su aspecto. Los machos destacan por sus plumas anaranjadas en forma de vela, por encima de la espalda. También tienen una cresta y mejillas naranjas, y una franja ocular blanquecina delimitada por tonos más oscuros. Por su parte, las hembras son más opacas, de tonos grisáceos, con anteojos estrechos blancos y manchas del mismo color en las partes inferiores.
• Pato negro americano (Anas rubripes). Como su nombre lo indica, esta especie es de color oscuro. No obstante, el macho es negruzco y con marcas internas en forma de «U» en el pecho, mientras que la hembra es más pálida, con marcas en forma de «V».
• Pato moteado (Anas fulvigula). En esta especie, las coloraciones de los sexos son similares, pero el plumaje del macho es más marrón, con la cola con un patrón tenue, que no está presente en la hembra. Además, ella tiende a ser más grisácea. Asimismo, difieren los tonos de sus picos. Ambos cuentan con una mancha azul iridiscente en las alas y una raya gris con forma de «U» en las partes inferiores.
• Pato de torrente (Merganetta armata). Los machos cuentan con la cabeza y el cuello blancos, y una línea negra a lo largo del ojo y el dorso. La parte inferior es oscura, mientras que sus alas son iridiscentes. Las hembras son rojizas con la cabeza y el cuello grises.

No obstante, en todos los tipos de patos no hay coloraciones diferentes entre los sexos, ya que el aspecto varía en las distintas especies. Uno de estos casos es el pato silbador de cara blanca (Dendrocygna viduata) que no cuenta con dimorfismo sexual.

El pico

Además de las diferencias de coloración en los patos machos y hembras, también encontramos dimorfismo sexual en los tonos de sus picos. Veamos algunos casos puntuales:

Al igual que con la coloración del plumaje, no todas las especies de patos presentan dimorfismo sexual en el color del pico. Por ejemplo, en el pato de torrente, ambos sexos tienen un brillante tono rojo. Además, los machos poseen espolones más desarrollados para luchar, mientras que en las hembras estos son más pequeños.

El iris

Cuando hablamos de iris nos referimos a una de las partes del ojo, la que posee el color. En algunas especies de patos, las tonalidades varían en los sexos. Es el caso del pato cuchara (Spatula clypeata), el porrón común o europeo (Aythya ferina) y el colorado (Netta rufina), en los que los machos poseen un iris brillante, de amarillo a rojo, mientras que las hembras los tienen más opacos, en concreto, marrones.

El tamaño

Así como es variable la coloración en los sexos, el tamaño también. En sí, los machos son más grandes y pesados que las hembras y, por lo tanto, pueden tener otras partes en mayores proporciones, como la cabeza y el pico. Por ejemplo, los patos negros americanos masculinos miden cerca de 60 centímetros en promedio y pesan alrededor de 1300 gramos. Asimismo, las femeninas cuentan con 54,6 centímetros de longitud total y 1090 gramos de masa corporal. Por otro lado, el pico de los mexicanos machos es más grande, con una medida media aproximada de 41,7 milímetros, mientras que en las hembras es de 38,7.

Otro ejemplo es el pato almizclero australiano. Los machos pueden medir hasta 92 centímetros desde el pico hasta la cola y pesar 3,6 kilogramos y las hembras apenas alcanzan los 61 centímetros de longitud y 0,9 kilogramos de masa corporal.

Plumas de la cola

Los patos machos también poseen plumas rizadas en la cola, enroscadas hacia arriba, mientras que las hembras carecen de esta característica. En algunos, incluso se presentan de diferentes coloraciones, es el caso del ánade real que las tiene negras, como hemos mencionado en párrafos anteriores.

El graznido, otro aspecto para reconocer si un pato es macho o hembra

Una manera de diferenciar el sexo en estas aves es a través de su vocalización. Por lo general, las hembras emiten el característico graznido fuerte de los patos, mientras que los machos son más silenciosos. Un ejemplo es el pato mandarín: los machos, aunque más reservados, emiten silbidos ascendentes y agudos, en especial durante el cortejo. En contraste, las hembras producen cantos fuertes y de una sola nota.

Estas diferencias están relacionadas con la estructura del órgano vocal, la siringe. En los patos pekineses, por ejemplo, se ha observado que los machos tienen membranas timpánicas más gruesas que las hembras.

El comportamiento del pato

Durante la temporada de apareamiento, es posible observar diferencias de comportamiento entre los sexos. Por lo general, los machos realizan exhibiciones de cortejo que incluyen movimientos de cabeza, aleteos, patadas y silbidos, entre otros. También tienden a mostrarse más agresivos y territoriales. En contraste, las hembras suelen ser más comunicativas y tranquilas, concentrándose en el cuidado del nido y los patitos, aunque en algunas especies los machos también participan en la crianza.

Un caso interesante es el del macho del pato almizclero australiano, que infla su lóbulo colgante durante la exhibición. Además, emite un olor característico, que le da su nombre popular y parece jugar un papel importante tanto en la atracción de la hembra como en la competencia con otros machos.

Los órganos sexuales

Como es de suponer, existen claras diferencias en los órganos sexuales entre hembras y machos. Los machos tienen pene, el cual puede observarse mediante un examen de la cloaca.

Este procedimiento se realiza colocando al ave boca arriba, separando los bordes de la cloaca con los pulgares y aplicando una ligera presión en el abdomen y la parte baja de la espalda. Así, en los machos, el pene se expone, mientras que las hembras carecen de este órgano.

Este método es el más confiable para determinar el sexo de un pato, especialmente en especies donde ambos sexos tienen una apariencia similar. Sin embargo, dado que es un proceso delicado, se recomienda que lo realice un experto para evitar causar daño al animal.

Diferencias de sexos en patos bebés o recién nacidos

Saber si un pato es hembra o macho cuando son bebés o recién nacidos es más complicado, ya que, por lo general, las características morfológicas mencionadas en párrafos anteriores no aparecen de inmediato cuando los animalitos nacen, sino que pasan algunas semanas para ello.

De esta manera, no es oportuno guiarse por ninguno de esos aspectos. Las características morfológicas como la coloración o el tamaño suelen aparecer alrededor de las seis y nueve semanas de nacidos los patitos. Asimismo, ocurre con la pluma enroscada de la cola (después de los tres meses de edad) o con las vocalizaciones, que son más diferentes en los sexos luego de las dos o cuatro semanas.

El único método confiable para saber si un pato bebé es macho o hembra es el análisis de la cloaca, para la visualización de los órganos sexuales. No obstante, reiteramos que se trata de un procedimiento delicado, que si se realiza de manera inadecuada se pueden producir daños a los animalitos, por lo que debe llevarse a cabo por un experto.

Los patos: mascotas adorables

Aunque los patos como mascotas no son tan populares como los perros o gatos, pueden ser una opción encantadora y llena de diversión, ya sean machos o hembras. Sin embargo, tener un pato implica desafíos específicos, por lo que es importante informarse bien sobre sus necesidades y cuidados.

Antes de adoptar uno, asegúrate de estar preparado para ofrecerle un ambiente adecuado. Recuerda, como cualquier otra mascota, tener un pato implica asumir una gran responsabilidad y brindar el compromiso que todo ser vivo merece.