Se conoce como «cola mojada» a un signo clínico característico en el hámster doméstico (género Cricetidae). Como su propio nombre indica, la zona perianal del animal aparece con un aspecto mojado debido a un cuadro agudo de diarrea. El agente causal de la enfermedad es una bacteria, la especie Lawsonia intracellularis.
Por desgracia, los hámsteres infectados con este agente patógeno pueden morir en 48-72 horas, incluso aplicando el tratamiento adecuado. Si quieres evitar la aparición de esta enfermedad en tu mascota, continúa leyendo.
¿Qué es la cola mojada?
Tal y como se ha indicado en líneas previas, la cola mojada es una enfermedad típica en roedores provocada por la bacteria Lawsonia intracellularis. Este microorganismo es parásito intracelular obligado, cuenta con 1,75 micrómetros de longitud, carece de fimbrias y no forma esporas de resistencia. Es causante de otras enfermedades, como la enteritis proliferativa hemorrágica y la enteropatía proliferativa porcina.
Tal y como indican estudios clínicos, la cola mojada es el motivo de consulta más común en hámsteres. Esta representa el 71 % de los ingresos y solo la neumonía se acerca a ella en importancia clínica. Aunque no se puedan citar cifras específicas, se estima que la tasa de mortalidad de los ejemplares infectados puede llegar al 90 % sin las atenciones adecuadas.
Aunque en la mayoría de los casos la enfermedad se atribuye a la acción de L. intracellularis, todavía no está demasiado claro que este agente patógeno provoque todos los cuadros. También parece que los microorganismos Escherichia coli, Campylobacter y Cryptosporidia podrían estar implicados en la infección.
Aunque esta enfermedad sea ampliamente reconocida en el mundo de los roedores, la bacteria es capaz de infectar a cerdos y otros animales.
Causas de la cola mojada en el hámster
Como hemos dicho, el agente etiológico causante de la cola mojada es una bacteria patógena de índole intestinal, por lo que también se conoce a la enfermedad como una enteritis en roedores. Aun así, ciertos eventos pueden propiciar la enfermedad. Algunos de ellos son los siguientes:
- Estrés: esta patología es muchísimo más común en hámsteres jóvenes que en adultos, pues el estrés de la separación de la madre en crías propicia mucho su aparición. El ataque de compañeros de jaula, los ruidos estridentes y los ambientes demasiado cargados también pueden causar la cola mojada.
- Bacterias estomacales: las bacterias causantes de la enfermedad son usualmente comensales en el intestino del hámster, sin causarle ningún tipo de daño. Por desgracia, ciertos eventos como el estrés u otras patologías concomitantes pueden hacer que las colonias crezcan de más y produzcan el cuadro clínico.
- Un entorno sucio: cuantas más deposiciones y orina se almacenen en el entorno, más probabilidades habrá de una infección intestinal.
- Ciertas medicinas: algunos antibióticos pueden causar desajustes en la microbiota del animal, es decir, las colonias bacterianas que habitan en su tracto digestivo. Esto favorece que crezcan agentes patógenos como el que aquí nos atañe.
En general, cualquier factor que promueva el estrés del animal puede ser desencadenante de la cola mojada. Como hemos dicho, es mucho más común en hámsteres jóvenes, pero también se puede presentar en ejemplares adultos. Además, cabe destacar que se trata de una condición extremadamente contagiosa que se expande muy rápido entre los miembros de la misma colonia.
Manejar demasiado al animal, cambiarlo de jaula continuamente o alojarlo en una instalación inadecuada puede promover la aparición de la cola mojada.
Síntomas
Los síntomas de la cola mojada en el hámster son claros: diarrea acuosa, zona perianal mojada con una tonalidad amarilla-marronácea, mal olor en la jaula, letargia e inactividad. En general, los roedores suelen mostrar un pelaje húmedo y «despeinado» cuando están enfermos, por lo que este es el signo clínico más común de todos.
Además de todo esto, el hámster dejará de comer y empezará a dormir mucho más de lo normal. Ante este cuadro clínico, la muerte de la mascota es inminente, por lo que cada segundo de actuación es esencial. La tasa de mortalidad general oscila el 80-90 % y los ejemplares afectados fallecen en un intervalo de 2 a 6 días. La deshidratación derivada del cuadro diarreico es uno de los mayores peligros.
Tratamiento
Aquí no hay receta casera que valga: la visita al veterinario es lo único que puede llegar a solventar la complicada situación médica del animal. En general, lo primero que suelen hacer en la clínica es forzar al hámster a beber mediante el uso de jeringuillas, pues la defecación excesiva provoca deshidratación aguda. Si el ejemplar está demasiado débil, se puede recurrir a inyecciones.
Una vez hidratado, se le recetarán al animal antibióticos específicos para combatir la enfermedad. Por desgracia, tal y como indican estudios, la muerte llega en muchos casos, a pesar de que el tratamiento se aplique de forma adecuada. El pronóstico es mucho mejor si se comienzan a administrar fármacos antes de las 48 horas del inicio de los síntomas.
Las vitaminas, los electrolitos y otros nutrientes pueden administrarse como complementos inespecíficos. En caso de que sea imposible acudir al veterinario, existen gotas con antibióticos genéricos que se pueden aplicar desde casa. De todas maneras, su aplicación nunca sustituirá la atención de un profesional.
Si no se lleva al animal enfermo al veterinario, la muerte está asegurada en todos los casos. La enfermedad es letal.
Cómo prevenir la cola mojada en hámsters
Como habrás podido leer en líneas previas, esta enfermedad está ampliamente vinculada al estrés del animal. Para evitar este sentimiento en el roedor, debes colocar la jaula en un lugar tranquilo, otorgarle suficiente espacio de movimiento, no manejarlo demasiado y evitar la aglomeración de ejemplares. Otorgarle una dieta adecuada también será de utilidad para mantener el sistema inmunitario del animal.
Además, es conveniente que mantengas en una cuarentena estricta a cada hámster que traigas a casa. La bacteria causante de la enfermedad es altamente transmisible, por lo que un animal enfermo puede mandar al traste a una colonia entera en cuestión de semanas.
Todavía no se sabe si existe predisposición genética o no a esta enfermedad.
Aunque los hámsteres vivan poco tiempo, merecen el mismo respeto y consideración que cualquier can o felino doméstico. Su existencia es corta, pero esto no implica que no haya que luchar por la vida del animal en momentos límite como este.
Si llevas al veterinario a tu mascota a tiempo, es posible que esta se pueda recuperar, pero el pronóstico general no es positivo. Por lo tanto, la mejor arma para combatir la cola mojada en el hámster es la prevención. Evita que se estrese durante tiempos prolongados y acude al veterinario ante cualquier sospecha, por mínima que sea.
Bibliografía
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