El término ‘mirlo’ denomina diversas variedades de aves que se caracterizan por su plumaje negro y su canto melódico. Pueden ser fácilmente encontrados en todo el territorio español, ya sea en los jardines de las ciudades o en los campos. A continuación os explicaremos un poco más sobre las características del mirlo y su canto.
Características del mirlo: taxonomía y aspectos morfológicos
Existen muchas especies distintas que son denominadas con el nombre ‘mirlo’. En esta ocasión, veremos las principales características del mirlo común, la variedad más popular en todo el mundo.
Los mirlos comunes, cuyo nombre científico es Turdus merula, son aves paseriformes pertenecientes a la familia Turdidae. Originalmente adoptaban hábitos migratorios, pero se volvieron sedentarios al adaptarse a las ciudades y a los seres humanos.
No es un ave difícil de alimentar, puede comer lo que encuentre; conservan una alimentación omnívora muy variada que se adapta fácilmente a diferentes ambientes.
Muchos pájaros destacan por los diversos colores vivaces de sus plumas, pero los mirlos son famosos justamente por lo contrario. Estas aves poseen un plumaje uniforme, de color negro en los machos y pardo en las hembras. Gracias a su cuerpo oscuro y sobrio han sido protagonistas de muchas mitologías, como la griega y la nórdica.
Son pájaros medianos cuyo cuerpo puede medir entre 25 y 30 centímetros de longitud total, con una envergadura de 34 a 39 centímetros. Su altura media es de 20 centímetros, mientras su peso corporal varía entre 75 y 120 gramos. Puedes encontrarlos en todos los continentes, excepto Oceanía y Antártida, y es el ave nacional de Costa Rica y Suecia.
Dimorfismo sexual en el mirlo común
Los mirlos comunes muestran un gran dimorfismo sexual, o sea, machos y hembras se diferencian notablemente. Mientras los machos ostentan un plumaje íntegramente negro y brilloso, las hembras tienen plumas pardas o marrones y opacas. Además, el pecho de las hembras tiene una tonalidad rojiza con algunas manchas negras.
Encontramos otra diferencia bien marcada entre los sexos en los picos de estos pájaros. Las hembras tienen un pico pardo de color oscuro, casi marrón; en el caso de los machos, el pico es totalmente amarillo. Y ambos poseen dos diminutos orificios nasales que les permiten respirar con tranquilidad.
Comportamiento y hábitos de los mirlos
Una de las principales características del mirlo común es su comportamiento desconfiado: está constantemente alerta ante posibles depredadores o invasores.
Para garantizar su protección, muchos ejemplares prefieren vivir en matorrales o cultivos abundantes donde pueden esconderse fácilmente. Al sentirse amenazados emiten un fuerte sonido de temor muy típico de esta especie.
Su dieta omnívora suele ser muy variada, adaptada a la disponibilidad de alimentos de cada ambiente. Generalmente, obtiene su comida al excavar la tierra y los arboles donde encuentran insectos, gusanos, arañas, caracoles, granos, semillas, etc. También les agrada consumir ciertas frutas como la manzana y el durazno.
El mirlo acostumbra hacer sus nidos en arboles bajos o pequeños arbustos. En el suelo caminan dando saltos, mientras su vuelo es ágil, constante y sereno. Cuando se para, el mirlo muestra una postura muy erguida y elegante.
Los mirlos también se caracterizan por su gran capacidad de adaptación. Con la expansión de las zonas urbanas, estos pájaros se fueron integrando en la ciudad y se acomodaron a los hábitos humanos. Curiosamente, se adaptaron tan bien a este nuevo hábitat que dejaron de ser aves migratorias para adoptar una vida más sedentaria.
El canto del mirlo
El canto del mirlo destaca de tal manera entre las aves que fue cariñosamente apodado como ‘El Beethoven‘. Y semejante fama no es por casualidad.
Los mirlos son capaces de reproducir y memorizar una enorme variedad de cantos, además de imitar sonidos diversos. Por ello, pueden crear melodías complejas y elaboradas que se asemejan a canciones.
En su potente emisión vocal predominan los sonidos aflautados y melodiosos, que pueden combinarse a silbidos potentes. Suelen realizar largas sucesiones con estrofas variadas y breves y finaliza generalmente con un agudo muy característico. Conservan hábitos de canto clásicos y son más activos al amanecer y al atardecer.
Su cría domestica no está permitida, pero es posible atraerlos a nuestros jardines con algunas semillas. También podemos encontrarlos en los parques o jardines públicos, generalmente entre las ramas de los arboles. Resultará sorprendente escuchar su hermoso canto y apreciar su plumaje de intenso color negro.