Con la llegada de las bajas temperaturas, muchas personas se preguntan si es mejor mantener los caballos en establo o al aire libre. Para responder esta cuestión, trataremos de resumir las ventajas y desventajas de cada opción. Además, ofrecemos algunos consejos para acondicionar el ambiente donde abrigaremos a nuestros equinos.
¿Establos o aire libre?: comparando pros y contras
Por un lado, criar los caballos al aire libre significa respetar su forma de vida natural y darles mayor libertad. No debemos olvidar que los equinos son seres independientes, que están preparados para sobrevivir en estado silvestre. El hecho de adiestrarlos y enseñarlos no cambia su esencia, ni las necesidades y deseos inherentes a su naturaleza.
Tener a los caballos al aire libre también nos facilita el trabajo de gestionar su peso saludable y mantener una actividad física diaria. Los caballos no deportistas criados en establos ganan peso más fácilmente y son más vulnerables a las enfermedades asociadas a la obesidad.
Pero la vida al aire libre también puede representar un riesgo para la salud de nuestros equinos. En muchos países, el invierno trae consigo situaciones desfavorables para el desarrollo y la supervivencia de los caballos. Además, en zonas más salvajes, los caballos sueltos son más vulnerables a los ataques de posibles depredadores.
Aunque algunos equinos consigan adaptarse a fríos extremos, ello no debe ser comprendido como una regla para la especie. Los caballos son originarios de climas templados, por lo cual las temperaturas muy bajas y las adversidades climáticas pueden dañar su salud.
Si queremos criar caballos en ambientes controlados, necesitamos ofrecerles las condiciones óptimas para su desarrollo. En los lugares con inviernos gélidos esto se traduce en la construcción de establos donde abrigarlos y protegerlos.
Entonces, ¿es mejor crear los caballos en establo o al aire libre?
En su hábitat natural, los caballos viven al aire libre y tienen la autonomía de moverse cuando necesiten o deseen. No obstante, también podrían optar por abrigarse frente a adversidades climáticas, como lluvia, vientos, nieve o frío extremo. Es decir, naturalmente, los equinos buscarían un refugio para no quedar expuestos a la intemperie.
Por ello, lo más recomendable es dejar a los caballos al aire libre cuando las condiciones climáticas son favorables. De esta manera, conseguimos dar libertad a nuestros equinos sin poner en riesgo su salud y bienestar.
Consejos para acondicionar el establo de tu caballo
Como vemos, los establos serán nuestros aliados para proteger a nuestros caballos y mantener su buena salud. No obstante, debemos acondicionarlos con cuidado y dedicación para ofrecer las condiciones óptimas para el desarrollo de los equinos.
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Revisando la estructura del establo
Antes del invierno, será fundamental comprobar la estructura de los establos y asegurar que están preparados para abrigar a los animales. Al revisar el techo, debemos asegurarnos que no haya fisuras o agujeros que permitan la filtración de agua o la entrada del frío.
Cada establo deberá contar con un espacio donde el caballo pueda dormir y descansar. Este lugar deberá estar cálido, limpio y bien ventilado para evitar la acumulación de humedad. También suele ser recomendable dejar una manta a la disposición del caballo o cubrirlo directamente cuando llegue la noche.
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Una buena higiene es crucial para la salud de tu caballo
Además de bien acondicionados, los establos de nuestros caballos deberán conservarse siempre limpios. La higienización diaria será esencial para evitar la acumulación de impurezas y restos de comida, además de prevenir la proliferación de microorganismos.
El establo también necesitará contar con una buena ventilación e iluminación para combatir la concentración de moho o de bacterias. Durante el invierno, o en las épocas muy lluviosas, la humedad del aire es más intensa. Por ello, debemos estar atentos y revisar diariamente la limpieza de los establos.
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Alimentación e hidratación durante el invierno
Otro cuidado esencial con la llegada del frío es garantizar que los caballos reciban una nutrición equilibrada y una adecuada hidratación. Durante el invierno, los equinos necesitarán recibir una mayor cantidad de alimentos. Su organismo deberá contar con una reserva energética para mantener su metabolismo activo y protegerlo del frío.
También necesitaremos estar atentos a su hidratación durante la estación más fría del año. Los caballos en establos o al aire libre deben tener a su alcance agua fresca y limpia durante todo el día. Además, el bebedero necesita estar protegido de la intemperie para evitar la contaminación del agua.