Los antepasados de los elefantes

Todos conocemos al elefante, pero ¿sabemos cuál es su origen y quiénes fueron sus antepasados? En este artículo te hablaremos de algunos de ellos.

Escrito y verificado por la veterinaria Érica Terrón González.

Última actualización: 01 junio, 2020

Los proboscídeos son un orden de mamíferos al cual pertenecieron los antepasados de los elefantes. Hoy en día solo cuenta con una familia viva, la Elephantidae. Un escaso legado para un grupo muy diverso de animales que apareció hace ya más de 60 millones de años.

El historial fósil de la familia del elefante es uno de los más completos de los que se tiene registro. Su origen más antiguo se remonta al Moeritherium, habitante de los pantanos, aún sin trompa, que vivió hace 50 millones de años.

Los antepasados de los elefantes

Si bien el mamífero originario del elefante fue el Moeritherium, en el Eoceno, la línea evolutiva real no se inició hasta varios millones de años después. A continuación, recorreremos el linaje de estos fascinantes animales.

Los primeros antepasados con trompa

Hay que remontarse al lejano Oligoceno para hallar al Phioma. Este mamífero, de casi 1.2 metros de altura, tenía una trompa muy pequeña en comparación a la del elefante, y disponía de colmillos en la mandíbula superior e inferior.

Más adelante, en el Mioceno, el elefante tuvo un antecesor en el Trilophodon, un mastodonte de cuatro colmillos que vivió en terrenos pantanosos. También en este periodo vivió Gomphoterium, dotado de una prolongada mandíbula inferior que le cubría casi enteramente los colmillos. Su trompa, al igual que la de Phioma, era más corta de lo que acostumbramos a pensar en un elefante.

Antepasados de los elefantes en la Era Cuaternaria

El Amebelodon

Este proboscídeo apareció algo más tarde, a finales del Plioceno, y habitó hasta el Pleistoceno. Tenía una peculiaridad que le hizo ganarse el nombre de “mamut de dientes de pala”. Presentaba dos colmillos en la mandíbula superior y dos anchos dientes inclinados hacia abajo sobresalían de su maxilar inferior.

El mamut

Durante millones de años de compleja evolución, los antepasados del elefante se consolidaron en el mamut lanudo, el cual surgió cerca de unos 250.000 años atrás.

El Mammuthus primigenius se adaptó al frío de los periodos glaciales con el cuerpo cubierto de pelo áspero y largo. Ostentaba curvados colmillos de casi cinco metros de longitud y una joroba que debió darle cierto parecido con el bisonte.

Habitaba en los bordes de las regiones heladas, cerca de glaciares y ríos congelados preferentemente, pero también en tundras y estepas, siendo contemporáneo del hombre primitivo. En relación a esto existen dos hipótesis en cuanto a su extinción:

• El repentino e insoportable enfriamiento del clima, de tan notoria intensidad que aniquiló a casi toda la fauna alejada de las regiones tropicales.
• El ritmo de caza insostenible por parte del Homo sapiens.

En cualquier caso, con el fin de la última glaciación, hace unos 10.000 años, el último ejemplar de esta especie desapareció.

¿Qué diferencia hay entre el mamut y el mastodonte?

En la era de hielo existieron dos de los grandes antepasados del elefante que conocemos hoy en día: el mamut y el mastodonte. Animales que, a pesar de ser muy parecidos, no pertenecen a la misma especie.

Los mastodontes surgieron mucho tiempo antes que los mamuts, hace unos 27 millones de años. Vivían en algunas zonas de América del Norte y de América Central.

Aunque los fósiles de ambas especies muestran similitudes, los mamuts eran ligeramente más grandes. Los mastodontes tenían piernas más cortas y más bajas, y cabezas más planas que los mamuts.

Otra de las diferencias entre mamuts y mastodontes era su alimentación. Aunque ambos eran herbívoros, los mamuts tenían molares simples que les permitía comer vegetación como hierbas y pasto, muy similar a los elefantes de hoy. Por su parte, los mastodontes tenían molares más especializados que les servían para destruir incluso ramas y troncos.

Los antepasados de los elefantes: restos que han llegado a nuestros días

En California se han descubierto mamuts y otros grandes animales sepultados en fosos de alquitrán. Se supone que la temperatura glacial del Pleistoceno precipitó sobre ellos las grandes capas de hielo perennes.

También, en Siberia, se han hallado restos fósiles de estos antiguos animales en sorprendente estado de conservación. Algunos incluso con pelo, piel y carne, intactos, dentro de colosales bloques de hielo.