Anisocoria en perros: causas, diagnóstico y tratamiento

¿Tu perro tiene las pupilas de diferente tamaño? Esta condición se llama anisocoria. Aunque no es una enfermedad, es signo de que algo no va bien con tu mascota. Conoce aquí los detalles.
Anisocoria en perros: causas, diagnóstico y tratamiento
Sebastian Ramirez Ocampo

Escrito y verificado por el médico veterinario y zootecnista Sebastian Ramirez Ocampo.

Última actualización: 12 mayo, 2023

En esencia, la anisocoria en perros podría definirse como la asimetría en el tamaño de las pupilas. Es decir, una se encuentra más dilatada o contraída que la otra. Si bien no es una patología en sí, su aparición se relaciona con alteraciones del sistema ocular, nervioso y auditivo.

Por tal motivo, es importante que conozcas el origen de la anisocoria en tu mascota, con el objetivo de brindarle atención oportuna. Descubre en el siguiente contenido, todos los aspectos relacionados con este inusual desorden pupilar.

Dilatación y contracción pupilar

La pupila es la estructura negra que encontramos en el centro del iris. En el canino, su forma siempre es redonda, y es similar a la apertura de diafragma de una cámara: tiene la función de regular la entrada de luz al interior del ojo, en especial, a la retina. Esto lo logra a través de dos procesos conocidos como dilatación y contracción pupilar.

El primero ocurre cuando hay un estímulo lumínico muy pobre. En respuesta, el sistema nervioso simpático (SNS) se encarga de aumentar el tamaño de la pupila, con el fin de obtener la mayor cantidad de luz posible. Esto se conoce como midriasis.

Por su parte, en la contracción pupilar ocurre lo contrario. Cuando hay demasiados estímulos lumínicos, el sistema nervioso parasimpático (SNP) es responsable del cierre de la pupila, para disminuir la entrada de luz a su interior. Este fenómeno es denominado miosis.

Perro marrón ojo pupila contraída
A la dilatación de la pupila se le conoce como midriasis y se produce como una respuesta a la luz. El estado contrario se llama miosis.


Causas de anisocoria en perros

La profesora asociada en la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad de Arizona, Ryane Englar, asegura en su libro Common Clinical Presentations in Dogs and Cats, publicado en el año 2019, que «la anisocoria puede ser resultado de una enfermedad ocular primaria o enfermedad neurológica primaria».

Esto significa que la diferencia del tamaño de las pupilas de tu canino, puede ser una manifestación de algún trastorno que puede producirse en los sistemas visual o nervioso. Revisemos las causas más comunes.

Causas oculares

La anisocoria puede ser una condición secundaria de enfermedades del ojo o disfunciones en el nervio óptico, que es responsable de transmitir los estímulos visuales desde la retina hasta el cerebro.

También puede aparecer la asimetría en el tamaño de las pupilas, a raíz del contacto ocular del perro con determinadas plantas y sustancias. Cuando es así, nos referimos a causas oftalmológicas u oculares. Entre ellas se encuentran las siguientes:

  • Medicamentos: la atropina y la tropicamida provocan la midriasis en la pupila, mientras que la pilocarpina causa miosis.
  • Toxicosis por bromuro: la administración de bromuro de potasio, combinado con fenobarbital, es común para tratar la epilepsia idiopática. Sin embargo, su exceso puede ocasionar una toxicosis, conocida como bromismo, y esta a su vez es posible que cause anisocoria.
  • Exposición a plantas tóxicas: existen ciertos compuestos o materiales biológicos que pueden producir irritación del ojo y anisocoria en perros, cuando ocurre el contacto ocular directo. El estramonio (Data stramonium) es una planta que causa este desorden ocular en caninos.
  • Uveítis anterior: es la inflamación del iris —donde se ubica la pupila— y parte de la capa media de la pared ocular, llamada cuerpo ciliar. Esto afecta el esfínter pupilar, por lo que se genera una midriasis al no poderse contraer la pupila.
  • Hipoplasia del iris: se trata de una condición en la que el iris no se desarrolla de forma óptima o es muy delgado. En los caninos puede ser congénita o secundaria a la inflamación del iris.
  • Atrofia del iris: esta degeneración se asocia al envejecimiento del canino y produce midriasis.
  • Sinequias posteriores: cuando el iris se adhiere a la cápsula del cristalino, se bloquea el humor acuoso. Es posible que la pupila adquiera una forma anormal en el ojo afectado.
  • Glaucoma: consiste en el aumento de la presión intraocular, producto de la acumulación del humor acuoso. La progresión de esta enfermedad causa daños en el nervio óptico, con la consecuente pérdida de la visión. De igual manera, puede afectar el iris y la pupila, ocasionando midriasis en el ojo afectado.

Causas neurológicas

La asimetría en el tamaño de las pupilas también puede ser una manifestación de alguna disfunción en los sistemas simpático o parasimpático. Entre las causas neurológicas se distinguen las lesiones aferentes o sensoriales y las lesiones eferentes o motoras. En animales de compañía se presentan con mayor frecuencia las siguientes:

  • Traumatismo craneoencefálico: un trauma craneal puede generar una grave lesión o inflamación en los nervios que comunican al sistema nervioso con el ojo.
  • Neoplasia intracraneal: un tumor al nivel del sistema nervioso central es capaz de causar interferencia en la comunicación del cerebro con las vías nerviosas que inervan la pupila.
  • Toxicidad por organofosforados: son ingredientes presentes en insecticidas y herbicidas. Al ingerirlas, producen intoxicación que se manifiestan con signos como exceso de salivación, lagrimeo, micción y en algunos casos, anisocoria.
  • Denervación simpática o síndrome de Horner: ocurre cuando se interrumpe la vía simpática, encargada de la dilatación de la pupila. Se caracteriza por la miosis de la pupila afectada y la protrusión o desplazamiento del tercer párpado.
  • Denervación parasimpática: una alteración en la vía parasimpática, impide la contracción pupilar.
  • Denervación simpática y parasimpática concurrente o disautonomía: se trata de la presencia simultánea de ambas disfunciones. Aunque es más común en gatos que en perros, tiende a manifestarse entre los caninos medianos a grandes, que habitan en zonas rurales.


Otras causas

La otitis media puede ser causante de anisocoria. Las neuronas y nervios que participan en la comunicación simpática de la pupila con el cerebro, pasan por el canal auditivo. Por tal motivo, una inflamación del oído medio puede generar interferencia en esta vía nerviosa. En este caso, se presenta una miosis o contracción persistente en la pupila.

Por otro lado, la picadura de algunas garrapatas puede transmitir ehrlichiosis canina. Conforme a lo expuesto en un artículo publicado en la revista Veterinary Sciences, se ha observado la anisocoria entre los signos oculares que muestran algunos caninos con esta enfermedad infecciosa.

Diagnóstico de la causa de anisocoria en caninos

Veterinario examina ojo perro con una linterna
La anisocoria puede ser un signo de una lesión en el sistema ocular o puede deberse a una disfunción neurológica.

La localización de la lesión es esencial para el diagnóstico y tratamiento de la afección subyacente a la asimetría en el tamaño de las pupilas. Para ello, el veterinario recurre a un chequeo físico, que incluye un examen de la vista, para identificar cuál de las dos pupilas es la afectada. Para hacerlo, evalúa al canino en condiciones de luz brillante y tenue.

Sumado a esto, es posible que se realicen otras pruebas. Entre ellas, se incluye el test de Schirmer que mide la producción de lágrimas. Además, un test de fluoresceína permite determinar si hay cuerpos extraños o una úlcera en la córnea. Consiste en la administración de un colorante anaranjado en la superficie ocular e iluminar con una luz azul cobalto el ojo.

Por su parte, la tonometría es un procedimiento realizado para medir la presión intraocular en los ojos del perro. Esta evaluación permite detectar si tiene glaucoma o uveítis.

El especialista también puede realizar pruebas farmacológicas —con fisostigmina, pilocarpina diluida o fenilefrina diluida— a fin de distinguir si la disfunción se halla en las vías simpáticas o parasimpáticas. Del mismo modo, podrá indicar exámenes de sangre y orina, así como una tomografía computarizada o una resonancia magnética.

Tratamiento específico

El tratamiento de la anisocoria dependerá de la enfermedad o trastorno que la provoque y se ajustará a lo que el veterinario determine que necesita tu mascota. Algunas patologías, como el glaucoma, pueden necesitar la administración de medicamentos, como ungüentos o gotas. Así mismo, hay otros casos en los que se hace necesario recurrir a la cirugía.

Manejo y consideraciones finales de la anisocoria en perros  

Como pudiste observar, la anisocoria en perros tiene diferentes orígenes. Desde traumas, tumores, problemas del sistema nervioso hasta inflamaciones del oído y del propio ojo. En estos casos, el médico veterinario se encargará de identificar qué es lo que está causando este problema en tu mascota, con el objetivo de brindar el tratamiento adecuado.

Por lo general, las enfermedades que causan anisocoria tienen tratamiento médico, por lo que no hay que entrar en pánico si observamos este síntoma en nuestro perro. Eso sí, es tu deber identificarlo rápidamente, pues una atención oportuna siempre marcará la diferencia.


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