¿Qué es el tercer párpado en perros?

¿Qué es el tercer párpado en perros?
Francisco María García

Escrito y verificado por el abogado Francisco María García.

Última actualización: 08 febrero, 2022

Algunas de nuestras mascotas tienen partes del cuerpo que nosotros no tenemos y, que por lógica, ignoramos. Sin embargo, estas zonas de su cuerpo suelen ser muy importantes para su bienestar, y el tercer párpado de los ojos también es una de ellos.

La ignorancia de algunas características del organismo de nuestra mascota puede llevarnos a descuidar su salud. Este es precisamente el caso del tercer párpado en perros, que a continuación vamos a explicarte con más detalle.

También llamada glándula nictitante, se sabe que esta se activa cuando existe una pequeña lesión o riesgo en el ojo del animal. En este sentido, no se trata del síntoma de una enfermedad o de algo negativo, más bien es un eficaz mecanismo de autoprotección.

Pero veamos más del tercer párpado en los perros y su funcionamiento:

¿Qué es realmente el tercer párpado?

Básicamente, este órgano es una membrana de tejido conjuntivo.  No posee en sí mismo músculos, ni pelo o alguna otra cobertura, pero se manifiesta cuando el ojo se siente en peligro. En pocas palabras, él mismo se activa como resultado de un reflejo.

Cabeza de perro apoyada en una mano

Su funcionamiento es simple: ante la lesión o posible impacto, el tejido se mueve mientras el ojo es retraído hasta la órbita. Es en este momento cuando el tercer párpado aparece en cuestión de microsegundos y, pasado el peligro, volverá a su estado original.

Aunque su aparición no es objeto de preocupación, su evolución puede ser considerada como un problema de salud moderado. En este caso, lo primero es ir al médico para realizar un examen oftalmológico que constate el estado de la membrana.

Ventajas del tercer párpado

En principio, la capacidad protectora del tejido es su principal utilidad y ventaja para la integridad del ejemplar. La misma también opera ante la aparición de úlceras e infecciones, y además su funcionamiento facilita la hidratación constante del órgano visual.

De hecho, a este órgano se le atribuye la producción de un 40% del lagrimeo de los perros. Con respecto a las infecciones, su recubrimiento permite que los anticuerpos reaccionen en contra de microorganismos.

Por último, su movimiento natural permite remover basuras y cuerpos extraños que se posen en el órgano ocular. En este sentido, podríamos decir que actúa de forma similar al limpiaparabrisas de un coche.

Aun cuando no siempre se puede distinguir, si vemos que una película blanca cubre alguno de los dos ojos, entonces estaremos en presencia de esta membrana. El problema real ocurre cuando han pasado más de cinco o seis horas y la misma no ha vuelto a su lugar.

El fenómeno del ‘ojo de cereza’

En ocasiones, la glándula nictitante sale y no vuelve a su sitio, en lo que se consideraría un prolapso. Esta patología puede surgir como un fenómeno hereditario, o simplemente por la debilidad o sequedad del tejido.

A decir verdad, este es uno de los cuadros más comunes dentro de la oftalmología veterinaria. Cabe destacar que la misma puede ser más frecuente en algunas razas que en otras. El bulldog inglés, el bóxer, el pequinés, chihuahua y mastín napolitano son las especies que tienen mayor propensión.

En esos casos, el tercer párpado desempeña una función casi constante, pero al margen de esas razas, todos los perros de cualquier edad pueden experimentar un prolapso total de la membrana y lo propio es buscar una solución médica.

Mirada de perro

¿Qué hacer en caso de prolapso?

No existen medicinas que puedan tratar este padecimiento. En todo caso, el único procedimiento disponible es la realización de una cirugía para suturar el tejido y recogerlo. Cuando ocurre este prolapso, lo lógico es dirigirnos inmediatamente al veterinario.

Con respecto a los efectos, el ‘ojo de cereza’ no implica dolor o daños mayores en el ojo del animal. En apariencia todo parece estar bien y los síntomas son prácticamente imperceptibles al ojo humano. No obstante, no tratarlo a tiempo puede producir otras enfermedades como el ojo seco y la conjuntivitis.

Tampoco es recomendable que un veterinario extraiga la glándula. ¿Qué ocurriría en caso de extracción? Esta acción implicaría la sequedad del ojo de forma permanente. Parte fundamental de la protección del órgano visual de cualquier animal está precisamente en la hidratación.

En conclusión, el tercer párpado en los perros es natural, normal y ejerce una función primordial en la protección de los ojos. No debemos alarmarnos, pero si vemos algo extraño debemos dirigirnos inmediatamente al especialista de confianza.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.