En el reino animal existen animales con diferentes hábitos de vida. Mientras unos se caracterizan por disfrutar del día, otros están acostumbrados a solo salir de noche. Por lo común, estas preferencias se encuentran adaptadas a sus características biológicas, de manera que los animales diurnos son completamente diferentes a los nocturnos.
Los animales nocturnos pasan la mayor parte del día durmiendo, y, cuando el sol se oculta, salen para proveerse de alimento o aparearse. En el siguiente artículo te contaremos todo sobre los hábitos de los animales nocturnos. También descubriremos algunas de las especies que componen este fascinante grupo.
Características de los animales nocturnos
A diferencia de los diurnos, los animales nocturnos son más activos entre el atardecer y el amanecer. Dicho de otro modo, permanecen despiertos en las horas oscuras y duermen cuando hay luz solar. Este comportamiento tiene una o varias explicaciones, ya que, como se dice, “la naturaleza es sabia”.
Sus instintos son más fuertes durante la noche, así que aprovechan los recursos disponibles cuando se oculta el sol. Se han adaptado para depredar o reproducirse cuando está oscuro. La selección natural ha propiciado que estos animales se especialicen en la supervivencia nocturna a nivel sensorial y comportamental, así que no pueden desarrollarse bien en entornos muy iluminados.
En otras ocasiones, estos seres emplean las horas después de la puesta del sol para reducir el riesgo de ser cazados por los depredadores. Los animales nocturnos tienen los sentidos muy desarrollados, por eso le sacan el mayor partido a los ambientes de poca luz. Por ejemplo, cuentan con estructuras especiales en los ojos (si tienes un gato, sabrás de qué estamos hablando) para poder ver en la oscuridad.
Adaptaciones para la oscuridad
Por otra parte, los animales nocturnos aprovechan la quietud del ambiente para percibir olores y encontrar comida. En general, su capacidad auditiva les hace más fácil el trabajo de hallar presas. También tienen sus cuerpos adaptados para generar menos ruido, como es el caso de las alas del búho o las patas de los felinos.
Como si todo esto no fuese suficiente, los animales nocturnos tienen habilidad para camuflarse, no deben competir en exceso para hallar alimento y no están obligados a esforzarse tanto para evitar ser vistos o cazados por los depredadores (entre ellos, el ser humano).
Cambios en sus sentidos
Los animales nocturnos se han modificado sus sentidos para adaptarse a vivir en la oscuridad. Por ello, presentan ciertos cambios en sus estructuras sensoriales que mejoran su percepción. Entre las adaptaciones más evidentes se encuentran las siguientes:
1. Cambios en la vista
Estos seres pueden tener ojos con una vista muy poco desarrollada o con excelente visión. Algunos animales optan por mejorar otros sentidos como el olfato o el tacto, por lo que su visión se encuentra casi atrofiada. Sin embargo, también existen especies que han sobredesarrollado sus ojos para detectar el más mínimo rayo de luz.
Existen ciertas especies que exhiben modificaciones en sus ojos como el tapetum lucidum, el cual es una capa reflejante situada en la retina del globo ocular. Dicha capa actúa como un espejo que refleja y amplifica la luz que recibe el ojo, de esta manera, mejora la visión en entornos con poca luz. De hecho, esta estructura es la que causa que los ojos de los gatos y los perros “brillen” en la noche.
2. Cambios en el sistema auditivo
Al estar en un entorno oscuro, la capacidad auditiva se vuelve primordial para orientarse en el ambiente. Esta es la razón por la que varios animales nocturnos han modificado su sistema auditivo para hacerlo más sensible a los estímulos. De esta forma, son capaces de detectar sonidos e identificar si se trata de una presa o de un depredador.
En algunas especies como los murciélagos, el sistema auditivo se ha modificado tanto que le permite utilizarla ecolocalización. Esto significa que producen ondas sonoras, con su boca o nariz, que rebotan con el entorno y regresan a sus orejas. Gracias a esto, son capaces de generar un mapa mental y conocer la ubicación de cada objeto en la zona.
3. Cambios en el olfato
El olfato es esencial para las especies nocturnas, pues les permite percibir a otros animales a varios kilómetros de distancia. Gracias a ello, son capaces de escapar o perseguir a sus presas en la oscuridad. Es más, todos los seres vivos generan una esencia particular y única. Esto significa que aquellos seres vivos que poseen un gran olfato tienen una enorme ventaja adaptativa.
4. Cambios en el sentido del gusto
Tanto el gusto como el olfato son sentidos que se dedican a identificar partículas químicas en el ambiente. Sin embargo, el gusto necesita estar en contacto directo (lengua). A pesar de que parece no ser tan eficiente, algunos seres vivos utilizan esta capacidad sensitiva de su boca para localizar a sus presas cuando el olfato no es suficiente.
5. Cambios en el sentido del tacto
El tacto es el último de los sentidos que sufren cambios para mejorar la vida de los animales nocturnos. La falta de luz en el ambiente hace que sea necesario percibir el entorno de otra manera, por lo que el tacto se hace aún más sensible para detectar estímulos pequeños como la vibración del suelo o del aire. De esta forma, son capaces de ubicar y distinguir la presencia de un depredador o de una presa.
Ejemplos
Ya hemos hablado de las características principales de estos maravillosos seres que viven de noche. Ahora, es momento de conocer algunos ejemplos.
1. Pantera nebulosa
La pantera nebulosa (Neofelis nebulosa) es un felino que vive en los bosques y las selvas de Asia y África y su nombre se debe a que cuenta con unas manchas en el manto. Estas le permiten camuflarse entre los árboles, donde habita (casi nunca desciende al suelo). Caza por las noches y sus presas favoritas son los pájaros, los roedores y los pequeños primates. Su habilidad es tal, que puede saltar de rama en rama sin ser percibido.
2. Luciérnaga
Podría decirse que este animal nocturno (familia Lampyridae) es una excepción en cuanto a pasar desapercibido se refiere. Cuando oscurece, los machos vuelan emitiendo una luz ubicada en la parte posterior del cuerpo para poder aparearse. Las hembras no vuelan, pero también emiten luz. La luciérnaga es originaria de América y Asia, vive cerca de pantanos, junglas y manglares húmedos.
3. Zorro rojo
Es la especie de zorro (Vulpes vulpes) más extendida por todo el mundo. La coloración de su pelaje le permite adaptarse a su entorno: áreas montañosas y con hierbas. Por culpa de la caza y los hábitos del hombre, el zorro rojo ha tenido que cambiar su comportamiento y adaptarse a la vida nocturna, aunque siempre ha sido crepuscular por naturaleza.
Durante el día, este mamífero duerme y se esconde en madrigueras o cuevas. Por la noche, sale para hallar alimento (animales de pequeño tamaño), entre los que se encuentran roedores, aves y otros vertebrados.
4. Búho
El búho (Bubo bubo) es uno de los animales nocturnos por excelencia. Anida en zonas boscosas, y cerca de pueblos y ciudades. Durante el día, duerme en cuevas para protegerse de la luz. Es un ave rapaz que se alimenta de pequeños mamíferos, reptiles, peces o insectos. Su gran habilidad para camuflarse entre los árboles no es lo único destacado: también cuenta con un buen oído y una vista perfecta.
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5. Boa de Tumbes
Hay algo que produzca más miedo que ir de paseo y hallar una serpiente… ¡Si! Que sea de noche y te topes con una boa de Tumbes (Boa constrictor longicauda). Esta constrictora que vive en la selva de Ecuador y Perú, tiene el cuerpo musculoso y trepa a los árboles donde duerme durante el día.
Aunque pueda considerarse como un animal nocturno, también tiene hábitos diurnos, dado que es de sangre fría. Necesita darse “baños de sol” para que sus órganos funcionen. Se acerca a las víctimas de forma sigilosa, y rápidamente se enrolla en sus cuerpos, asfixiándolas.
6. Murciélago
Relacionamos al murciélago (Chiroptera) con la vida nocturna debido a que durante el día duerme cabeza abajo en una cueva o tronco de árbol. Sus sensibles ojos no le permiten ver cuando hay sol. Este pequeño mamífero come frutas, insectos o roedores pequeños, dependiendo de la especie. Se orienta en la oscuridad gracias a su chillido.
Aunque tengan fama de chupar sangre, muy pocos murciélagos son verdaderamente hematófagos.
7. Erizos
Los erizos (subfamilia Erinaceinae) son pequeños mamíferos cubiertos de púas y con un hocico puntiagudo. Todos ellos son insectívoros y poseen una longitud media de 24 centímetros, con 500 gramos de peso. De todas formas, las medidas varían entre ejemplares y especies. Son animales de hábitos crepusculares que aprovechan la noche para buscar insectos entre la hojarasca.
8. Cucarachas
Las cucarachas (orden Blattodea) son unos insectos que presentan fototaxia negativa, es decir, huyen inmediatamente ante cualquier estímulo lumínico. Esto tiene mucho sentido, ya que su gran velocidad y su color oscuro contrastan muy mal con los ambientes iluminados.
Muchos tipos de cucarachas son considerados como plagas y vectores de enfermedades en la sociedad humana. Además, las especies urbanas se alimentan de casi cualquier cosa, tienen un ritmo reproductivo muy rápido y una gran resistencia a los agentes tóxicos.
9. Gecko leopardo
El gecko leopardo (Eublepharis macularius) es un reptil muy popular en el hobby de la terrariofilia, ya que es dócil y se presenta con muchos colores o morfotipos. Es nativo de diversas regiones en Afganistán, Irán, Pakistán, India y Nepal. Destaca por sus hábitos nocturnos y sale de su guarida a cazar insectos cuando cae el sol.
10. Sapo
Los sapos (familia Bufonidae) son unos anfibios de lo más curiosos y llaman la atención por su cuerpo rechoncho y arrugado. Además de ser nocturnos, destacan por salir de sus escondrijos en las noches lluviosas. Requieren una alta humedad ambiental y la aprovechan para respirar por la piel (además de los pulmones).
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11. Elefantes
Aunque los elefantes (Elephantidae) también tienen una gran actividad durante el día, la realidad es que pasan al menos el 50 % de la noche despiertos. De hecho, interactúan entre sí, se desplazan y buscan comida durante este tiempo. Se calcula que en total pasan un aproximado de 18 horas al día activos.
Otras especies conocidas
Existe una gran diversidad de animales nocturnos, por lo que sería imposible enlistarlos a todos. A continuación, se listan otras especies conocidas de este grupo peculiar:
- Lechuza negra (Strix huhula): hermosa rapaz de color negro que vive en Sudamérica.
- Huerequeque (Burhinus superciliaris): ave que tiene un gran parecido a las avestruces, solo que con un tamaño de 40 centímetros de alto. Es originaria de Ecuador, Chile y Perú.
- Boa de Tumbes (Boa constrictor longicauda): reptil endémico de la región selvática de Tumbes, localizada entre Perú y Ecuador. tiene una gran variedad de colores y alcanza una longitud de entre 1.4 y 1.8 metros.
- Arañas camello (Solifugae): es un grupo de arácnidos de gran tamaño que habitan en diferentes zonas áridas. Su nombre “solifugos” hace referencia a que huyen del sol.
- Escorpiones o alacranes (Scorpiones): artrópodos peligrosos que se caracterizan por presentar una cola capaz de inyectar veneno. Son depredadores nocturnos que abundan en las regiones desérticas y tropicales del mundo.
- Mapache (Procyon spp.): este mamífero tiene una gran habilidad para manipular objetos, lo cual le permite ser buen escalador y depredador. Suele vivir en los bosques de diferentes regiones del continente americano.
- Jerbos (Dipodinae): se caracterizan por tener la apariencia de un pequeño hámster, pero con las extremidades traseras de un canguro. Son endémicos de África y Asia, aunque algunos son utilizados como mascotas domésticas en la actualidad.
- Nutria europea (Lutra lutra): un hermoso mustélidos acuático que disfruta nadar en los ríos de su hábitat. Aunque es cierto que se le puede ver activo durante el día, es más propenso a cazar por las noches. Se distribuye por gran parte del continente euroasiático y por el norte de África.
- Gineta (Genetta genetta): este animal comparte muchos rasgos físicos con el gato doméstico, por lo que incluso se le conoce en ciertas zonas como “gato árabe”. Son depredadores nocturnos y solitarios que viven en la Península Ibérica, al norte de África y en las regiones baleares.
- Erizos (Erinaceinae): hermosos mamíferos pequeños que lucen un manto lleno de púas filosas. Tienen una vida predominantemente nocturna y se alimentan de insectos. Son endémicos de Europa, Asia y África, aunque han sido introducidos a otros países.
¿Qué te ha parecido esta lista con 21 animales nocturnos? A pesar de que te hemos mostrado unos cuantos, cabe destacar que nos hemos dejado cientos y cientos de ello en el tintero. Te animamos a que investigues por tu cuenta, pues los secretos de la noche son prácticamente infinitos.
Bibliografía
Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.
- Crawford, S. C. (1934). The habits and characteristics of nocturnal animals. The Quarterly Review of Biology, 9(2), 201-214.
- Clark, A. H. (1914). Nocturnal animals. Journal of the Washington academy of sciences, 4(6), 139-142.
- Lukacs, D. E., Poulin, M., Besenthal, H., Fad, O. C., Miller, S. P., Atkinson, J. L., & Finegan, E. J. (2016). Diurnal and nocturnal activity time budgets of Asian elephants (Elephas maximus) in a zoological park. Animal Behavior and Cognition, 3(2), 63-77.