Alimentación del tejón

Los tejones suelen ser muy selectivos con sus alimentos, pues son organismos que buscan optimizar su búsqueda de nutrientes. En consecuencia, la especie suele tener ciertas preferencias en su dieta.

¿Cómo es la alimentación del tejón?

El tejón común (también conocido como tasugo) es un mamífero que se distribuye por gran parte de Eurasia, donde ocupa una destacable variedad de hábitats. Esta situación ocasiona que se adapte a la disponibilidad de los recursos, lo cual provoca variaciones en la alimentación del tejón por región. Contrario a lo que se suele creer, estos animales no basan su dieta solo en comer lombrices de tierra.

El nombre científico de este organismo es Meles meles y es un miembro del grupo de los mustélidos. A pesar de que la mayoría de los integrantes de su taxón suelen ser carnívoros, el tejón rompe este esquema teniendo un régimen de alimentación diferente. Sigue leyendo para conocer qué es lo que come este peculiar animal.

¿Cómo son los tejones?

Estos mamíferos tienen un cuerpo alargado y robusto que suele medir entre 65 y 80 centímetros de largo. Aunado a ello, su característica más identificable es el hocico prominente con una nariz negra, lo cual le da un aspecto cilíndrico al ejemplar. Por si fuera poco, tanto la cola como las patas de este animal están reducidas y su apariencia coincide con la de otros mustélidos (como el hurón).

El pelaje de esta especie es de color gris en la mayor parte de su cuerpo, mientras que en su cara presenta un patrón de franjas blancas y negras bien definidas. De hecho, al igual que los mapaches, tiene una suerte de antifaz en sus ojos, solo que en lugar de portar líneas horizontales las suyas son verticales.

Este animal está adaptado para una vida subterránea, por lo que cuenta con enormes garras que le permiten cavar con facilidad. Por esta misma razón su visión es bastante limitada, pero tanto el olfato como el oído lo compensan (al ser muy sensibles). Los tejones son nocturnos y aprovechan la noche para cazar, pues gracias a sus sentidos logran detectar con facilidad cualquier fuente de alimento.

Un tejón.

Alimentación del tejón

El tejón es un organismo omnívoro que tiene una extrema facilidad para elegir su dieta. Esto significa que se alimenta de una gran variedad de recursos, como insectos, frutas, roedores, aves, peces y hongos, de los cuales ninguno es esencial. Los tejones seleccionan a las presas más abundantes con las que puedan solventar sus necesidades dietéticas en cada área de distribución.

Esto ocasiona que cada ejemplar se acople a los recursos de su hábitat: mientras algunos tejones comen solo lombrices, otros incluso se alimentan de conejos. De hecho, según un estudio realizado por la Universidad de Lisboa, la dieta de este organismo cambia en cada estación del año, lo que significa que es más un oportunista que un depredador al uso.

Dicha habilidad adaptativa le permite al tejón ocupar desde áreas húmedas como bosques o praderas hasta regiones secas como desiertos. En pocas palabras, lo único que necesita este animal para sobrevivir es la suficiente comida y un lugar tranquilo para construir su madriguera.

Las lombrices son más suculentas

Durante mucho tiempo se pensó que los tejones estaban especializados en comer lombrices, puesto que era común encontrarlos alimentándose de estos invertebrados. Sin embargo, gracias al análisis detallado de diversas poblaciones se determinó que la especie es generalista y consume una gran variedad de alimentos. Aun así, esto no significa que no tenga preferencia por un tipo de comida en específico.

Conforme se fue detallando mejor el comportamiento de esta especie, se logró entender la razón por la cual varios ejemplares se alimentaban de lombrices. En pocas palabras, la gran cantidad de nutrientes que contienen estos invertebrados les permite a los tejones desarrollarse mejor y tener una vida saludable. Esto significa que la lombriz es el platillo más delicioso y nutritivo para los tejones.

Especialista en seleccionar su hábitat

Al ser oportunistas, los tejones procuran elegir sus hogares en sitios con gran cantidad de recursos. Por esta razón, sitios como los bosques húmedos son los primeros en su lista, mientras que los desiertos son de las últimas opciones. Además, antes de reproducirse los padres se aseguran de elegir un hábitat con gran cantidad de alimentos que sea apto para sustentar a sus crías.

Gracias a la selección que hacen los papás, sus hijos pueden crecer tranquilos y sin problemas. Asimismo, y mientras los recursos lo permitan, la progenie de los tejones heredará el territorio para que no tenga que buscar otro hogar. En el peor de los casos, si la comida llega a escasear el grupo puede dividirse y buscar nuevos hábitats.

Como podrás darte cuenta, la alimentación del tejón es un factor clave para explicar su capacidad adaptativa. Muchas de las características y los comportamientos de cada especie se encuentran asociados a la efectividad de supervivencia de cada organismo. Esto significa que, a pesar de parecer poco importante, cada rasgo y aspecto de los animales es esencial para su persistencia en el entorno salvaje.

Bibliografía

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