El gran carácter de los perros hace que, además de grandes compañeros, puedan ser aliados de los humanos. A los perros no solo les gusta trabajar, sino que con un buen entrenamiento pueden hacerlo muy bien. Estos son unos ejemplos de los trabajos que pueden hacer los perros.
Trabajos que pueden hacer los perros
El espíritu de colaboración de los perros y su carácter complaciente hace que sea posible para muchos de ellos desempeñar empleos. Hay una gran variedad de trabajos que pueden hacer los perros: algunos necesitan un gran físico, muchas capacidades innatas y un entrenamiento dedicado, pero otros son más sencillos.
Con un poco de adiestramiento, casi todos los perros pueden trabajar. ¡Incluso podrían ayudarte con las tareas domésticas! Si no es demasiado joven o demasiado mayor, y tiene una buena forma física, los perros siempre están dispuestos a aprender nuevas habilidades.
De lo que no tenemos ninguna duda es que por lo menos todos los perros trabajan día a día consolándonos en un mal día, ayudándonos a relajarnos después de trabajar o ayudándonos a dejar la vida sedentaria haciéndonos salir a pasear. Aunque no tengan un sueldo, se esfuerzan cada día por ser mejores y eso también cuenta como un trabajo.
1. Detección de drogas
Uno de los trabajos que pueden hacer los perros más conocidos, pero a su vez más difíciles de entrenar, es la detección de drogas. El entrenamiento de estos agentes empieza cuando son unos cachorros y continúa a lo largo de toda su vida.
Los perros detectores de drogas pueden trabajar a pie de calle, en aeropuertos o aduanas. Son perros que trabajan para instituciones gubernamentales, como la policía o el ejército: no son perros caseros. Pasan a vivir con una familia como perros normales cuando se jubilan.
2. Rescate de personas desaparecidas
Tanto cuando hay un desastre natural o un derrumbe y hay personas atrapadas, como cuando desaparece una persona y hay que buscarla en un gran área, los perros de rescate pueden localizarlas. Sea en un terremoto en medio de una ciudad o en un bosque de noche, estos animales emplean el olfato y el oído para encontrar a las víctimas.
De la misma manera que los detectores de drogas, estos perros empiezan su entrenamiento cuando son muy jóvenes, y siguen aprendiendo habilidades y desarrollando sus capacidades toda su vida. Además de tener mucho olfato, aprenden a trabajar en condiciones extenuantes, de día y de noche, solos y entre multitudes, entre otras muchas variables.
Este no es uno de los que trabajos que pueden hacer todos los perros: el adiestramiento del animal es tan importante como la formación de su guía humano. En caso de que ocurra un desastre, solo los perros entrenados deberían acceder a los lugares en los que se necesita ayuda.
3. Detección de ataques epilépticos y hipoglucemias
Los perros también ayudan con la salud de sus familias a diario, por ejemplo, en personas con epilepsia o diabetes. En algunos hospitales están empezando a adiestrar perros para detectar tumores y otros problemas de salud.
En casa, los perros que ayudan a personas con epilepsia les avisan cuando se acerca un ataque y les ayudan cuando este sucede: mantienen la calma y colocan su cuerpo de manera que evitan que el humano que haga daño durante el episodio.
Los perros detectores de hipoglucemias son capaces de oler los niveles en sangre de las personas que padecen diabetes. De esta manera, les avisan cuando el nivel desciende o asciende demasiado. De esta manera, los enfermos saben cuándo deben medirse el azúcar y tomarse la medicación o comer, dependiendo de cada caso.
4. Protección de mujeres maltratadas
En un programa piloto en España hace unos años entrenaron a unos cuantos perros para acompañar y servir a mujeres maltratadas. Las exparejas de estas mujeres tenían órdenes de alejamiento, pero aun así la policía creía que necesitaban más protección de lo habitual.
La función de estos perros es acompañar a estas mujeres en su día a día. Están entrenados como perros de defensa y guarda, y solo las mujeres conocen las señales para activarlos, en caso de que se sintieran amenazadas. Afortunadamente, pocas veces han necesitado la intervención de los animales y ellas cuentan que su mayor contribución es animarlas a salir a la calle sin miedo.
5. Consuelo en hospitales
De todos los trabajos que pueden hacer los perros, el consuelo y acompañamiento en hospitales es uno de los más pasivos y sencillos. Para que un perro pueda trabajar acompañando a enfermos en hospitales o residencias solo tiene que ser muy amigable y tolerante con las personas.
Por supuesto, hay perros entrenados desde jóvenes, pero también hay muchos perros rescatados por protectoras que cumplen con las aptitudes necesarias y entran en la plantilla no sanitaria del hospital. La pricipal función de estos perros es alegrar a los pacientes con su propia presencia y ganas de complacer.
Al igual que los perros que nos acompañan en casa, está demostrado que acariciar, mirar o interactuar con un perro reduce el estrés, aumenta la felicidad y la calma, rebaja la presión arterial… Vivir con un perro tiene muchos beneficios para la salud. Y además, como acabamos de comprobar, pueden ayudar a nuestra sociedad de otras maneras.