5 tips para combatir los problemas de la piel en los caballos

Los caballos pueden desarrollar diversos problemas de piel, con diferentes intensidades y sintomatologías; es responsabilidad de sus cuidadores y propietarios ofrecer los cuidados adecuados
5 tips para combatir los problemas de la piel en los caballos
Francisco María García

Escrito y verificado por el abogado Francisco María García.

Última actualización: 05 abril, 2019

Las alergias y problemas de piel están entre las enfermedades más comunes de los caballos. Estas afecciones pueden perjudicar gravemente la calidad de vida del animal y llegar a generar daños permanentes en su salud. Por ello, es esencial saber cómo prevenir los problemas de piel en los equinos para ofrecerles una óptima medicina preventiva.

A continuación, hablaremos sobre los principales problemas dérmicos en los caballos y sus síntomas.

Los problemas de piel más comunes en los caballos

Por lo general, estas afecciones en la piel del caballo son provocadas por parásitos y microorganismos patógenos; están asociadas a desequilibrios en su ambiente o fallas en su medicina preventiva.

Enfermedades más comunes en los caballos

La sarna en los caballos  

La sarna es una enfermedad dérmica altamente contagiosa que puede afectar a animales de varias especies, inclusive los seres humanos. Esta afección es provocada por pequeños arácnidos de hábitos parasitarios, que son popularmente conocidos como ácaros.

En la actualidad, se conocen diferentes tipos de sarna en los caballos. Las tres siguientes son las que más frecuentemente se diagnostican:

Tipos de sarna en los caballos

  • Sarna sarcóptica: provoca pérdida de pelos y pequeños bultos sobre la piel, que generan intenso picor. Estos síntomas suelen empezar por la cabeza y el cuello, y se expande rápidamente por el lomo y la grupa del equino. Su agente patógeno es el ácaro Sarcoptes equi y, cuando no es tratada a tiempo, puede llevar a la anorexia y anemia.
  • Sarna psoróptica: afecta principalmente las articulaciones y zonas con manto más largo, produce picor y es causado por el ácaro Psoroptes equi.
  • Sarna corióptica: también conocida como sarna de los pies, ya que afecta principalmente los cuartos traseros y los cascos. Los caballos suelen golpear el suelo constantemente para aliviar el picor: este es el síntoma más característico de este tipo de sarna. Su avance es más lento y es provocado por el ácaro Chorioptes equi.

Tiña en caballos

La tiña es una patología infecciosa de origen fúngico, es decir, provocada por los hongos, y que afecta sobre todo a la piel de caballo. Por lo general, esta enfermedad se desarrolla aprovechando una deficiencia inmunológica del animal. De esta forma, suelen ser más frecuente en equinos ancianos o que no reciben una adecuada medicina preventiva.

El síntoma más característico de la tiña en los caballos son unas lesiones circulares acompañadas de alopecia. Si no es tratada rápidamente, se forman escamas o costras amarillentas sobre las heridas, que suelen desprender un olor peculiar y algo desagradable.

Ácaros y hongos en los caballos

Las dos enfermedades mencionadas son algunos de los problemas en la piel del caballo provocados por ácaros y hongos. No obstante, son muchas las alergias y los procesos infecciosos e inflamatorios que estos agentes pueden ocasionar en los equinos.

En la práctica, la proliferación de hongos y ácaros se origina a partir de malas condiciones en el ambiente del caballo, que permiten por ejemplo el cúmulo de humedad y suciedad en la piel y en los pelos del animal, así como alteraciones en su pH.

Por otro lado, una nutrición incompleta y una medicina preventiva inadecuada también suelen debilitar el sistema inmune del equino. En consecuencia, dejan su organismo más vulnerable a todo tipo de enfermedades y afecciones.

Síntomas de enfermedades

5 consejos para prevenir problemas de la piel en los caballos

Estos tips nos ayudarán en la prevención de las patologías de piel en equinos:

1. Acondicionar el ambiente de tu caballo. Los establos de tus equinos deben proporcionarles las condiciones óptimas para su desarrollo. Una buena ventilación y luminosidad son esenciales para evitar la proliferación de microorganismos y parásitos.

2. Nutrición completa y equilibrada. El heno de mala calidad o de procedencia desconocida tiende a humedecerse con facilidad y también pueden contener los llamados ‘ácaros del heno’. Además, una buena alimentación es clave para el fortalecimiento del sistema inmunológico del caballo.

3. Aseo. El aseo y acicalamiento diario del caballo es fundamental para mantener la belleza y la salud de su piel y pelaje. Esta rutina también ayuda a detectar de manera temprana los síntomas de problemas en la piel de los caballos, así como la presencia de parásitos.

4. Higienización. Los ambientes del caballo deben ser higienizados regularmente, con especial atención para evitar el cúmulo de restos de comida, heno humedecido y suciedades. También es esencial lavar diariamente el bebedero de los caballos, y así evitar el estancamiento del agua en mal estado.

5. Medicina preventiva. Al igual que perros y gatos, los caballos necesitan cumplir un calendario de vacunas y desparasitaciones para prevenir enfermedades graves que pueden llevar a su muerte o a daños irreparables en su salud. Además, se recomienda que la atención veterinaria sea de al menos dos veces al año.


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