Los anfibios tienen en su piel muchas glándulas, y en algunas especies estas glándulas generan veneno. Muchas de las ranas y salamandras son venenosas para protegerse de los depredadores, pero las que aparecen en la siguiente lista son especies de ranas venenosas bastante peligrosas:
Cómo son las especies de ranas venenosas
Muchos de los anfibios, no solamente ranas, tienen glándulas venenosas, aunque a la mayoría de las especies solo les hace tener mal sabor para evitar que los depredadores las vean como presas apetitosas. Sin embargo, hay unas cuantas especies de ranas venenosas que son muy peligrosas incluso para el ser humano.
Los anfibios necesitan un ambiente húmedo, con agua y tierra para vivir; muchas de estas ranas tienen las selvas de Sudamérica y Centroamérica como su hábitat natural. Por lo general, son animales muy pequeños que apenas miden unos pocos centímetros de largo.
Otra generalidad son sus colores: su piel es brillante y vistosa para alertar a los depredadores. Este sistema de alerta funciona tan bien que hay otras ranas que no tienen veneno que han desarrollado colores vivos para espantar a los depredadores.
1. Rana tomate de Madagascar
La rana tomate de Magadascar –imagen que encabeza este artículo– es una especie endémica de esta gran isla. Es decir, solamente se puede encontrar en ese hábitat. Son más grandes que las otras ranas de esta lista, ya que las hembras llegan a alcanzar los 10 centímetros de largo y pesan alrededor de 200 gramos.
Como su nombre indica, son de un color rojo brillante, y algunos ejemplares pueden tener manchas negras bajo la barbilla. No son mortales para los seres humanos, pero sí pueden producir un gran escozor, dolor o reacciones alérgicas.
2. Rana arlequín
La rana arlequín en realidad es una familia formada por casi 100 especies de ranas diferentes que se extienden entre Costa Rica y Bolivia. Se caracterizan por tener colores muy brillantes y porque tienen casi toda su actividad durante el día, al contrario que muchos otros animales, que son nocturnos.
No se conoce bien el estado de conservación de estas especies de ranas venenosas. Algunas de estas ranas están en peligro de extinción, mientras que otras se creen ya extintas; por el contrario, de vez en cuando se siguen descubriendo especies nuevas.
3. Rana mono encerada
La rana mono encerada vive en los árboles en la zona del Gran Chaco entre Argentina, Bolivia y Paraguay. Rara vez salta y se desplaza lentamente entre las ramas.
Es un ejemplo de un anfibio que, a pesar de necesitar la humedad en su hábitat, se ha adaptado para tener que bajar con poca frecuencia al agua. Su piel pierde menos humedad que la de otras ranas, ya que se mueve con tanta lentitud que pasa todo el tiempo que puede encima de los árboles.
4. Rana flecha azul
Esta rana venenosa vive en Surinam y se extiende hasta Brasil, y es de un tamaño muy pequeño: entre 40 y 50 milímetros. Es una especie agresiva y territorial, tanto con las ranas de su especie como con otros animales.
Se les conoce como ‘ranas punta de flecha’ porque son unas de las especies de ranas venenosas que los nativos de la selva utilizan para impregnar las puntas de las flechas. Estas son de un color que varía del azul al violeta y tienen manchas negras que son únicas en cada ejemplar.
5. Rana dorada venenosa
La rana dorada está muy relacionada con la rana flecha azul, aunque vive en la costa de Colombia. También son animales activos durante el día, y tienen un tamaño de entre 60 y 70 milímetros.
Tienen tres variaciones de color: amarillas, verde menta y naranja; se generaliza diciendo que son de color dorado. Se considera, además, el animal más tóxico del mundo: con un gramo de su veneno podrían morir miles de seres humanos. El veneno, además, persiste después de que la rana lo haya depositado.
También los indígenas las emplean para envenenar los dardos o las puntas de flecha; se ha visto que este veneno permanece activo casi dos años después de depositarse en la flecha. Sin embargo, estas ranas en cautividad dejan de ser tóxicas.
Casi todos los anfibios son venenosos como medida de protección frente a los depredadores, aunque muchos de ellos no son peligrosos. En cuanto a las especies de ranas venenosas, podemos decir en que son pequeñas y de colores vivos para ser bien visibles; si te encuentras una rana así, lo mejor es no molestarla.