Los reptiles son animales bastante peculiares, pues contrario a otros organismos estos no suelen ser cariñosos. A pesar de esto, algunos ejemplares tienen colores y formas curiosas que llaman mucho la atención, por lo que se han vuelto populares como mascotas. Aun así no todos los reptiles son buenos animales de compañía para los principiantes, por lo que es mejor evitar tener a ciertas especies.
Todos los organismos tienen diferentes necesidades básicas, pero algunos son más sensibles a ciertas situaciones que pueden ser letales. Por esta razón, y mientras el tutor se habitúa a tratar con estos escamosos ejemplares, es mejor evitar tener reptiles con cuidados delicados. Sigue leyendo y conoce cuáles son las especies que no debes tener si aún eres un principiante.
¿Los reptiles son buenas mascotas?
Los reptiles son organismos con características ancestrales evidentes, pues algunos parecen a simple vista “pequeños dinosaurios”. Estos rasgos y algunas coloraciones increíbles los convierten en unas mascotas peculiares que son excelentes para tener en casa o en un espacio cerrado.
Por si fuera poco, estos animales suelen requerir menos cuidados y atenciones que un perro o un gato, lo cual los hace prefectos para personas con poco tiempo durante el día. Sin embargo, para mantenerlos se necesita un hábitat (terrario) con las condiciones necesarias, lo que suele conllevar una inversión de dinero importante.
Esto no significa que tener a un reptil sea caro, pues algunas especies no requieren muchos cuidados para sobrevivir. Si eliges bien a tu mascota, ten por seguro que contarás con un fiel acompañante que se adaptará a tus necesidades y a tu bolsillo.
Tipos de reptiles que los principiantes deben evitar tener
Como se mencionaba, algunos tipos de reptiles necesitan ciertos cuidados estrictos, por lo que cualquier error o variación en su ambiente podría resultarles letal. De esta forma, los cambios de la temperatura, la humedad, la alimentación, la iluminación, el tamaño de su hábitat o la decoración de su hogar condicionan su existencia.
Por lo común, el tutor de los reptiles debe conocer todos los parámetros importantes para su mascota, lo cual implica invertir tiempo en aprender y adecuarse a ellos. Cada especie tiene distinto grado de dificultad, lo que ocasiona que no todas sean fáciles de mantener en cautiverio. A continuación se listan algunos ejemplares que deben evitarse si aún eres principiante.
1. Iguanas
Es muy probable que su similitud con las lagartijas pueda hacerte pensar que son fáciles de cuidar, lo cual no es cierto. Para empezar, debes tener en cuenta que las iguanas llegan a crecer muchísimo y necesitarás un hábitat bastante amplio para que se desarrollen.
Estos animales no son sociables y su manejo puede ser complicado y peligroso. Recuerda que en un principio pueden verte como una amenaza, por lo que intentarán morderte si los molestas. Es cierto que algunos criadores forman lazos muy fuertes y amigables con las iguanas, pero para lograrlo hay que tener mucha paciencia y experiencia.
Por su parte, la alimentación de este reptil debe de estar muy bien balanceada, pues aunque come frutas y vegetales, requiere mucha variedad. En algunas regiones esto implica un gran costo en su mantenimiento, ya que no suele ser barato el consumo de este tipo de comida.
Visto de manera general, las mayores complicaciones de tener una iguana son el precio de su mantenimiento y sus cuidados.
2. Pitón reticulada (Python reticulatus)
Estos organismos son gigantes, pues llegan a alcanzar tamaños de 7 metros y pesos de 158 kilogramos. Por esta razón, la pitón reticulada es una especie que es difícil de mantener y necesita un gran espacio para vivir. En algunos casos los hábitats de estos animales llegan a consistir en habitaciones completas, por lo que debes tener en cuenta esto antes de adquirir a uno.
Estas pitones crecen bastante rápido y en poco tiempo alcanzarán tallas enormes. Por si fuera poco, no son organismos que exhiban “afecto” hacia sus tutores, lo cual significa que si no tienes cuidado puedes sufrir un accidente al manipularlos. Aunque parezca terrorífico, existen varios casos fatales en los que esta pitón ha sido la posible responsable de la muerte de sus tutores.
Esto no significa que sea imposible mantener a este reptil, pero sí es necesario que tengas experiencia para saber qué hacer en casos de emergencia. Al final estos animales solo siguen sus instintos, así que debes comprender muy bien a tu mascota para saber cómo interactuar con ella.
3. Varano del Nilo (Varanus niloticus)
Este enorme lagarto puede sobrepasar los 2 metros de longitud, por lo que se convierte en otra especie difícil de mantener en cautiverio. Además, a estos reptiles les gusta bastante escalar y nadar, lo cual es bastante complicado de proveer dentro de un hábitat artificial. De esta forma, el principal reto de tener al varano como mascota es el mantenimiento de su hogar.
Por si fuera poco, a estos lagartos no les gusta ser manipulados y son capaces de atacarte y causarte algunas heridas. En el caso de los reptiles no siempre es posible poder establecer una relación de “cariño” entre el tutor y la mascota, pues depende mucho del temperamento del ejemplar. Al final, debes ser consciente de que no puedes tratarlo como un animal doméstico más.
4. Camaleones
Aunque pueden parecer organismos hermosos con cuidados fáciles, la realidad es que estos reptiles son bastante sensibles a los cambios. El problema de los camaleones es el estrés que sufren por las malas condiciones de su hábitat, lo cual deriva en enfermedades y su posible muerte.
Existen 3 puntos que son esenciales para sus cuidados, pues de ellos depende la salud del ejemplar. El primero es la humedad de su ambiente, la cual debe ser bastante alta y con un buen flujo de aire. El segundo consiste en la temperatura y la exposición a la luz ultravioleta, puesto que los reptiles necesitan ambos para que su metabolismo funcione de forma adecuada.
Para finalizar, el tercer punto es la decoración del hábitat, pues son reptiles tímidos que necesitan un lugar para esconderse. Los camaleones con hábitos arbóreos requieren troncos o alguna estructura para escalar. Esto tiene el objetivo de intentar simular el ambiente natural del camaleón, ya que así se logra hacerlo sentir más cómodo y confortable, lo cual reduce mucho su estrés.
5. Tortugas
Es probable que te parezca raro, ya que las tortugas son vendidas como unos de los reptiles más fáciles de mantener. Sin embargo no todo es tan sencillo, puesto que debes de tomar en cuenta su tamaño y esperanza de vida. Aunque cuando son crías pueden vivir en acuarios muy reducidos, conforme crecen los quelonios necesitan un espacio amplio para moverse con facilidad.
Aunado a esto, las tortugas domésticas suelen vivir alrededor de 20 años en promedio, por lo que debes estar preparado para cuidar de ellas durante este tiempo. En algunos casos los tutores no se hacen responsables de sus requerimientos y las liberan en cualquier medio. Esta situación ha provocado que ciertas especies se vuelvan un problema ecológico en determinados países.
El cuidado de una mascota puede parecer sencillo al principio, pues es normal sentir cariño por el nuevo integrante de la familia. Sin embargo, no todas las personas están preparadas para adquirir una responsabilidad que durará años, ya que conforme pasa el tiempo su mantenimiento suele volverse tedioso y repetitivo.
6. Lagarto overo (Salvator merianae)
Este enorme lagarto puede reportar ciertos problemas en sus cuidados, puesto que su higiene y voracidad dificultan mantener su salud. Por si fuera poco, este reptil necesita un hábitat que tenga plataformas, luz ultravioleta, humedad y un espacio amplio para caminar. Esto significa que sus cuidados son muy específicos y es necesario estar muy atento a las condiciones de su hogar.
Además, el lagarto overo es un animal que no tiene mucho autocontrol para comer, lo que obliga a su tutor a estar pendiente de no alimentarlo en exceso. Mientras consume sus alimentos suele ensuciar todo su hábitat, así que si no se limpia bien pueden crecer bacterias u hongos perjudiciales. En consecuencia, este reptil es difícil de cuidar por las atenciones que necesita.
7. Cocodrilos
Es probable que nunca consideres tener a este reptil como mascota, pero esto es posible bajo ciertas normas y reglas estrictas. De hecho, contrario a lo que se podría pensar, los cuidados de las crías de cocodrilo son bastante sencillos para los tutores experimentados. Gracias a esto, en algunos países como México se permite mantener a estos ejemplares como animales domésticos.
Uno de los principales retos en su cuidado es su tamaño, ya que la mayoría de estos animales alcanzan tallas muy grandes. Por esta razón, en un principio pueden ser sencillos de mantener, pero conforme se desarrollan empiezan a tener problemas con el espacio. Además, los cocodrilos son seres acuáticos y se necesita una gran cantidad de agua con determinada temperatura para mantenerlos sanos.
Por si fuera poco, cuando el reptil supera el metro de longitud, su mordida ya es capaz de ser letal. Esto significa que tras un determinado tiempo tendrás que acudir a un experto para que disponga del animal y sea reubicado a un lugar donde pueda ser cuidado.
En caso contrario, tanto tú como tu familia podéis correr el riesgo de un accidente.
8. Anacondas
Como puedes imaginar, las anacondas no son una buena elección para los tutores principiantes, puesto que son las boas más pesadas que existen. Además, necesitan un espacio gigantesco para mantenerse saludables, pues su hábitat debe contener zonas con agua y con tierra (ya que son organismos semiacuáticos).
Por si fuera poco, estos ejemplares suelen tener un pésimo temperamento, lo que significa que no es sencillo cuidarlos o manipularlos. En consecuencia, para mantener a una anaconda necesitarás mucha experiencia y gran presupuesto, pues tanto su comida como su hábitat serán bastante costosos.
9. Víboras venenosas
Las víboras venenosas son unos de los reptiles exóticos más difíciles de mantener, puesto que toda su dificultad recae en su manejo y en la seguridad. Esto significa que no solo debes tener cuidado con mantener las necesidades de tu mascota, sino que debes estar preparado para cualquier evento que ponga en riesgo tu vida.
En pocas palabras, para tener una víbora tienes que aprender a manejar reptiles venenosos y no venenosos con el fin de saber qué hacer en caso de cualquier emergencia. Además, necesitas asegurarte de que el ejemplar no pueda escaparse, por lo que requiere un hábitat resistente y de alta calidad. En consecuencia, las víboras venenosas jamás serán una buena opción si eres un principiante.
10. Varano acuático (Varanus salvator)
La principal complicación al intentar tener un varano acuático es su tamaño, pues puede llegar a medir 3 metros de longitud. Aunado a ello, son reptiles que no se sienten cómodos con los intrusos y si no tienes cuidado pueden atacarte cuando intentes manipularlos.
Esto significa que los varanos necesitan un amplio hábitat en el que vivir, con la decoración y los aditamentos necesarios para que se desarrollen de manera plena. De igual forma, no se les debe obligar a tener contacto con sus tutores en ningún caso.
Al final, este organismo no es una buena elección para principiantes, pues se necesita estar habituado a manipular reptiles muy grandes con garras y mandíbulas poderosas.
Como te podrás dar cuenta, los reptiles pueden ser unas hermosas mascotas si son elegidas con cuidado. Esto no significa que nunca puedas tener alguno de los ejemplares anteriores, sino que al ser principiante debes comenzar con otros más sencillos para ganar experiencia. Recuerda elegir un animal que se adapte bien a tus necesidades para que no tengas problemas en otorgarle una vida plena.
Bibliografía
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