Viruela aviar: síntomas y tratamiento

Los primeros síntomas de la viruela aviar aparecen entre los 4 y los 10 días después del contagio. Algunos ejemplares infectados comienzan a recuperarse por sí solos después de 3 o 4 semanas.
Viruela aviar: síntomas y tratamiento
Cesar Paul Gonzalez Gonzalez

Escrito y verificado por el biólogo Cesar Paul Gonzalez Gonzalez.

Última actualización: 09 febrero, 2022

La viruela aviar es una enfermedad que afecta a las aves domésticas y que es común en todo el mundo. Se caracteriza por ocasionar diversas lesiones simples en la piel, aunque la gravedad depende de la zona afectada. Es considerada una patología de importancia económica, pues disminuye la producción de huevos y ralentiza el crecimiento de las aves.

En la mayoría de los casos, los ejemplares afectados se recuperan bien de la enfermedad. Sin embargo, el impacto en la salud y la facilidad con la que se dispersa esta enfermedad hacen poco viable tomarla a la ligera. Sigue leyendo este espacio y conoce más sobre la viruela aviar.

¿Qué es la viruela aviar?

La viruela aviar es provocada por un virus del género Avipoxvirus, el cual pertenece a la familia de Poxviridae. Este grupo de agentes patógenos son conocidos por producir síntomas similares a la viruela (pox en inglés). Afectan a casi 200 tipos de aves diferentes, pero se da un mayor enfoque a las especies domésticas por el impacto que su epidemiología tiene en la sociedad.

La enfermedad infecta las partes de la piel que no tienen plumas y forma lesiones que se agrandan conforme se agrava el caso. El virus puede sobrevivir a la intemperie durante mucho tiempo e invade a las aves a través de las heridas abiertas. Sin embargo, también puede utilizar como vectores a los mosquitos, pues se adhiere a ellos y aprovecha la herida de los piquetes para entrar al cuerpo.

Una veterinaria evalúa a una gallina.

Tipos de viruela aviar

La viruela aviar puede afectar al ave de diferentes maneras según la zona que infecte. Por esta razón, es posible reconocer 3 formas diferentes de la enfermedad, las cuales se describen a continuación:

  1. Cutánea (seca): es la más habitual y la que tiene menor tasa de mortalidad. Solo presenta las típicas lesiones cutáneas de la viruela.
  2. Diftérica (húmeda): es un poco más rara y severa, pues alcanza una tasa de mortalidad del 15 %. Las lesiones aparecen en las membranas mucosas de boca, laringe y tráquea, lo que ocasiona una obstrucción respiratoria y la posterior muerte. Esta forma se contagia al inhalar el virus y permitir que entre a las mucosas.
  3. Septicémica: produce una mortalidad entre el 70 y el 99 %. No tiene un cuadro clínico definido, pero suele producir una muerte súbita.

Síntomas de la enfermedad

La viruela aviar cutánea se caracteriza por producir ampollas en las zonas que no tienen plumas. Estas afectan a las crestas, los ojos, las patas y las barbas, por lo que es normal ver estas regiones hinchadas. Conforme avanza la enfermedad, los bultos en la piel se transforman en un tipo de costras marrón rojizas.

La forma diftérica de la viruela aviar no provoca síntomas tan evidentes, ya que infecta las mucosas internas del ave y ocasiona la aparición de nódulos blancos que aumentan de tamaño rápido. Esto causa la producción de una membrana amarilla “falsa” que se adhiere a tráquea, esófago, laringe o boca. De esta manera, el ejemplar afectado presenta dificultad para comer, beber y respirar.

Causas de la viruela aviar

El virus necesita ingresar a través de una herida abierta, de manera que solo se puede transmitir si existe contacto con un ejemplar enfermo o por medio de un vector (mosquito). De hecho, en algunos casos se puede causar el contagio por respirar “polvo” contaminado con este patógeno, pero es difícil que las condiciones sean propicias para ello.

Dentro de la producción aviar, es posible que el personal encargado de manipular a los ejemplares provoque el contagio. Esto se debe a que su ropa o su equipo pueden estar contaminados con el virus, de modo que al tocarlos es probable que los pollos se infecten. Incluso, los residuos de la vacuna para esta enfermedad son capaces de provocarla.

Por esta razón, son importantes las medidas de salud y la seguridad en los sectores productivos.

Diagnóstico y tratamiento

El diagnóstico se lleva a cabo por medio de una revisión física y varios análisis clínicos. Aunque las lesiones de esta enfermedad son muy reconocibles a simple vista, es necesario descartar otro tipo de infecciones. De hecho, es posible confundir la viruela aviar húmeda con la laringotraqueitis infecciosas, por lo que siempre es mejor confirmar la condición en el veterinario.

Uno de los métodos más eficientes y menos costosos para confirmar la presencia del virus es el análisis histopatológico (de los tejidos afectados). Sin embargo, también se pueden realizar pruebas de PCR o intentar el aislamiento del virus, pero estas últimas técnicas no suelen ser tan populares entre los avicultores.

En cuanto a su tratamiento, al ser una infección vírica no existe un medicamento eficaz para combatir la enfermedad. Algunos veterinarios recomiendan desinfectantes como el Yodo para cuidar las lesiones de la piel. No obstante, esto solo reduce un poco la mortalidad y disminuye los contagios entre las aves. Recuerda que los antibióticos no sirven para erradicar a este tipo de patógenos.

Ante cualquier brote de viruela aviar, es necesario que se implementen protocolos de limpieza estrictos. De lo contrario, se podría propagar la enfermedad y contagiar a todas las aves del hogar. Es cierto que en la mayoría de los casos las consecuencias no son fatales, pero es mejor evitar cualquier complicación.

Vacunas

A pesar de que no existe tratamiento efectivo, sí se han creado varias vacunas que pueden ayudar a proteger a las aves domésticas de la viruela aviar. En la actualidad existe una gran variedad de vacunas como las vivas, las atenuadas y las recombinadas. Cualquiera puede ser aplicada a partir de un día de edad, por lo que no existen muchas restricciones.

Es importante que los encargados de administrar la vacuna estén bien capacitados, pues cualquier error podría derivar en un brote de la infección. Los avicultores suelen tener conflictos con respecto a este tema, pues no saben si seguir las pautas de seguridad y salud.

¿La viruela aviar se puede contagiar a los humanos?

La viruela aviar es una enfermedad específica de las aves, de modo que los humanos no corren ningún riesgo al tener contacto con ella. Sin embargo, una mala higiene de las manos, la ropa o las herramientas puede provocar el contagio de otros ejemplares. El virus que ocasiona esta patología forma parte de la misma familia que el de la viruela humana, pero cada una afecta solo a ciertas especies.

Unos veterinarios diagnosticando a algunos pollos.

Pronóstico

El pronóstico de la enfermedad es reservado, ya que depende de la condición y los cuidados que tenga el ave. Recuerda que el veterinario debe estar al tanto del caso para saber cómo proceder y si es necesaria una terapia alternativa. No intentes bajo ningún motivo automedicar a la mascota, pues se podrían ocasionar conflictos que afecten de manera grave la salud del animal.


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