El uso de corticoides en perros

Los corticoides y los antiinflamatorios no esteroideos son los principales fármacos utilizados para disminuir la inflamación. Cada uno tiene diferentes mecanismos de acción, por lo que solo un veterinario puede evaluar cuál es el más adecuado para tu mascota.

La administración de fármacos corticoides en perros es recomendada para diversas patologías crónicas y ciertas deficiencias metabólicas. Sin embargo, su eficiencia curativa es objeto de muchas controversias por culpa de sus efectos secundarios en el organismo.

De manera natural, los corticoides están relacionados con la regulación de diversos mecanismos biológicos, como la inflamación, el sistema inmunitario y la glucólisis. Es por ello que tienen una gran cantidad de usos en la medicina humana y en la veterinaria. A continuación, veremos más sobre los medicamentos corticoides, sus riesgos y beneficios para la salud de nuestros mejores amigos.

¿Qué son los corticoides?

Pertenecientes al grupo de hormonas llamadas esteroides, el organismo de humanos y perros libera naturalmente dosis moderadas de ciertos corticoides, como el cortisol (hidrocortisona) y la corticosterona. Estas hormonas son producidas en la corteza de las glándulas suprarrenales, lo que explica sus nombres.

Los corticoides, o también llamados corticosteroides, son hormonas lipofílicas que se difunden con facilidad por la membrana celular. En consecuencia, tienen un efecto rápido en el metabolismo, lo cual los vuelve esenciales en el proceso de señalización celular.

Dentro del cuerpo, la función orgánica de los corticoides está asociada al control de situaciones de estrés o ansiedad. En estos casos, pequeñas dosis son segregadas en la corriente sanguínea para generar una respuesta rápida.

Perro en el veterinario

Sin embargo, su utilización farmacológica se debe a la potente acción antiinflamatoria. Los corticoides impiden la acumulación de células inflamatorias en las zonas afectadas, por lo que se revierten los síntomas.

El impacto de los corticoides en el sistema inmune

La inflamación es una respuesta del sistema inmune ante ciertas lesiones en la piel. Este proceso tiene como objetivo llamar a todos las células de defensa como macrófagos, plaquetas, granulocitos y fibroblastos. Por ello, la zona comienza a incrementar la irrigación sanguínea, lo que ocasiona el aumento de temperatura y la hinchazón.

Los corticoides impiden todo este proceso disminuyendo la capacidad del sistema inmune para reaccionar. En otras palabras, este tipo de fármacos tienen un efecto inmunosupresor con el que evita la inflamación. Claro está, esto puede ocasionar graves consecuencias si no se tiene cuidado, por lo que no se les utiliza para tratar todas las enfermedades.

Tipos de corticoides

Si bien es cierto que los corticoides tienen un efecto directo en los procesos inflamatorios, también presentan efectos “secundarios” según su clasificación. En general, a estas moléculas se les puede clasificar en 2 tipos diferentes:

  • Glucocorticoides: impulsan el metabolismo de los carbohidratos (gluconeogénesis y glucogenólisis). El más común es el cortisol.
  • Mineralocorticoides: afectan la regulación de los solutos en el líquido extracelular, por lo que tiene un efecto importante en la función renal. El representante más conocido es la aldosterona.

Uso de corticoides en perros: ¿en qué enfermedades se aplican?

Los corticoides pueden ser recetados por vía oral (pastillas), aplicación tópica (pomadas y cremas), inhalaciones e inyecciones. La forma de aplicación debe ser la recomendada por el veterinario y depende de qué enfermedad se desea tratar.

Su administración trata de contener el proceso inflamatorio y aliviar los síntomas agudos generados por las siguientes condiciones:

  • Alergias e inflamaciones dermatológicas.
  • Trastornos metabólicos, como la insuficiencia adrenocortical.
  • Enfermedades reumáticas.
  • Alergias y patologías respiratorias.
  • Conjuntivitis alérgicas.
  • Síndrome nefrótico (renal).
  • Enfermedades autoinmunes, como Addison y Crohn.
  • Trasplantes de órganos.
  • Tendinitis y lesiones musculares inflamatorias.
  • Tratamientos paliativos de neoplasias malignas.

Forma de administración

Contrario a lo que sucede con otro tipo de fármacos, los corticoides necesitan ser administrados bajo un régimen paulatino que reduce los efectos en el metabolismo. Para ello, se siguen las siguientes fases:

  • Introducción: dosis altas del fármaco para control inmediato de la enfermedad.
  • Transición: reducción progresiva de la dosis para comenzar a retirar el medicamento.
  • Fase de mantenimiento: se llega a la dosis mínima efectiva y se mantiene hasta que se controle por completo la enfermedad sin ayuda del corticoide.
  • Retirada del fármaco: se reduce la dosis de manera progresiva hasta lograr retirar por completo el corticoide.

¿Por qué el uso de corticoides en perros genera polémica?

En principio genera polémica porque no son capaces de tratar la verdadera causa de la inflamación. Es decir, su efecto es paliativo, por lo que solo amenizan los síntomas de manera provisional.

Como no establecen criterios para su acción, inhiben la función inmunológica de linfocitos y macrófagos en las regiones inflamadas. Por ello, suelen tener efectos inmunosupresores que perjudican el organismo y dejan al animal vulnerable ante otras afecciones.

De hecho, pueden tener un efecto contrario al deseado, ya que incluso impiden la dilatación de vasos sanguíneos y la liberación de enzimas, que precisamente son cruciales para mediar naturalmente con la inflamación.

Además, al cambiar el funcionamiento normal del cuerpo, los corticoides también ocasionan efectos secundarios en los perros. Es por esta razón que no se les suele usar a largo plazo, pues las consecuencias pueden llegar a ser peligrosas.

Efectos secundarios leves del uso de corticoides en perros

En dosis moderadas para tratamientos cortos, los corticoides pueden generar las siguientes reacciones:

  • Aumento de la sed y del apetito.
  • Tendencia al sobrepeso.
  • Acumulación de líquidos e hinchazones en diferentes regiones del cuerpo.
  • Alteraciones comportamentales: ansiedad, trastornos del sueño, etc.
  • Taquicardia e irregularidades del ritmo cardíaco.
  • Cambios de humor.
  • Cicatrización lenta.
  • Malformaciones fetales (en hembras gestantes).

Efectos secundarios crónicos del uso de corticoides en perros

También se han detectado efectos secundarios graves derivados del uso prolongado de medicamentos corticoides en perros. Los daños pueden llegar a ser crónicos, lo que afectará al animal durante toda su vida, pues requerirá un tratamiento permanente.

Los corticoides reducen la producción y liberación de moco gástrico, motivo por el que eliminan la principal barrera protectora de las paredes estomacales. Por otro lado, aumentan la segregación de ácido clorhídrico, lo que favorece la aparición de gastritis y úlceras.

Muchas mascotas han desarrollado problemas en la fijación del calcio, lo que ha supuesto que sus huesos sean más vulnerables ante enfermedades degenerativas, como displasia y artrosis.  También se mostraron más propensos a fracturas y traumas por el desgaste de su masa ósea.

Además, se han encontrado diferentes alteraciones metabólicas en los animales sometidos a altas dosis de corticoides. Ello incluye del desequilibrio en los niveles de vitaminas y minerales, así como en la producción hormonal.

Los corticoides también interfieren en la metabolización de los hidratos de carbono ingeridos diariamente en la dieta. Como consecuencia, el perro puede sufrir una hiperglucemia y desarrollar diabetes.

Perro dalmata tumbado en el sofa

Otros efectos secundarios del tratamiento con corticoides

La mayoría de los efectos secundarios son leves y desaparecen al dejar de administrar corticoides. Sin embargo, algunos ejemplares pueden presentar signos más severos, por lo que un veterinario debe estar al tanto de cualquier cambio en el can. Dentro de los síntomas adversos más extraños y peligrosos se encuentran los siguientes:

  • Edemas generalizados a consecuencia de la acumulación excesiva de líquidos en la cavidad abdominal.
  • Desgaste de las estructuras cardíacas y aumento del riesgo de un infarto de miocardio.
  • Aumento de la presión del globo ocular, que favorece el desarrollo de cataratas y glaucoma.
  • Cuadros severos de inmunodepresión.
  • Hipertensión arterial.

Corticoides en perros: contraindicaciones

El uso de corticoides en perros diagnosticados con gastritis (o úlcera), diabetes, patologías cardíacas e infecciones es contraindicado. Y es que los efectos inmunosupresores podrían llevar el animal a fallecer rápidamente.

Recuerda que solo un profesional está capacitado para recetar este tipo de fármacos a tu mascota, pues existen grandes riesgos al utilizarlos. Esto no significa que no se deban administrar corticoides a los perros, sino que un veterinario debe evaluar bien la situación para evitar complicaciones que pongan en riesgo su vida.

Nunca intentes automedicar a tu mascota o emplear los mismos fármacos para humanos en ellos, ya que puede ser contraproducente y podrías ocasionarle una intoxicación. Siempre busca la atención de profesional y resuelve todas tus dudas con su ayuda.

Bibliografía

Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.

  • Masters, A. K. et. Al. (2018) Effects of short-term anti-inflammatory glucocorticoid treatment on clinicopathologic, echocardiographic, and hemodynamic variables in systemically healthy dogs. Am J Vet Res; 79(4): 411-423.
  • Blois. S & Mathews. KA. (2016). Anti-Inflammatory Therapy.Textbook of Veterinary Internal Medicine. en Ettinger.S, et al. (8º Ed). Saunders.USA.
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