Los 7 efectos secundarios de la cortisona en perros

La cortisona puede ayudar a los canes en muchos cuadros clínicos. Debido a su potencial inmunosupresor, alivia los síntomas de enfermedades inmunitarias y alergias, entre otras enfermedades. De todas formas, tiene contraindicaciones.
Los 7 efectos secundarios de la cortisona en perros

Escrito por Samuel Sanchez

Última actualización: 09 febrero, 2022

La cortisona es una hormona esteroide que se utiliza para una gran variedad de dolencias en el ser humano. Puede ser administrada por vía intravenosa, intraarterial, oral o cutánea, y su finalidad es deprimir el sistema inmunitario, lo cual reduce la respuesta inflamatoria y otros síntomas asociados a enfermedades. La cortisona también se usa en perros, pero puede tener efectos secundarios.

Si acabas de salir de una visita al veterinario y le han recetado este medicamento a tu can, te recomendamos que sigas leyendo. La cortisona es un aliado muy útil en ciertos cuadros clínicos, pero hay que ir preparado por los posibles efectos secundarios que puedan aparecer.

¿Cómo funciona la cortisona en perros?

En primer lugar, es necesario destacar que la cortisona es el corticosteroide —principio activo— de diversos fármacos, pero no un medicamento único. Además, el término “cortisona” suele hacer referencia a varios compuestos con acciones similares, pero que no son exactamente lo mismo. Entre ellos, destacan la prednisona, metilprednisolona, dexametasona e hidrocortisona.

Todos estos fármacos son glucocorticoides sintéticos, con funciones que se asemejan a las de las hormonas esteroideas producidas por el organismo. Su labor principal es deprimir el sistema inmunitario del animal —sea humano o perro—, con el fin de evitar procesos inflamatorios, enfermedades autoinmunes, asma o alergias severas.

Entre otras cosas, estos fármacos inhiben la formación de ácido araquidónico y eicosanoides (prostaglandinas), grandes responsables de las manifestaciones inmediatas y no inmediatas de la inflamación. También evitan la vasodilatación local, lo cual impide que se formen los edemas e hinchazones en las zonas afectadas.

Estos fármacos inhiben la síntesis de sustancias implicadas en las respuestas inflamatorias y alérgicas.

La cortisona en perros puede presentar efectos secundarios.

¿Cuáles son sus efectos secundarios?

Todo medicamento tiene posibles efectos secundarios, pues trastoca de una u otra forma la fisiología —local o sistémica— del que lo consume. Bajo esta premisa, te presentamos los posibles síntomas que puede mostrar un perro tras la administración de cortisona, ya sea por vía oral, intravenosa o cutánea. No te lo pierdas.

1. Inmunosupresión

El efecto secundario más importante de la cortisona en perros y en el resto de pacientes es la inmunosupresión. Este fármaco evita que los glóbulos blancos viajen al foco infectivo, pero también disminuye la síntesis de algunas sustancias que podrían actuar como anticuerpos en la lucha contra agentes patógenos.

Esto se traduce en el que el cánido puede presentar infecciones más fácilmente. Tal y como indica el portal VCA Hospitalshasta el 30 % de perros tratados con corticoides terminan desarrollando infecciones en el tracto urinario, por ejemplo. Además, estas patologías no se presentan con los síntomas comunes, ya que el propio fármaco evita que se produzcan picores e inflamaciones.

2. Problemas gastrointestinales

Los corticosteroides pueden causar ulceraciones y perforaciones intestinales en cánidos, según estudios. Esto podría deberse a que aumentan la producción de pepsina —una enzima de tracto digestivo—, la acidez estomacal y otros mecanismos que dañan las paredes del estómago. Por ello, se suele recetar la cortisona junto con protectores de estómago.

Es muy normal que la cortisona en perros provoque vómitos y diarrea, más allá de los eventos graves ya citados.

3. Retraso en la cicatrización de heridas

Tal y como indican portales profesionales, los corticoides pueden inhibir la síntesis y remodelación de colágeno, una proteína esencial para el mantenimiento de la piel. Por ello, un perro medicado con este grupo de fármacos puede ser más propenso a que las heridas superficiales se mantengan en su epidermis por más tiempo.

4. Osteoporosis

En humanos, es relativamente común que la osteoporosis aparezca como efecto derivado del uso de cortisona y otros fármacos similares. Estos medicamentos promueven la descalcificación ósea, y por ello, hasta un 50 % de las personas en tratamiento a largo plazo con glucocorticoides puede presentar fracturas de huesos.

Este efecto secundario no se ha explorado mucho en el mundo de los caninos. De todas formas, es necesario citarlo, pues sí se ha observado reducción de la masa ósea en modelos animales de laboratorio.

5. Aumento de orina y consumo de agua

Fuentes ya citadas argumentan que los corticoides pueden aumentar las ganas de comer, la sed y, por tanto, la tasa de micción. Es posible que tu perro se muestre más insistente con salir a la calle, pues tiene que hacer sus necesidades con mayor urgencia.

6. Diabetes

Es sabido que los glucocorticoides tienen una acción agonista a la insulina. Esta hormona sintetizada en el páncreas es muy importante, ya que permite la entrada de los azúcares (glucosa) a la célula del animal, para que esta pueda utilizarlos como fuente de energía. Si se inhibe la acción de la insulina o su concentración, el nivel de glucosa en sangre aumenta y aparece diabetes.

7. Debilidad muscular

La disminución de síntesis de colágeno y el anabolismo proteico que provoca la cortisona también pueden pasarle factura a los canes en tratamiento a nivel muscular. Vigila muy bien su tasa de actividad, y si esta se reduce a mínimos, acude al veterinario.

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Apuntes finales

Todo lo que te hemos contado puede sonar muy alarmante, pero recuerda que los efectos más graves se presentan a largo plazo, no si el can toma una pastilla al día durante una semana. Además, a veces el uso de la cortisona en perros es inevitable, ya que no hay otra manera de tratar los síntomas inmediatos de su condición.

Por todos estos motivos, te recomendamos que no te pongas en lo peor y te ciñas a las directrices del veterinario a la hora de tratar a tu perro. Si el profesional ve que los efectos adversos son mayores que los beneficios del fármaco, optará por una ruta alternativa. Nunca ceses el tratamiento del animal por tu cuenta.


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