1 de cada 5 gatos pasará un cáncer a lo largo de su vida. La probabilidad de que algo vaya mal en el organismo del animal se incrementa con el paso del tiempo, así que nunca hay que descartar una posible neoplasia cuando se nota un cambio comportamental muy drástico en un felino senior. Para ayudarte a discernir entre normalidad y patología, aquí te traemos 10 signos de que tu gato podría tener cáncer.
A nadie le gusta hablar de tumores malignos, pues por desgracia este conjunto de enfermedades son muy prevalentes en la sociedad humana y en otros animales. De todas formas, diagnosticar a tiempo un cuadro de este tipo puede suponer la diferencia entre la vida y la muerte de la mascota. Aunque sea un tema desagradable, es necesario informarse sobre él.
¿Cuáles son los signos de que tu gato podría tener cáncer?
El término “cáncer” hace referencia a un grupo heterogéneo de patologías, pero todas tienen algo en común. En estos cuadros, se produce una proliferación excesiva de una estirpe celular concreta, lo que deriva en la formación de una masa anormal denominada tumor. Cuando el tumor es maligno, las células que lo componen son capaces de migrar a otros tejidos en un evento conocido como metástasis.
Los síntomas de un tumor localizado suelen ser específicos, mientras que la metástasis se presenta con una signología orgánica y generalizada. Una vez tenemos estas cosas claras, estamos preparados para explorar los 12 signos que indican que tu gato podría tener cáncer. Sigue leyendo.
1. Aparición de bultos bajo la piel
La aparición de un bulto bajo la piel del animal no suele ser signo de cáncer, pero hay que tener mucho cuidado con los linfomas. Estos suponen el 30 % de los cánceres totales de la especie y pueden ser de varios tipos, pero siempre se caracterizan por un rasgo común: la sobreproducción patológica de linfocitos.
Algunos linfomas provocan síntomas gastrointestinales, pero otros se manifiestan inflamando los ganglios linfáticos. En estos últimos casos, es posible que notes inflamaciones bajo la piel de tu gato que no se corresponden a heridas o moratones.
El fibrosarcoma es otro tipo de cáncer en gatos que se presenta con bultos bajo la piel.
2. Bultos sobre la piel
Los melanomas solo representan el 0,5 % de los cánceres totales en gatos, pero hay que tener mucho cuidado si se observa un bulto negro y evidente sobre la piel del animal, aparezca donde aparezca. Este signo clínico siempre justifica una vista al veterinario.
3. Bultos en las mamas
El 90 % de los tumores mamarios en felinos son de tipo cancerígeno. Por ello, si encuentras un bulto dentro o al lado del pezón de tu gata al masajearle la panza debes sospechar lo peor. Este cáncer es muy agresivo y se extiende con facilidad a otros tejidos, así que hay que extirparlo lo antes posible y aplicar quimioterapia.
Si la gata se castra, las probabilidades de presentar este cáncer caen de forma drástica.
4. Cambios en el apetito
Un cambio en el apetito es uno de los signos del cáncer en el gato, pero también puede deberse a muchas cosas más. Por ejemplo, es posible que esté estresado, que tenga una intolerancia alimenticia o que padezca algún problema gastrointestinal. Estos cambios son comunes, pero no deben dejarse pasar por más de 24 horas.
5. Pérdida crónica de peso
Una pérdida crónica de peso es signo de enfermedad en el gato en todos los casos. No todas las veces se debe a un cáncer, pero cuando sí responde a este cuadro clínico suele indicar que el tumor principal se ha expandido a otras partes del cuerpo. Sea como fuere, siempre es una mala señal.
6. Tos persistente
En gatos, la mayoría de veces la tos se manifiesta como una inflamación de las vías respiratorias inferiores. De todas formas, cánceres como el linfoma mediastínico provocan tumefacciones que presionan sobre el tórax, lo cual se traduce en tos y dificultad respiratoria crónica.
7. Mal olor de la boca
El mal olor de la boca puede ser uno de los signos de que un gato tiene cáncer, sobre todo si la tumefacción se presenta en la cavidad oral. En estos cuadros, el animal también tendrá dificultad para comer, sangrará por la comisura de los labios e incluso puede que se le caigan los dientes.
El cáncer oral de las células escamosas es bastante común en gatos.
8. Sangrado
El sangrado superficial suele ser signo de una herida o un accidente, pero la situación cambia mucho cuando la hemorragia es interna. Si tu gato vomita, micciona o defeca fluidos sanguinolentos es hora de acudir a urgencias. Lo más probable es que tenga una enfermedad muy grave.
9. Heridas o sarpullidos que no sanan
Las úlceras cutáneas son unos de los signos de que un gato tiene cáncer, sobre todo de tipo melanoma o mamario. En general, una herida que no sana o que se infecta de forma continua indica que el sistema inmunitario del animal no está funcionando del todo bien o que hay una masa tumoral presionando ciertas estructuras de la piel.
10. Actitud esquiva
Este síntoma es subjetivo, pues solo el tutor sabe cómo de sociable era el animal en sus momentos de normalidad. Los gatos tienen un fuerte instinto de supervivencia, por lo que ante la debilidad suelen optar por refugiarse y no dejar que nadie los vea. Por ello, se asocia la enfermedad a la pérdida de socialización.
Existen muchos signos de que un gato tiene cáncer, pero estos se pueden confundir fácilmente con conductas normales o atribuirse a otras patologías. Ante cualquiera de los síntomas citados, debes llevar a tu felino al veterinario para descartar todo cuadro clínico severo. Lo más normal es que no se trate de un tumor maligno, pero siempre es mejor prevenir que curar.
Bibliografía
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