Tumor de mama en gatas: causas, síntomas y tratamiento

Los tumores mamarios en gatas son eventos clínicos comunes que requieren atención inmediata. No todos son cancerígenos, pero siempre es mejor prevenir que curar.
Tumor de mama en gatas: causas, síntomas y tratamiento

Escrito por Samuel Sanchez

Última actualización: 31 agosto, 2021

Hablar de tumores no es agradable para nadie, pues se asocian a sufrimiento, quimioterapia, lucha y a veces muerte. No todas las masas tumorales que presentan los seres vivos corresponden a un cuadro cancerígeno, pero esa siempre es la primera sospecha y hay que operar sobre ello para actuar con la mayor presteza posible. En el caso del tumor de mama en gatas no es diferente.

Tal y como indica el Flint Animal Cancer Center, 1 de cada 5 gatos presentan cáncer a lo largo de su vida, sobre todo en su etapa senior. Por desgracia, a diferencia de lo que ocurre en los perros, la inmensa mayoría de tumores mamarios en félidos son malignos. Si quieres saber más sobre esta temática, te animamos a seguir leyendo.

¿Qué es el tumor de mama en gatas?

Según el Diccionario del Cáncer, un tumor es cualquier masa anormal de tejido que surge cuando las células se multiplican más de lo debido o no se mueren cuando les toca. Estas formaciones pueden aparecer en prácticamente todas las partes del cuerpo, pues los agregados celulares que conforman nuestro organismo deben recambiarse y repararse cada cierto tiempo.

Como podrás imaginar, en el cuadro que aquí nos atañe los tumores comienzan a crecer anexos a las glándulas mamarias. Las gatas tienen un total de 8 pezones (4 en cada línea) y el tumor se presenta en los estadios iniciales como un nódulo muy pequeño y firme anexo a la glándula mamaria.

Tal y como indica el Cornell Feline Health Center, del 30 al 40 % de los gatos padecerán cáncer en algún momento de su vida y 1/3 de los cuadros responden a tumores mamarios malignos. El 95 % de masas tumorales aparecen en el género femenino y se trata de la tercera neoplasia maligna más común en esta especie doméstica.

El tumor de mama en gatas representa uno de los cánceres más comunes de la especie.

Un tumor mamario de gata.

Tipos de tumor de mama en gatas

Los tumores se dividen en 2 categorías según la severidad del cuadro: malignos benignos. Desgranamos las propiedades de cada uno de ellos en las siguientes líneas.

Tumor benigno

Por desgracia, las masas benignas solo representan un 10-15 % de los tumores mamarios en gatas. Estas son autolimitadas, crecen hasta cierto punto y no se expanden a otras partes del cuerpo del animal. Su pronóstico es mucho mejor que el de su contraparte.

Tumor maligno

El 85-90 % de los tumores mamarios en gatas son cancerígenos. Esto quiere decir que una estirpe celular ha mutado de forma errónea y crece de forma desenfrenada, provocando así la aparición de una masa neoplásica que puede expandirse a otras partes del cuerpo. Existen varios tipos de cáncer que afectan a las mamas de las gatas, pero el adenocarcinoma es el más común.

Los adenocarcinomas son cánceres de tejidos glandulares. Tienden a expandirse a los pulmones, la pleura, el hígado, la glándula adrenal, los riñones y otras partes del cuerpo.

Aunque la distinción entre tumor maligno y benigno sea muy útil, hay que tener ciertos conceptos en mente. Entre ellos, destacamos los siguientes:

  1. Un tumor benigno puede transformarse en uno maligno con el paso del tiempo.
  2. La presencia de múltiples tumores mamarios obliga a realizar análisis individuales, pues pueden ser de varios tipos.
  3. Dentro de un mismo tumor puede existir una mezcla de células malignas y benignas.

Síntomas del tumor de mama en gatas

Como hemos dicho en líneas previas, el síntoma más común de este cuadro clínico es la presencia de un pequeño nódulo (o más) bajo la piel en la región abdominal del animal. Suele presentarse cerca o dentro de uno de los pezones, aunque también se pueden observar signos de expansión hacia otras glándulas mamarias.

A veces, la masa tumoral se ulcera, lo cual provoca la aparición de una herida abierta y la secreción de pus y sangre. Debido a esto, la gata afectada se lamerá la zona de forma excesiva y presentará signos evidentes de dolor, sobre todo al ponerse en ciertas posturas.

En caso de que se trate de un cáncer y este ya haya producido metástasis (expansión a otras partes del cuerpo), los síntomas se vuelven generales. La gata comerá menos, se mostrará apática, realizará menos ejercicio y posiblemente tendrá problemas respiratorios.

Posibles causas

Hablar de causalidad en la aparición del tumor de mama en gatas es muy complejo, pues todavía no se sabe suficiente sobre estos procesos a nivel clínico. De todas formas, sí que se conoce que la exposición de la gata a sus hormonas reproductivas aumenta de forma drástica las probabilidades de que se presente un cáncer mamario.

Se cree que la concentración en sangre de estrógeno y progesterona podría favorecer el crecimiento y activación de las células mamarias, y por tanto, incrementar las probabilidades de presentar un tumor de mama. Las gatas que se han castrado a los 6 meses de edad solo tienen un 9 % de posibilidades de desarrollar los carcinomas, mientras que este valor se multiplica por 7 en las sexualmente intactas.

La mejor prevención es siempre castrar a la gata mediante ovariotomía. Las probabilidades de desarrollar cáncer de mama tras la intervención son muy bajas.

Diagnóstico del tumor de mama en gatas

La primera parte del diagnóstico de este cuadro es la exploración física, en la que se notan una o más masas en el abdomen de la gata. Antes de pruebas laboratoriales, se recomienda realizarle al animal una serie de radiografías y análisis de sangre. No todo tumor de mama en gatas es maligno, pero hay que operar sobre ello y evaluar posibles metástasis cuanto antes.

Una vez se ha comprobado el estado de salud general del gato, se suele obtener una muestra de la masa tumoral mediante aspiración con una aguja fina. Esta se observa con ciertas técnicas y así se confirma si la masa es cancerígena o no. Por desgracia, casi siempre se cumple el peor de los pronósticos. 

Tratamiento

La extirpación quirúrgica del tumor siempre debe ser el primer paso, sea este benigno o maligno. Si el gato no sufre un cáncer, lo más probable es que con este procedimiento sea suficiente y el animal se cure por completo. Por otro lado, si hablamos de tumores cancerígenos la cosa se complica bastante más.

A parte de la extracción del tumor, suele ser necesaria la resección de la glándula mamaria entera y de los ganglios linfáticos anexos en caso de cáncer. También se utiliza quimioterapia en aquellas gatas que tengan signos de metástasis o tumores muy grandes cuya expansión es prácticamente inevitable.

Un gato con ascitis en el veterinario.

Pronóstico y apuntes finales

Un tumor de mama en gatas de naturaleza benigna no acarrea mayores problemas y el animal se cura tras la cirugía. De todas formas, en los cuadros cancerígenos el 66 % de las felinas acaban recayendo tras un tiempo. La tasa de supervivencia depende muchísimo del tamaño del tumor (si este es mayor a 3 centímetros la esperanza de vida es de 6 meses, pero de 2 años en tumores menores de 2 centímetros).

Además de todo lo citado, cabe destacar que la mayoría de tumores mamarios aparecen cuando el animal ya es mayor, en general a los 11-12 años de edad. Por esta y muchas más razones, estimar una esperanza de vida media de una gata con un cáncer de mama es muy difícil. Al final, el pronóstico depende de la rapidez de detección, del abordaje utilizado y de cierta suerte.


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