Reproducción de las aves: ¿qué significa la danza de cortejo?
El reino animal está lleno de conductas fascinantes cuando se trata de reproducción de las aves, pero pocas lo son tanto como la danza de cortejo de algunas de estas especies aladas. Desde los rituales de más de 58 movimientos distintos del ave del paraíso de Carola hasta los bailes en grupo de los flamencos, hay un amplio abanico de comportamientos con los que fascinarse.
Pero, ¿qué función cumplen estas danzas de emparejamiento? Esta porción de la comunicación ha llamado la atención de los investigadores desde hace siglos. ¡Vamos a profundizar en ello!
¿Cómo se conquistan las aves?
La danza de cortejo permite a los machos demostrar su calidad genética y aptitud física, a través de las siguientes manifestaciones:
- Movimientos coordinados
- Vocalizaciones específicas
- Exhibiciones de plumaje llamativo
En la reproducción de las aves, estas expresiones se traducen en señales visuales y auditivas que permiten a las hembras evaluar la idoneidad de los machos como compañeros.
Un estudio muy interesante, publicado en el libro Biotremology: Physiology, Ecology, and Evolution, afirma que las señales que recibe la hembra no solo llegan por vía auditiva y visual, sino que la percepción táctil también tiene relevancia.
Dada la gran cantidad de aves que eligen suelos donde las vibraciones se transmiten con facilidad, se aventura que el ritmo del «taconeo» con las patas tiene su propio papel en el cortejo.
Si bien se asume que los machos siempre compiten entre sí por la elección de las hembras, no siempre lo hacen a través de la agresión o la territorialidad. En algunas especies, se hace presente el cortejo cooperativo. Este es el caso del saltarín lanceolado (Chiroxiphia lanceolata), donde la hembra de esta especie comprueba la capacidad de coordinación y cooperación del pretendiente.
Además, los machos jóvenes aprovechan estos rituales para aprender los mejores movimientos de danza.
¿Solo los machos realizan danza de cortejo?
Cuando se trata de la reproducción de las aves, en la mayoría de las especies, es el macho quien se esfuerza para atraer a sus compañeras. No obstante, también existen ejemplos de casos en los que las hembras participan de forma activa en exhibiciones de cortejo.
Un caso muy curioso es el del pigargo americano (Haliaeetus leucocephalus), una rapaz que se coge de las patas con su pareja y realiza piruetas en el aire: ambos giran sin soltarse.
La participación de las hembras en la danza de cortejo varía entre especies y puede depender de diversos factores, como los siguientes:
- Selección de pareja
- Disponibilidad de recursos
- Competencia por el apareamiento
Dado que la mayoría de especies de aves son monógamas, la participación de la hembra favorece el éxito reproductivo cuando ambos miembros de la pareja se escogen el uno al otro.
Raíces evolutivas de la danza de cortejo de las aves
Como se ha comentado, el objetivo principal del cortejo no es solo encontrar pareja para la reproducción, sino favorecer la selección genética de ejemplares más sanos y fuertes. Además, muchos de ellos demuestran, a través de su conducta, su capacidad para la crianza cooperativa y para defender a la prole.
Por tanto, no es de extrañar que los cortejos hayan evolucionado a lo largo de la historia de las especies. Los hallazgos de los estudios indican que, dentro del llamado «fenotipo de cortejo» —el repertorio de señales sexuales que se emplean en este conjunto de ritos—, se añaden y modifican los gestos.
Debido a que los factores ambientales influyen en la selección de pareja, tiene sentido postular que las danzas se adaptan con el tiempo a estas circunstancias. Por ejemplo, en época de sequía, un macho podría priorizar los obsequios de frutas sobre los de semillas.
De esta forma, busca demostrar que, además de tener buenos genes, es un buen proveedor en períodos difíciles para la supervivencia.
Evolución de organismos para nuevas formas de cortejo
No solo el comportamiento cambia para responder a las nuevas demandas de la reproducción de las aves. Un estudio de la revista Animal Behaviour, divulgado en el año 2022, afirma que la evolución del comportamiento va de la mano con cambios en la fisiología y la anatomía de los organismos. De otro modo, los requerimientos musculoesqueléticos y metabólicos para los nuevos cortejos no serían suficientes.
Un ejemplo que dan es el del saltarín cuellidorado (Manacus vitellinus), una pequeña ave del Neotrópico. Este pájaro de colores vibrantes lleva a cabo una exhibición de cortejo con requerimientos físicos intensos y ruidosos que, con los años, se ha intensificado.
En el artículo anterior se describe cómo esta especie ha desarrollado sistemas neuromusculares que dependen de andrógenos y especializaciones metabólicas. Gracias a esto, pueden no solo realizar elaboradas rutinas de cortejo, sino también su exageración.
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Llamativas exhibiciones de cortejo
Las elaboradas danzas que las aves exhiben, exponiéndose a peligros y con una gran inversión de energía en ellas, no son por amor al arte: de ellas depende el éxito reproductivo de la especie. La ciencia ahonda cada vez más en los secretos que las rodean, así que solo queda esperar a la siguiente sorpresa. Y tú, ¿conocías estos ejemplos tan llamativos de cortejo en aves?
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