Razas de perro dispuestas a padecer otitis

Esta dolencia puede ser consecuencia de alergias, infecciones o cuerpos extraños dentro del oído; los cuerpos más comunes son las espigas o las ramas, que el animal no logra zafarse de ellas por sí solo

Otitis canina

La otitis es una enfermedad muy común en los perros. Sin embargo, existen razas más propensas que otras a padecer este tipo de dolencia. Esto se debe a múltiples razones que tienen que ver con su higiene, fisonomía y comportamiento.

La otitis es una inflamación que se da en el oído. Puede ser externa, que es cuando se produce en el tímpano hacia afuera; o interna, que es cuando afecta a esta membrana y sus terminaciones.

Tanto en las personas como en los animales, la otitis externa es la más común. Sin embargo, una mala praxis puede devenir en una infección más severa, lo que podría conllevar a la pérdida de la audición.

Causas de la otitis en los perros

Pueden existir muchas causas para el desarrollo de una otitis. Los especialistas suelen clasificarlas en causas primarias y secundarias.

Otitis canina

Las causas primarias para padecer este dolor en el oido tienen que ven con el entorno y las costumbres. Por ejemplo, si el perro vive en un ambiente muy húmedo, o si se le acostumbra a bañarse constantemente.

Asimismo, esta dolencia puede ser consecuencia de alergias, infecciones o cuerpos extraños dentro del oído. Los cuerpos más comunes son las espigas o las ramas, que el animal no logra zafarse de ellas por sí solo.

Las causas secundarias son consecuencias de otras patologías o condiciones. Por ejemplo, presencia de bacterias, hongos o levaduras; son elementos que no causan directamente la enfermedad, sino debido a un proceso de infección.

Otro tipo de causas son las que se generan a partir de una misma otitis. Tienen que ver cuando la infección externa ha calado y ha comenzado a afectar el interior, o también como consecuencia de fibrosis o calcificaciones.

Razas propensas a padecer otitis

Determinados tipos de razas también podemos englobarlos como una causa primaria a padecer otitis. Aquellos canes con orejas caídas o conductos auditivos pequeños son más propensos a esta enfermedad.

Tal es el caso de los cocker spaniel: la anatomía de sus orejas no permite una adecuada ventilación, lo que conserva húmedo el oído y con escasa oxigenación. Esta condición se repite en los beagles y en los basset hounds.

Otitis canina

Los perros con muchos pelos dentro de sus orejas también tienen predisposición a padecer esta enfermedad, pues acumulan mucha secreción. Esta situación puede degenerar en un proceso alérgico o en una infección.

Las razas como yorkshires terrier, collies y los pastores alemanes y belgas padecen esta enfermedad. Resulta muy común en perros muy peludos o con pelos largos.

Cuidados en perros proclives a padecer otitis

La higiene es fundamental en canes propensos a sufrir esta dolencia. Antes de aplicar técnicas de limpieza es recomendable asesorarse con especialistas.

Aunque todos los animales domésticos necesitan mantener limpios sus oídos, la forma de realizarlo no es la misma para todas las razas de perros.

Lo primero es mantener el oído libre de secreciones, sobre todo en los canes con abundante pelo en las orejas. No se recomienda el uso de hisopos porque pueden causar lesiones internas. La limpieza debe ser externa o hasta donde alcancen los dedos.

Orejas de un perro

Los perros con predisposición a la otitis no se deben bañar a menudo: un baño profundo una vez al mes es suficiente. El resto del tiempo se puede lavar el cuerpo, sin mojar la cabeza.

Es importante cuidar al animal de la humedad excesiva. Por ejemplo, cuando se le lleva a la playa; también cuando el clima es muy húmedo, lo que puede favorecer las infecciones por otitis.

Cómo identificar la enfermedad

Cuando se trata de una otitis externa es más fácil identificarla:

  • Por lo general, la molestia hace que los perros rasquen sus ojeras con frecuencia. También pueden frotarlas contra el suelo.
  • Agitan la cabeza a menudo.
  • Se vuelven agresivos cuando intentas tocar sus oídos.
  • Hay mayor frecuencia de secreción en las orejas.
  • En casos crónicos, hay pérdida del equilibrio o desorientación. También hay una mayor acumulación de sangre en el pabellón de la oreja.

Ante la presencia de cualquiera de estos síntomas, el perro debe ser evaluado por un especialista. Mediante una otoscopia se revisa la condición del oído, y las secreciones se analizan por medio de una citología. En casos más complejos, se realiza un raspado, cultivos, biopsias o radiografías.

El tratamiento dura entre 21 y 30 días y, generalmente, se lleva a cabo con medicamentos tópicos y orales. En cualquiera de los casos, tendrá que ser un profesional sanitario quien imponga los pasos a seguir.

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