¿Qué son los cálaos?

Los cálaos son unos de los grupos más desconocidos de aves. De forma similar a los tucanes, mientras que los primeros viven en Sudamérica, los cálaos son un grupo de aves africanas y asiáticas.

Mientras que el cálao terrestre sureño sobrepasa los seis kilos, el toco negro apenas llega a los 100 gramos, por lo que es un grupo de aves con mucha diversidad. Los machos de cálaos siempre son mayores que las hembras.

¿Cómo son los cálaos?

El parecido a los tucanes no es otro que su largo pico, casi siempre provisto de las llamadas cimeras, es decir, unas protuberancias. A pesar de su largo pico curvo, este es de material esponjoso y, por tanto, ligero. Los cálaos suelen vivir en las selvas espesas del Viejo Mundo; son aves que viven en parejas de carácter bastante sociable. Aunque no son muy ágiles en el suelo, se mueven rápidamente entre las ramas de los árboles.

Los cálaos no son aves que acostumbren a realizar grandes vuelos, los cuales resultan bastante ruidosos. Algunas especies de cálaos son buenas imitadoras, por lo que se las puede escuchar imitando a otras aves, de forma similar a loros o cuervos. Los cálaos son animales omnívoros y, aunque todos ellos consumen bayas y frutos, no es raro verles comer insectos o incluso carroña en algunas especies.

El curioso nido de los cálaos

Los cálaos poseen uno de los nidos más complejos del reino animal: al igual que otras aves, anidan en huecos de árboles, pero el macho encierra literalmente a la hembra bajo una pared de barro, tierra y excrementos.

Eso sí, el macho deja un pequeño agujero para alimentar a la hembra, que pasará aquí todo el tiempo de incubación y que ayuda al macho desde dentro en la construcción del nido. La hembra puede llegar a pasar encerrada en este curioso nido hasta cuatro meses, tras los cuales la misma rompe el nido a base de picotazos.

Curiosidades de los cálaos

Los cálaos poseen riñones con dos lóbulos, y lo que es más increíble: son los únicos pájaros que tienen las dos primeras vértebras del cuello fusionadas, y es que aunque el pico resulta de tejido esponjoso,  no deja de ser enorme.

Como ya mencionamos, algunos cálaos poseen cimeras para reforzar el pico. Se ha visto, sin embargo, que en algunas especies sirven como resonador para los cantos de estas aves, mientras que en otras aves se usan como auténticos arietes contra otras aves.

El exponente de esto es el cálao de yelmo, cuyo pico pesa enormemente. Este ave se alimenta principalmente de higos y, por desgracia, ha sido cazado debido a su pico, el cual contiene marfil de cálao, un material usado para realizar elementos ornamentales: su precio puede triplicar al del marfil, y eso que cada vez hay más elefantes sin colmillos en ciertas zonas de África.

Curiosamente, estas aves tienen una visión binocular en la que pueden ver su propio pico, lo que, aunque pueda parecer una molestia, les permite tener una gran precisión con este.

Cualquier especie de los cálaos es un ave muy inteligente: un pájaro entiende a otras especies y se beneficia de sus alertas. Por ejemplo, reacciona a las alertas de la mangosta enana o sigue a los gibones para conseguir insectos.

Aunque los cálaos africanos apenas están en peligro, en Asia estos animales han perdido mucho hábitat, por lo que algunos son celosamente protegidos por los conservacionistas. Algunos de ellos son cazados por el marfil de cálao o para abastecer la medicina oriental, mientras que en otros lugares son animales respetados. Zazu, el secretario real del Rey León, es una de estas curiosas aves.