Seguro que alguna vez has levantado una piedra y has visto algo parecido a un insecto corretear hacia la oscuridad o recogerse en una forma esférica. Si tu respuesta es afirmativa, no te extrañará saber que te has encontrado con un bicho bola, dicho de forma técnica, un crustáceo isópodo del suborden Oniscidea.
Sí, has leído bien. Los isópodos terrestres o bichos bola no son insectos, sino un taxón muy variado de crustáceos que se han aventurado a la vida terrestre, colonizando hábitats en general húmedos y con muy poca luz. Si quieres saber más sobre los bichos bola y su fisiología, no dejes de leer.
¿Qué es un bicho bola?
Antes de comenzar a describir a estos fascinantes invertebrados, es esencial hacer un repaso por su situación genética. Los bichos bola o isópodos son artrópodos pertenecientes al subfilo Crustacea, es decir, son parientes directos de cangrejos, gambas, langostas y otros seres marinos. Dentro del orden Isopoda se encuentran más de 10 000 especies.
Los isópodos más famosos son terrestres, pero cabe destacar que existen unas 4500 especies eminentemente marinas y 500 de agua dulce —5000 de ellas habitan fuera del agua—. Si buscamos crustáceos especializados en la supervivencia en ambientes relativamente secos, los primeros que debemos citar son los isópodos oniscídeos (Oniscidea), con más de 3700 especies descritas.
El “bicho bola tipo” será, entonces, un crustáceo isópodo terrestre perteneciente al suborden Oniscidea. Si hilamos más fino, podemos afirmar con casi absoluta seguridad que la mayoría de bichos bola detectados en ambientes semisecos o campestres pertenecen a las especies Armadillidium vulgare o Armadillidium granulatum.
No todos los isópodos son terrestres, pero unas 3700 especies de este grupo han evolucionado para adentrarse fuera del agua.
¿Son los bichos bola insectos?
Aunque viva en tierra y a veces se designe como “cochinilla de la humedad”, el bicho bola no es un insecto en ningún caso. Los insectos son artrópodos pertenecientes al subfilo Hexapoda, y como el propio nombre del grupo lo indica, todos sus integrantes tienen 6 patas. Los isópodos tienen 7 pares de extremidades —14 patas en total—, así que distinguirlos es muy fácil.
El bicho bola tipo, Armadillidium vulgare
En este punto, cabe destacar que no todos los isópodos terrestres pueden hacerse bola si se ven amenazados. Por ejemplo, aquellos pertenecientes al género Porcellio optan por correr y resguardarse. Para mostrarte las características del bicho bola más típico y sencillo de conocer, centraremos nuestra atención en la familia Armadillidiidae, específicamente en Armadillidium vulgare.
Distribución
Tal y como indica el portal profesional Animal Diversity Web, A. vulgare es nativo de los límites de la región mediterránea europea, pero ha sido introducido en prácticamente todas las masas terrestres del planeta. Hay poblaciones en casi cualquier zona templada con microambientes húmedos, como Estados Unidos, Madagascar, Australia, India y el sur de África.
A pesar de ser terrestre, el bicho bola requiere un 50-60 % de humedad ambiental para evitar la desecación. Su ambiente predilecto son los lugares oscuros, húmedos, con temperaturas templadas y una gran cantidad de materia en descomposición, como hojas, troncos y animales muertos. Al ser animales descomponedores, aprovechan las “sobras” de los suelos.
Descripción física
A. vulgare es un representante excelente de su grupo y casi toda su descripción física se puede aplicar al resto de integrantes de la familia Armadillidiidae. Como todos los isópodos, esta especie presenta una forma oval y está ligeramente aplanada en su plano dorsal. Cuenta con un exoesqueleto y escudo cefálico resistentes, pero no tanto como el de otros crustáceos.
Su cuerpo está compuesto por 3 tagmas: el cefalón (el tagma más anterior o cabeza), el pereión (tórax) y el pleón (abdomen). La cabeza tiene un par de antenas pequeñas, la región torácica alberga 7 segmentos o somitos con un par de patas cada uno y el pleón cuenta con 2 estructuras respiratorias muy importantes, los pleópodos.
Hablando de obtención de oxígeno, cabe destacar que la mayoría del intercambio de gases en los isópodos se produce a través de su cutícula externa, compuesta por una matriz de carbonato cálcico permeable al agua y los gases. Los pleópodos también son esenciales para la respiración, pues atrapan el aire en sus estructuras esponjosas especializadas.
A. vulgare es de color grisáceo, mide unos 2 centímetros y posee una cutícula muy engrosada.
Alimentación
El bicho bola típico —y todos los oniscídeos— es un animal descomponedor o detritívoro. Esto quiere decir que come prácticamente cualquier tipo de materia orgánica muerta que se pueda encontrar en el suelo, ya sea de origen animal o vegetal. Su dieta basal consiste en hojas secas, pero también se nutre de raíces, frutas, hojas frescas, insectos muertos y otros ejemplares de su especie.
Estos animales viven 1-1,5 años, pero curiosamente, la falta de alimento no suele ser un problema para ellos. Estudios han demostrado que un bicho bola puede pasar unos 3 meses sin comer sin muchas dificultades, aunque sus números poblacionales disminuyen mucho ante la falta de nutrientes.
Estrategias de defensa
Los isópodos oniscídeos de la familia Armadillidiidae son capaces de retraerse tras detectar un estímulo nocivo, adquiriendo así una forma de bola. Este acto se conoce como conglobación y ha sido adoptado por otros muchos animales, como algunos milpiés, los armadillos y las avispas esmeralda, entre otros.
Con su cutícula densa, al adquirir esta postura los bichos bola protegen sus órganos más delicados y minimizan la pérdida de agua en los ambientes más secos. Además, poseen glándulas repugnantes en el pereión que producen sustancias desagradables al gusto de los depredadores y su color grisáceo les ayuda a mimetizarse con el medio.
Otras especies de bichos bola
Hemos centrado toda nuestra atención en Armadillidium vulgare, pero cabe destacar que existen muchas más especies de isópodos que se conocen de forma general como bichos bola. A continuación, te presentamos algunas de ellas:
- Armadillidium nasatum: se distingue de A. vulgare por unas franjas longitudinales pálidas que se extienden desde la cabeza hasta la parte posterior y una protuberancia rectangular hacia el vértice del cefalón.
- Armadillidium gestroi: es una especie mucho más llamativa que las citadas, pues posee unas punteaduras amarillas a lo largo de su dorso.
- A. klugii: una de las especies de bicho bola más bellas del mundo. Posee unos “faldones” rojizos en los límites del dorso y punteaduras blanco-amarillentas que recuerdan a los colores de algunas especies de arañas venenosas.
Un crustáceo terrestre de lo más interesante
Como has podido comprobar, el mundo del bicho bola es mucho más extenso de lo que en un principio se podría pensar. Los isópodos terrestres vienen en todas las formas y colores posibles, pues al existir tantas especies y ser animales tan generalistas, una excelente radiación evolutiva ha sido posible a lo largo de los milenios.
Si quieres buscar isópodos, lo único que debes hacer es levantar piedras o troncos en cualquier bosque o parque húmedo cercano. Eso sí, déjalos siempre en su sitio después de analizarlos, pues las poblaciones de algunas especies están restringidas y podrían verse amenazadas por la sustracción de ejemplares.
Bibliografía
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- Armadillidium vulgare, Animal Diversity Web (ADW). Recogido a 19 de julio en https://animaldiversity.org/accounts/Armadillidium_vulgare/
- Le Clec’h, W., F. Chevalier, L. Genty, J. Bertaux, D. Bouchon, M. Sicard. 2013. Cannibalism and Predation as Paths for Horizontal Passage of Wolbachia between Terrestrial Isopods. PLoS ONE, 8/4: e60232.
- Paris, O. H., & Pitelka, F. A. (1962). Population characteristics of the terrestrial isopod Armadillidium vulgare in California grassland. Ecology, 43(2), 229-248.
- Horváth, G., Garamszegi, L. Z., Bereczki, J., Urszán, T. J., Balázs, G., & Herczeg, G. (2019). Roll with the fear: environment and state dependence of pill bug (Armadillidium vulgare) personalities. The Science of Nature, 106(3-4), 7.