A todo el mundo le gusta engreír a su mascota. Parte de disfrutar de su compañía es hacerles felices con algún capricho de vez en cuando, pero ¿es esto realmente beneficioso? Los expertos no se ponen de acuerdo a este respecto, así que el debate está abierto todavía.
Sin embargo, una cosa sí es cierta, si estás aquí es porque quieres tomar una decisión que sea beneficiosa para tu animal. Su bienestar es lo primero y, en ocasiones, este se cumple siendo estricto con algunos aspectos de los cuidados, como puede ser la disciplina en la educación de un perro.
Por eso, aquí encontrarás las diferentes caras del debate para que puedas tomar decisiones basadas en tu caso personal. No todos los humanos son iguales y lo mismo se aplica a sus compañeros animales. No te pierdas nada.
Pros de darle un capricho a tu animal
Engreír a una mascota es una práctica con límites difusos. Muchas personas acaban por irse a los extremos, en los que son demasiado estrictas o no ponen ninguna norma a su compañero no humano. Sin embargo, saltarse las normas puede tener beneficios para ti y para tu animal, siempre que lo hagas dentro de una lógica. Vamos a ver algunos de ellos:
- Haces feliz a tu animal: esta es la más inmediata. Le consientes y él se alegra de recibir algo de tu parte.
- Fortaleces tu vínculo con él: hacer algo fuera de la rutina y que resulta placentero es una buena forma de que tu animal te asocie con sensaciones positivas.
- Creas un equilibrio en su educación: no todo va a ser fuerte disciplina y órdenes. Siempre es bueno encontrar una situación o lugar donde las normas puedas ser menos estrictas.
Ahora bien, no se debe olvidar que los premios y los caprichos no deben ser una costumbre. Si lo conviertes en la norma, lo más probable es que aparezcan problemas de comportamiento. Vamos a ver esto en detalle en el siguiente apartado.
Contras de engreír a una mascota
Algunas especies de animales que suelen convivir con los humanos necesitan que su rutina sea predecible. Un ejemplo son los perros, que sufren estrés psicológico cuando su educación es inconsistente. Por eso, cuando lo normal es romper la norma, se genera una situación de incertidumbre que hace que el animal no sepa qué esperar de ti.
Siguiendo con el ejemplo del perro, deberías que tener en cuenta que se trata de una especie jerárquica, gregaria y que ha sido seleccionada de forma artificial para servir al hombre. Por tanto, un humano siempre va a ser una referencia para su comportamiento. Necesita saber qué lugar ocupa en el grupo y qué normas existen para que este se mantenga cohesionado.
La única forma de conseguir una comunicación fluida con otra especie es a través de tu propio comportamiento. Si no le dejas pedir comida cuando estás en la mesa, por ejemplo, no rompas este límite. La permisividad en este aspecto (engreírle) lo único que hará será crearle estrés porque no sabe cuándo va a recibir comida y cuándo te vas a enfadar.
Engreír a una mascota y su relación con los problemas de comportamiento
Todos los expertos están de acuerdo en aquello de que “una vez al año no hace daño”. No obstante, un capricho puntual no se debe confundir con malcriar a tu animal. El estrés por la inconsistencia mencionado anteriormente puede dar lugar a problemas emocionales y de comportamiento más serios, como trastornos de ansiedad o de agresividad.
Pongamos otro ejemplo, imagina que tienes una psitácida en casa y la crías desde que es papillera. Estas aves aprenden a convivir y a respetar los límites aprendiendo de sus progenitores. Por tanto, ese es el rol que vas a cumplir durante sus primeros años de vida. Si en este período lo consientes, por ejemplo, que dé picotazos para pedir comida, esa costumbre se convertirá en un problema mucho más difícil de corregir que de prevenir.
Nada es blanco o negro
Es muy útil conocer todas las posturas de los expertos en comportamiento animal. Sin embargo, nunca se debe perder de vista que cada ejemplar es único y tiene una personalidad y unas necesidades concretas. A algunos perros se les puede dar caprichos más a menudo que a otros, los conejos no suelen obedecer órdenes y algunas psitácidas viven 80 años y cambian su conducta varias veces.
Por eso, lo más esencial es que conozcas la especie a la que cuidas y al individuo con el que tratas. Seguro que tu intención nunca es mala, pero ser responsable con el bienestar de una mascota siempre debe ser la actitud que protagonice la toma de decisiones. Si no puedes darle una chuchería a tu animal, no pasa nada. Seguro que hay mil cosas más que le harán feliz sin poner en riesgo su educación.
Bibliografía
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- Understanding and Caring for Rescued Hoarded Dogs. (s. f.). Best Friends Animal Society. Recuperado 19 de abril de 2022, de https://resources.bestfriends.org/article/understanding-and-caring-rescued-hoarded-dogs
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- Ramos Santonja, L. (2021). Psitácidas en cautividad: problemas comportamentales frecuentes y métodos de abordaje. Revisión bibliográfica.