Pez aguja hocicudo: hábitat y características

El pez aguja hocicudo asimila las "secreciones" del coral que se come para utilizarlas como un "desodorante", que le permite engañar a sus depredadores por tener un olor similar al del coral.
Pez aguja hocicudo: hábitat y características
Cesar Paul Gonzalez Gonzalez

Escrito y verificado por el biólogo Cesar Paul Gonzalez Gonzalez.

Última actualización: 18 octubre, 2022

El pez aguja hocicudo, también llamado pez arlequín, es una especie marina de colores vistosos cuya característica principal se encuentra en la forma de su boca. Además, su tamaño es bastante pequeño, pues apenas alcanza los 9 centímetros de longitud, y sus aletas son también bastante reducidas.

El nombre científico de esta especie es Oxymonacanthus longirostris, un pez de hermosa figura que ha fascinado en los últimos años a varios amantes del acuario marino. Sigue leyendo para conocer más acerca de este bello organismo.

Hábitat del pez aguja hocicudo

Este pez es un habitante común de aguas marinas poco profundas y se ha asociado a las zonas de arrecife de coral dentro de los océanos Pacifico e Indico. Además, se le suele ver de forma habitual en varias islas como Ryukyu, Nueva caledonia y Tonga. De hecho, se podría decir que son peces muy selectivos al elegir su hogar, ya que buscan en ellos la presencia de corales duros del género Acropora.

Una pareja de peces aguja hocicudos.

¿Cómo es el pez aguja hocicudo?

El cuerpo de este pez es ovalado y cuenta con un hocico prolongado terminado en punta, cuya apariencia es el motivo del sobrenombre “hocicudo”. Esta forma tan particular se debe a una adaptación que le ayuda a alimentarse de sus presas favoritas, siendo imprescindible para ello una boca larga. Sus aletas no son tan evidentes, ya que están bastante reducidas y terminan dándole la apariencia de una lanza o flecha.

La coloración de su piel es muy hermosa, pues porta un fondo azul-verdoso que está cubierto con puntos y barras amarillo-naranja. En algunos casos, la nariz y parte de su dorso están pigmentados del mismo tono que sus manchas, como si se estuviera resaltando el margen del pez. Asimismo, sus ojos se encuentran rodeados de tonos amarillos, que le dan una forma anillada y destacan sobre el cuerpo.

¿Cómo se comporta el pez aguja hocicudo?

De forma general es un pez bastante dócil y asustadizo, pues suele mantenerse escondido frente a sus depredadores. Sin embargo, durante su apareamiento sí que presenta un comportamiento agresivo. Es más, solo en estas épocas se vuelven animales territoriales, por lo que cada pareja protege su privacidad. Al finalizar, regresan a su conducta social, compartiendo espacio con sus congéneres.

Además, son peces a los que les gusta nadar en pares, ya que se ayudan mutuamente, defendiendo los recursos de su territorio. La comida es un bien esencial para estos animales, pues la reproducción tiene un costo alto para sus cuerpos y necesitan resarcirlo por medio de una dieta abundante.

Alimentación

Este pez es un organismo coralívoro, lo que significa que su dieta se basa exclusivamente en pólipos de coral. Por esta razón, su hábitat se restringe solo a los arrecifes citados, cuyas condiciones incentivaron el alargamiento de su boca. Esta adaptación le permite tomar el coral como si se tratara de unas “pinzas”, evitando dañarse la cara y facilitando su supervivencia.

De hecho, según un artículo publicado en la revista científica Coral reefs, los peces aguja hocicudos tienen la capacidad de distinguir y elegir el tipo de coral. Esto lo hacen observando la forma y estructura de cada uno y seleccionando solo los del género Acropora. Esta elección no es aleatoria, pues aparte de ser su alimento, la forma ramificada de este coral les sirve también como refugio.

Esta es la razón por la que se le considera una especie difícil de criar, pues requiere la presencia de corales dentro del tanque o acuario. Para poner un poco de contexto, los corales y gran parte de los cnidarios son organismos sensibles a los cambios de la calidad del agua: esto implica que cualquier mínimo descuido podría costarles la vida a todos los ejemplares del tanque.

Reproducción

El pez aguja hocicudo es una especie monógama que mantiene a su pareja incluso cuando no está en la época de apareamiento. Visto de otra forma, estos animales son la mejor representación de la frase “hasta que la muerte nos separe”, pues solo cambiarán de pareja si alguno muere. Esta situación es la que propicia su agresividad, ya que para defender a su compañero agreden a cualquier intruso de su territorio.

Después del cortejo, que consiste en embestirse entre sí, la hembra comienza a desovar, colocando sus huevos en la superficie de las algas. En este momento, la pareja inicia un juego de persecución, en el que el macho sigue a la hembra y termina el apareamiento fecundando todas las puestas con su esperma. Estos organismos no presentan ningún cuidado parental, por lo que las crías estarán solas desde su nacimiento.

Estado de conservación

La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza ha clasificado a este pez como una especie vulnerable. Esto es debido al gran riesgo que enfrenta su hábitat, pues depende de los corales para sobrevivir. Por ello, situaciones como el blanqueamiento de coral ponen en riesgo a su población.

El 30 % de los corales Acropora se encuentran listados en alguna categoría de riesgo.

Esta especie es un ejemplo perfecto de la susceptibilidad que sufren algunos organismos especialistas. En otras palabras, se ocasiona un efecto dominó: al desaparecer un eslabón, los demás no pueden sostenerse, condenándose a la extinción. Recuerda que cada ser vivo tiene un rol importante en la naturaleza y, si alguno desaparece, nos afectará a todos nos guste o no.


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