Conocer el origen y evolución del caballo es proponerse un viaje histórico. Y ello puede revelar mucho sobre la civilización humana.
La convivencia con los caballos ha sido muy importante para el desarrollo de nuestra cultura.
Estos animales permitieron romper barreras, acercar enormes distancias y conectar diferentes pueblos. También abastecieron civilizaciones enteras, con suplementos esenciales para la supervivencia.
El origen y evolución del caballo revela que estos animales fueron capaces de desarrollar magníficas habilidades de sociabilidad y convivencia. Al punto de crear un histórico lazo afectivo entre hombre y equino. Y ello permitió la supervivencia de ambas especies.
Etimología del término ‘caballo’
Estos herbívoros de gran porte se caracterizan por su cuello largo y arqueado adornado por una voluptuosa crin.
Pero no siempre este animal fue llamado “caballo”. El primer término latino para denominar esta especie fue “equus”. El latín tardío popularizó el término “caballus”, lo cual tiene raíces celtas y significa “caballo castrado”.
Ya el término “yegua”, utilizado para denominar las hembras, deriva de “equa”, femenino de “equus”.
Taxonomía
En principio, se creía que los caballos domésticos pertenecían a una especie diferente de sus parientes salvajes. Por eso, a mediados de 1758, Linneo incluyó los caballos domésticos en la especie Equus caballus. Mientras que los caballos salvajes ya eran clasificados dentro de la especie Equus ferus.
Posteriormente, la ciencia demostró que los caballos salvajes y domésticos pertenecían a la misma especie. Las diferencias de apariencia y carácter se debían a procesos de evolución diferentes y adestramiento específico.
Es por eso que actualmente todos los caballos son reunidos en la misma especie y reciben el nombre científico de Equus ferus caballus.
Breve resumen del origen y evolución del caballo
Los primeros relatos de cría y domesticación de caballos fueron registrados en mediados del año 3500 a.C., en la región que hoy pertenece a Kazajistán. Las investigaciones arqueológicas permitieron suponer que el primer antepasado del caballo vivió hace más de 50 millones de años.
Eohippus (o Hyracotherium)
Así se conoce al antepasado más antiguo del caballo. En realidad, la reconstrucción de su esqueleto lo hace más parecido a un diminuto perro. Su cuerpo tenía entre 20 y 40 cm de altura. Poseía la cara corta y las cuencoa de los ojos estaban centralizadas en el rostro.
Estos fósiles fueron encontrados en Oregón y en los sedimentos del Eoceno de Wyoming. Se supone que apareció por primera vez hace 55 millones de años y se expandió por Norteamérica y Eurasia.
Mesohippus
Su nombre significa “caballo intermediario” (o “caballo del medio”). Se supone que representó la transición de la especie primitiva al caballo moderno. Aquí aparecen los dientes con altas coronas que permiten pastar hierbas, hojas y brotes, y con ello comienzan a tener buena salud.
Los fósiles fueron encontrados en Canadá y en los estados norteamericanos de Colorado, Nebraska y Dakota. Vivieron aproximadamente hace 37 millones de años.
Miohippus
La aparición del Miohippus marca la primera ramificación horizontal en el árbol genealógico del caballo. Significa que empieza la diversificación de razas.
Se supone que fueron muchos los ejemplares de Miohippus. Ocuparon ampliamente el Oligoceno. Sobre todo, la zona de la Florida y en el oeste de Estados Unidos. Vivieron hace 32 millones de años.
Parahippus
Conservaban características primitivas, como los 3 dedos en las patas, pero representaron un importante cambio de hábitat. Se supone que aparecieron hace más de 24 millones de años.
Merychippus
Es el primer antepasado que tiene una apariencia similar al caballo moderno. Aunque las patas seguían teniendo 3 dedos, la cara y las citadas patas ya eran alargadas. Lo que representó la posibilidad de migrar largas distancias y perfeccionar las técnicas de pastoreo para alimentación.
Pliohippus
Es considerado el abuelo del caballo. Se ramificó ampliamente, dando origen a diversas razas que ocuparon todo el continente. Vivieron entre 6 y 12 millones de años atrás.
Dinohippus
Es el pariente directo del género Equus, que engloba caballos, cebras y asnos. Los fósiles fueron encontrados en Norteamérica, pero se supone que ocuparon también Europa, Asia, y Sudamérica. Vivieron de 5 a 13 millones de años atrás.
Equus
Fue el único género de la familia de los equinos que sobrevivió gracias su capacidad adaptativa. Se supone que el primer ejemplar surgió hace 5 millones de años. Fueron encontrados fósiles en todos los continentes, con excepción de Australia y Antártida.
El Equus acompaña a la humanidad en guerras, migraciones, cultivos, deportes, viajes y terapias médicas hace más de 3500 años. Representa la más exitosa adaptación en el proceso de origen y evolución del caballo.