Cuando una enfermedad se presenta en el organismo de tu mascota, no siempre es fácil identificarla a simple vista. Algunas patologías pueden manifestarse de distintas formas: en ocasiones se expresan de manera silenciosa, mientras que en otras cursan con signos que rápidamente llaman tu atención. El neumotórax en perros es un claro ejemplo de ello.
Según la etiología, el comportamiento de la condición que aquí nos atañe puede ser distinto. Sea cual sea el motivo por el cual la presente el cánido, es importante actuar lo más rápido posible para evitar cualquier tipo de complicación. Sigue leyendo y conoce más sobre esta interesante enfermedad en perros.
¿Qué es el neumotórax en perros?
Los pulmones están cubiertos por una fina capa de tejido que, a su vez, recubre la pared interna de la cavidad torácica. Cuando existe una entrada de aire y este se acumula en dicha cavidad (e incluso en el espacio pleural), el cuadro recibe el nombre de “neumotórax”.
Para facilitar su estudio, y con base en la causa que lo ha provocado, el neumotórax en perros se clasifica como traumático y atraumático. En el neumotórax atraumático, tal como su nombre indica, este se presenta sin ninguna lesión previa, manifestaciones clínicas o antecedentes iatrogénicos.
Por otro lado, el neumotórax traumático es aquel que tu mascota puede padecer después de haber recibido un impacto, golpe, mordedura o cualquier percance físico ejercido sobre él. Este, a su vez, se clasificará en abierto y cerrado. Son distintos los signos y las causas que caracterizan a cada uno de estos tipos de neumotórax, por ello, a continuación te explicamos un poco más sobre cada uno.
Neumotórax abierto
En el proceso fisiológico normal de la respiración, el aire entra a los pulmones durante la inspiración y después sale en la espiración. Cuando se desarrolla un neumotórax traumático de tipo abierto, se producen pequeños cambios en las presiones intratorácicas, lo cual se traduce en un colapso total o parcial del pulmón.
Estas presiones se dan porque el aire, una que vez entra, ya no puede salir en su totalidad, por lo que progresivamente se va acumulando. Se ejercerá una presión mecánica sobre las estructuras que se encuentren dentro de la cavidad torácica. En respuesta, el can puede expandir el tórax para compensar este incómodo estado. A este tipo de neumotórax en perros también se le conoce como “a tensión”.
En algunos casos, es tanta la presión ejercida que los músculos inspiratorios (junto con el diafragma) colapsan. El sistema cardiovascular también se verá afectado en tu mascota; a razón de la pérdida de la presión negativa intrapleural, se disminuye el retorno venoso al corazón, seguido de una disminución del gasto del corazón y falla cardiaca que puede terminar en la muerte.
Neumotórax cerrado
Este tipo de neumotórax en perros se da a consecuencia de un traumatismo que ha generado una ruptura de los alveolos pulmonares. En ocasiones, no hace falta iniciar un tratamiento para la resolución de este neumotórax, sin embargo, el acudir a consulta para una valoración médica siempre será la mejor opción.
Se considera que un neumotórax en el que no se ha presentado ningún antecedente iatrogénico ni traumático es espontáneo. Para que se genere este cuadro clínico, el aire puede ingresar a la cavidad torácica de dos formas distintas:
- Vía respiratoria: la presencia de tejido pulmonar deteriorado puede dar origen a vesículas o bullas llenas de aire en los bordes de los lóbulos pulmonares, que eventualmente se rompen y expulsan el aire inhalado en la cavidad torácica.
- Vía esofágica: el neumotórax en perros también puede ser generado cuando el esófago sufre una perforación. El aire fugado se acumula debajo de la piel o bien alrededor de estructuras intratorácicas, como el corazón.
Síntomas del neumotórax en perros
En todos los tipos de neumotórax en perros, una respiración superficial, junto con hiperventilación y taquipnea, será la principal signología que podrás observar en tu mascota. Sin embargo, existen otros síntomas a los que debes prestar atención, ya que también son indicativos de un probable neumotórax:
- Aumento de la frecuencia respiratoria.
- Respiración rápida y superficial.
- Posturas ortopneicas (el can estira el cuello y mantiene los codos hacia atrás, con la finalidad de abrir las vías respiratorias y facilitar la inspiración).
- Tos.
- Tórax prominente.
- Cianosis por una baja oxigenación.
Diagnóstico de la enfermedad
Como con cualquier otra enfermedad, lo más recomendable es comenzar con un examen físico general, sobre todo en aquellos pacientes que hayan sufrido algún accidente o lesión. En estos casos, los canes incluso podrían tener fracturas, hemorragias o tórax flotante, situaciones de gran importancia médica y que también necesitan atenderse de inmediato.
Son muchas las herramientas que el médico veterinario puede utilizar para diagnosticar neumotórax en perros. Las dos técnicas más recurridas son las siguientes.
Placas radiográficas
El uso de la radiología permite observar la presencia de aire más allá de los pulmones. Se considera una prueba precisa para el diagnóstico de neumotórax en perros, pero no para identificar su causa.
Se recomienda realizar la toma de las placas en tres proyecciones, pues esto permitirá visualizar toda anormalidad en las estructuras dentro de la cavidad torácica. Debe hacerse un manejo con cautela, para evitar aumentar el estrés del paciente.
Tomografía computarizada
Sumado a los beneficios de la radiología, la tomografía computarizada aumenta el rango de análisis de las estructuras internas. La presencia de bullas y lesiones por perforaciones puede ser evidenciada mediante esta técnica.
Tratamiento del neumotórax en perros
En cualquier caso de neumotórax en perros, se debe comenzar por estabilizar al paciente. La terapia de oxigenación resulta ser muy efectiva, debido que en algunos casos el can llega a consulta con un cuadro atelectásico, o lo que es lo mismo, un colapso pulmonar grave.
¿Habías escuchado hablar de la toracocentésis? Esta útil técnica permite dar un alivio de inmediato al paciente, así como facilitar el diagnóstico del neumotórax en perros. Mediante el uso de una aguja o catéter, el médico veterinario realiza una punción en la pared torácica, con el objetivo de observar la presencia de aire y a la vez extraerlo del lugar.
El tratamiento quirúrgico es la opción a la que se recurre en perros con neumotórax espontáneoo con cuadros muy graves. El médico realizará una valoración del paciente, en la cual decidirá el procedimiento a realizar. A veces, incluso, podría indicarse la extracción del lóbulo pulmonar afectado.
Como habrás observado, son muchas las maneras en las que se puede presentar el neumotórax en perros. Independientemente del tipo que afecte a tu mascota, un diagnóstico oportuno, junto con un adecuado tratamiento, evitarán que el problema se agrave y las afectaciones sean mayores. Consulta siempre al médico veterinario ante cualquiera de los síntomas citados.
Bibliografía
Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.
Cortadellas O. Neumotorax en perros diagnóstico y tratamiento. Valencia, España. Consultado el 05 de agosto de 2021. Disponible en: https://www.affinity-petcare.com/vetsandclinics/es/neumotorax-en-perros-diagnostico-y-tratamiento Neumotórax espontáneo. Maryland, Estados Unidos. 2021. Consultado el 05 de agosto de 2021. Disponible en: https://www.acvs.org/small-animal-es/spontaneous-pneumothorax Ocampo L. Neumotórax espontáneo en perros: dos casos clínicos. Toluca, México. Junio 2020. Consultado el 05 de agosto de 2021. Disponible en: http://www.scielo.org.pe/scielo.php?pid=S1609-91172020000200056&script=sci_arttext García E. Tratamiento del nuemotórax a tensión mediante aspiración torácica continua: utilización práctica. Madrid, España. 2088. Consultado el 05 de agosto de 2021. Disponible en: https://ddd.uab.cat/pub/clivetpeqani/11307064v28n3/11307064v28n3p179.pdf