El mono verde es una especie de primate bastante singular, ya que a pesar de su poca fama en occidente ha tenido un tremendo impacto en nuestra vida, y se ha relacionado con el ser humano durante milenios.
Características del mono verde
El mono verde es uno de los seis miembros del género Chlorocebus, un grupo de primates africanos dentro de los cercopitecinos, donde se encuentran otros primates como el mandril o los macacos.
Estas seis especies poseen pocas diferencias; su clasificación taxonómica se ha sometido a varias revisiones y sus especies hibridan y comparten territorio, por lo que hablaremos indistintamente de las seis especies.
En cuanto a sus características físicas, el mono verde es un primate de tamaño medio que no sobrepasa los seis kilogramos, con un pelaje de color pardo, con tonos verdosos y dorados. Posee un pelaje amarillento en el vientre, muslos y mejillas, con un escroto de color azul; las diferentes especies poseen diferencias mínimas en el pelaje.
Hábitat del mono verde
En conjunto, las diferentes especies de mono verde son los primates no humanos con mayor distribución de toda África. Aparecen en casi 40 países distintos desde Etiopía a Senegal, y los límites de su distribución de norte a sur los marca el Sáhara y la punta sudafricana.
Son primates muy exitosos: no solo han conquistado casi toda África, también se han convertido en una de las especies invasoras más llamativas, al encontrarse en Cabo Verde o en el Caribe, donde se les ha visto robar cócteles a los turistas.
Comportamiento del mono verde
Su enorme rango de hábitat muestra que el mono verde es una especie generalista que puede adaptarse a varios ecosistemas; una de las razones es que el mono verde tiene una de las dietas más variadas dentro de los primates, por lo que consume flores, hongos, bayas, pequeños mamíferos, insectos u hojas.
Esto hace que el mono verde se haya adaptado a ambientes muy distintos, algunos de ellos con una enorme presencia humana y pocos territorios. Por ello, los comportamientos de los monos verdes que encontramos en Senegal distan mucho de aquellos que encontramos en las islas del Caribe.
El mono verde vive en grupos multi-hembra y multi-macho; hablamos de una de las miles de especies donde mandan las hembras, las cuales permanecen en el grupo toda su vida mientras que los machos los abandonan al alcanzar la madurez sexual.
Los grupos suelen tener de media unos 25 ejemplares, si bien pueden ser más pequeños o acercarse al centenar. La comunicación del mono verde es muy rica e interesante: tienen alarmas para depredadores terrestres, aéreos y serpientes, y su aprendizaje ha sido muy estudiado.
El mono verde y antiguo Egipto
La relación del mono verde con nuestra especie es muy interesante, a pesar de que seguramente nunca habías oído hablar de ella. Y es que esta relación se remonta a hace más de 4 000 años y aún se mantiene en el presente.
El mono verde era una especie venerada en el antiguo Egipto, que fueron unos de los primeros en comprobar que tener un mono como mascota es algo muy peligroso y, actualmente, prohibido en muchos países.
Y es que se han encontrado muchos amuletos de esta especie en el Valle del Rift, e incluso han aparecido restos de monos verdes con collares de hierro o momificados, lo que evidencia la relación de estos animales con el antiguo Egipto.
También se han encontrado murales de monos verdes en Europa de hace miles de años, lo que evidencia los primeros contactos entre el antiguo Egipto y los pueblos del mar Egeo: en un asentamiento prehistórico de Santorini se han encontrado pinturas que representan a este primate.
El mono verde y el ser humano en el presente
Pero la relación del ser humano con el mono verde no es tan lejana: el riñón de este primate se ha usado para hacer cultivos celulares que han permitido erradicar enfermedades como la viruela o la polio.
Además, y por desgracia para estos animales, se ha experimentado con ellos. Aunque esto es visto como inmoral por muchas personas, lo cierto es que gracias al sacrificio de estos animales se han avanzado décadas en el estudio de la hipertensión o incluso del SIDA.
A pesar de todo, el mono verde no solo es uno de los primates con mayor distribución, también uno de los pocos que no está en peligro de extinción. Esto ha hecho que los monos verdes se consideren plaga, ya que se han adaptado a robar en cultivos, mercados o zonas turísticas.