Mantis religiosa: características, comportamiento y hábitat

En el mundo de los insectos, la mantis religiosa viene a ser uno de los más populares en todo el mundo. Incluso, aparece en la famosa película de Disney y Pixar titulada 'A bug's life'.

Mantis religiosa

La mantis religiosa es un insecto de tamaño mediano muy reconocible y conocida por la extraña posición de sus patas delanteras, con las que parece que está rezando. A pesar de su apariencia sencilla, estos animales son depredadores increíbles que poseen reflejos poderosos y letales en sus patas.

Hoy en día, no solo se encuentra en estado salvaje, sino también como mascota exótica en algunos hogares. Los amantes de los insectos ven en este bello ejemplar, una especie con muchas cualidades estéticas interesantes. A continuación te comentamos más al respecto.

Características de la mantis religiosa

La mantis religiosa es un insecto que mide entre 10 y 12 cm de largo. Cabe destacar que las hembras suelen ser un poco más grandes que los machos. Tiene un tórax alargado y dos largas antenas que le salen de la cabeza.

Resulta muy interesante el hecho de que sus patas delanteras, que parecen tener siempre en posición de rezo, cuentan con espinas que ayudan a atrapar y retener a las presas.

El color de las mantis religiosa depende del medio en el que haya hecho la última muda de piel. Su color puede variar del verde al pardo, con la finalidad de ayudarle a camuflarse.

Es decir, si muda en una zona con mucha hierba, será verde. Si abunda la paja, será de tonos amarillentos o pardos. Por eso, la mantis se camufla muy bien en su hábitat y es difícil verla.

La mantis religiosa puede medir hasta 10 centímetros.

Una de las características de las mantis y del resto de las especies de la familia Mantidae, es que puede mover la cabeza 180º para observar también por encima de su espalda. Por si fuera poco, posee 5 ojos en total, 2 son visibles y se encuentran a cada lado de su cara, mientras que los otros 3 son más simples y se observan justo en medio de su cráneo.

Su esperanza de vida es de alrededor de un año y pasan por 6 mudas para alcanzar el tamaño de adulto. Nacen de huevos que ponen las hembras (cientos en cada puesta), y cuando son jóvenes, tienen el mismo aspecto que una mantis adulta, pero en mucho menor tamaño.

Al contrario de lo que alguna gente cree, la mantis religiosa no es venenosa ni pica. Además, ayuda a controlar las plagas de ciertos insectos en los espacios abiertos. Por lo que podríamos decir que incluso es beneficioso tener mantis en nuestros jardines.

Comportamiento

La mantis es carnívora y una depredadora paciente. Es capaz de aguardar a su presa, a quien espera casi inmóvil y ataca por sorpresa y con rapidez.

Las mantis religiosas se alimentan, sobre todo, de: polillas, moscas, grillos, saltamontes y otros insectos de tamaño pequeño. Aunque hay testimonios que indican que, en caso de oportunidad, las mantis pueden cazar y comer anfibios o reptiles, e incluso pájaros pequeños.

Un estudio afirma que las mantis religiosas cazan pequeños pájaros (como colibríes) más a menudo de lo que pensamos. Además, cazan ayudándose de sus poderosas patas delanteras, que disparan a una velocidad imperceptible para el ojo humano, y con sus espinas atrapan a sus presas.

Las mantis son insectos solitarios que normalmente viven independientes. Solamente se reúnen para aparearse, y si coinciden dos o más machos, lucharán hasta la muerte. Solo el último vivo podrá aparearse. Es conocido el comportamiento que tienen algunas hembras de comerse la cabeza del macho tras aparearse, pero es una conducta menos común de lo que se cree.

Hábitat

La mantis religiosa surgió en Europa y Asia, y el hombre la introdujo artificialmente en Norteamérica. Hoy pueden encontrarse mantis en toda Europa, los dos tercios superiores de Asia, casi toda Norteamérica, y en un par de localizaciones del centro de África y en la parte más al sur de Sudamérica.

La mantis es un insecto de campo y se encuentra en huertas, pastizales o sitios poco humanizados en general. No es un insecto que nos vayamos a encontrar paseando por la ciudad. Si no que le gusta poder camuflarse entre la hierba, las hojas y las ramas de los árboles. Solo así puede esperar a sus presas aprovechando el entorno.

La mantis religiosa se puede tener como mascota.

Reproducción

La reproducción de la mantis religiosa suele tomar lugar en verano y bastante trágico, ya que termina con la muerte del macho en la mayoría de los casos. El proceso inicia cuando la hembra libera feromonas al ambiente con el objetivo de atraer a su pareja. Sin embargo, cualquier prospecto que la encuentre no se aventurará de manera inmediata a aparearse con ella.

La hembra es capaz de devorar a su pareja durante la cópula (canibalismo), por lo que el macho debe planear bien su estrategia para evitar la muerte. El mejor momento para lograr el apareamiento es durante la comida. Esto se debe a que la hembra está distraída y el macho puede aprovechar para inseminarla sin correr ningún riesgo.

Este proceso puede durar un par de horas mientras el macho deposita su paquete de esperma (espermatóforo). El problema es que la hembra tiene tiempo suficiente para terminar su bocadillo y empezar con uno nuevo, de modo que sus parejas siempre forman parte del menú.

Para finalizar, la hembra produce entre 200 y 300 huevos y los ancla en el sustrato que la rodea. Todos son puestos en un paquete que es recubierto de una espuma endurecida. Esto los protegerá de la mayoría de las amenazas y lograrán eclosionar en la primavera siguiente.

Mantis como mascota

A pesar de ser un insecto carnívoro de un tamaño más grande que el habitual (aunque en comparación con el reino de los insectos se considera que es de tamaño mediano), que caza presas de su tamaño o más grandes, como pájaros, las mantis se han puesto de moda como mascotas.

Para tener una mantis como mascota, se necesita un terrario en el que pueda vivir. No debe ser tan grande que no pueda encontrar sus presas, pero tampoco tan pequeño que no disponga de espacio para moverse.

Para alimentarla, deben suministrársele insectos vivos que pueda cazar. Estos se consiguen fácil en la mayoría de las tiendas para mascotas exóticas. Además, debe rociarse el terrario cada día con agua fresca para mantener un buen nivel de humedad, y para que pueda beber las gotas de agua condensada.

De preferencia, compra a tu ejemplar o los huevos en una tienda especializada, evita siempre capturarla de la naturaleza. Asimismo, el terrario solo es suficiente para que viva una mantis, ya que de lo contrario podrían pelearse entre ellas y hasta matarse. Si sigues los consejos anteriores, no deberías tener ningún problema en mantener saludable a esta peculiar mascota.

Bibliografía

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  • Gemeno, C., & Claramunt, J. (2006). Sexual approach in the praying mantid Mantis religiosa (L.). Journal of insect behavior, 19(6), 731-740.
  • Nyffeler, M., Maxwell, M. R., & Remsen Jr, J. V. (2017). Bird predation by praying mantises: a global perspective. The Wilson Journal of Ornithology, 129(2), 331-344.
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