También conocido como bosque boreal o de coníferas, este ecosistema está compuesto por formaciones rocosas y árboles. En este artículo te contaremos sobre los animales de la taiga, y cómo sobreviven a este hábitat algo inhóspito.
5 animales de la taiga
Debajo de la tundra y encima de la estepa, este bioma es exclusivo del hemisferio norte. Se encuentra en Rusia, Alaska, Canadá y norte de Europa. Los principales animales de la taiga, un área con inviernos muy fríos y poca lluvia, son:
1. Oso pardo
Este úrsido es un habitante característico de los bosques norteños –donde habitan varias subespecies– y puede vivir hasta 30 años en estado salvaje. Aunque su nombre indique que es ‘pardo’, el color de su pelaje puede variar de un individuo al otro entre el marrón oscuro y el dorado claro. Las crías de oso pardo –foto que abre este artículo– presentan un collar blanquecino hasta el primer año de vida.
Este animal omnívoro –se alimenta de carroña, miel, insectos, etc– y plantígrado –apoya todo el pie al caminar– hiberna durante el invierno tras almacenar una buena cantidad de grasa en su cuerpo.
2. Búho
El búho es otro de los animales de la taiga, si bien puede sobrevivir en diferentes hábitats con la condición de que tenga árboles donde dormir y protegerse, así como animales que salgan de noche para poder cazarles.
Este ave cuenta con un gran sentido auditivo, por lo que puede cazar a oscuras y atrapar sus presas en pleno vuelo. También es común que se alimente mientras está en el aire o, si el ‘plato’ es demasiado grande, dirigirse a la rama de un árbol y terminar el festín.
3. Alce
Este cérvido habita en los bosques nórdicos de todo el mundo, aunque es más frecuente verlo en Norteamérica. Es de gran tamaño y los machos presentan astas palmeadas y anchas terminadas en punta que las hembras no cuentan. La segunda diferencia entre los sexos es que los masculinos tienen una ‘papada’ en el cuello. Por lo demás, son iguales entre sí.
Los alces forman grupos familiares o caminan en solitario hasta la época de celo en invierno. Pueden hacer migraciones temporales y orientarse con el olfato y el oído, ya que su vista es mala. Se alimentan de hojas, arbustos, tallos y cortezas y pueden sumergirse en los lagos para recoger nenúfares sin mojarse el cuerpo: sus largas patas también les ayudan a no tomar contacto con la nieve en invierno.
4. Lince
Este mamífero carnívoro es uno de los animales de la taiga, pero cuyo hábitat no es exclusivo: también se lo encuentra en la tundra y en los bosques del sur de Europa. Su principal característica es el cuerpo moteado. Además, presenta orejas puntiagudas, una especie de ‘barba’ blanca y fuertes patas.
El lince pesa alrededor de 30 kilos, se alimenta principalmente de liebres y conejos y, debido a la caza y la destrucción del bosque nativo, cada vez quedan menos poblaciones de esta especie.
5. Comadreja
Por último, un mustélido que se lo puede ver en Norteamérica y Eurasia, en áreas con abundancia de comida y cobertura vegetal. También es abundante en entornos rurales y soporta climas fríos y nevados.
Si bien es de pequeño tamaño, la forma ‘ergonómica’ del cuerpo –con larga cola y patas cortas– y su fiereza le permiten cazar eficientemente. Incluso tiene la capacidad de abatir presas de hasta 10 veces su peso. Prefiere consumir ratas, topillos o ratones, aunque en ocasiones se alimenta de aves, conejos, liebres, ranas, peces o serpientes.