Laxantes para perros: dosis y cuidados

Los laxantes son fármacos que ayudan con la evacuación de las heces. Deben ser administrados con responsabilidad, tanto los naturales como los químicos.

Un perro mira a una pastilla.

Los laxantes para perros sirven para ayudar a la mascota a defecar cuando, por diversos motivos, deja de hacerlo con regularidad o comienza a sufrir problemas de estreñimiento. Este tipo de sustancias, ya sean fármacos regulados o productos naturales, deben ser utilizadas con precaución y bajo supervisión veterinaria.

Los medicamentos que sirven para ayudar al perro a evacuar pueden ser administrados de forma oral o rectal. En principio, una vía de administración u otra suele ser seleccionada según a qué nivel del tubo digestivo esté el atasco. En las siguientes líneas, se verán los distintos tipos de laxantes y cómo se usan.

El estreñimiento en perros

El estreñimiento en perros es un problema grave que hay que diferenciar de otros trastornos digestivos o irregularidades a la hora de ir al baño. Un perro estreñido es aquel que, a pesar de intentar defecar, no lo logra. El cuadro debe mantenerse durante unos días antes de empezar a ser preocupante.

Las causas del estreñimiento en perros pueden ser de distinta índole, desde problemas psicológicos —como el miedo o el estrés—, hasta graves desajustes físicos, como tumores en los intestinos u otros órganos anexos. También, una dieta pobre en fibra con un consumo de agua irregular puede causar dificultades para defecar. Entre los síntomas principales de este problema se encuentran: 

  • Abdomen duro.
  • Heces pequeñas, duras o secas.
  • Esfuerzo excesivo al defecar.
  • Falta de apetito (poco común).
  • Cambio en la postura (encorvado).
  • Vómitos.

Tratamiento del estreñimiento en perros

Cuando un tutor detecta que la mascota está estreñida, lo más indicado es visitar al veterinario para que lo valore. En muchos casos, si el problema no es demasiado severo, con un simple cambio de dieta y algo más de ejercicio es suficiente para eliminar las heces retenidas. 

No obstante, a veces la causa desencadenante del estreñimiento no se soluciona de una manera tan sencilla y puede llegar a requerir un apoyo extra. Aquí es donde entran en juego los laxantes y los enemas. Si a pesar de que se usen estas opciones el perro sigue sin defecar, es posible que el veterinario tenga que recurrir a una intervención quirúrgica de emergencia.

Tipos de laxantes para perros y dosis recomendables

Los laxantes son fármacos que eliminan los taponamientos de heces que se encuentran en algún punto del intestino. Estos medicamentos pueden actuar de 5 maneras diferentes:

  • Emolientes: el principio activo es una sustancia tensoactiva, cuyo mecanismo de acción se basa en eliminar la tensión superficial de las heces y permitir que estas se hidraten, para así pasar mejor por el tracto digestivo.
  • Lubricantes o ablandadores de masa: impiden que el colon absorba agua, lo que facilita que las heces se mantengan hidratadas y transiten con facilidad.
  • Hiperosmóticos: estimulan la secreción de líquido en el colon y facilita la movilidad de las heces. Esto conlleva una pérdida de agua constante, por lo que no se debe utilizar en animales deshidratados.
  • Estimulantes: como su nombre lo dice, estimula de manera directa al intestino para que realice el movimiento peristáltico. Además, reduce la absorción de líquidos, de modo que permite mantener más húmedas las heces.
  • Formadores de masa: otros laxantes tienen la capacidad de crear heces nuevas, muy hidratadas y de gran volumen que ayuden a eliminar el atasco.

Elegir un fármaco u otro dependerá de la decisión que tome el veterinario que haya seguido el caso. Esta elección se pondera con varios factores en mente, como el tamaño de la acumulación fecal o el tiempo que lleva el animal con estreñimiento.

En medicina veterinaria, se emplean 3 tipos de laxantes: lubricantes, osmóticos y estimulantes del peristaltismo—movimiento del intestino que promueve el tránsito de las heces—. A continuación, se muestran algunos ejemplos de cada uno de los tipos de laxantes para perros, así como la dosis recomendadas según el prospecto original del producto.

Existen muchos tipos de laxantes para perros.

1. Aceite de parafina

Es un tipo de laxante lubricante. Trabaja de forma que lubrica las paredes del intestino y ablanda las heces (emoliente) para facilitar su expulsión. La dosis recomendada de este producto es de 5 mililitros por cada 5 kilogramos de peso corporal del perro.

2. Lactulosa

Se trata de un laxante osmótico, disacárido (azúcar) y reductor de amoníaco. Suele usarse para reducir los niveles de amoníaco cuando hay problemas en el hígado en humanos. En las mascotas, se utiliza para ablandar las heces y tratar el estreñimiento. La dosis recomendada son 0,6 mililitros por kilogramo de peso corporal del perro.

3. Bisacodilo

Es una sustancia que actúa como estimulante de los movimientos peristálticos del intestino. Sin embargo, cuando el tratamiento se alarga demasiado en el tiempo, puede interferir con la función del colon. La dosis recomendada suele mantenerse entre 5 y 20 miligramos por día.

La combinación de laxantes con enemas en perros

Cuando el estreñimiento es más severo, pero se encuentra muy cerca del recto, puede que sea recomendable el uso de enemas. Un enema consiste en introducir líquido o algún fármaco por el ano del animal, con la intención de vaciar el recto y el colon. 

En el caso de los perros, el edema más usado es la parafina o soluciones jabonosas. Con el animal totalmente anestesiado e intubado —para impedir una neumonía por aspiración con su propia saliva— se introduce el edema por el ano. 

Si no es en el momento, a las pocas horas el animal defecará y expulsará todo lo que tenga retenido. Por otro lado, durante la aplicación del edema, el veterinario puede optar por una extracción manual de las heces si se encuentran cerca del ano.

En los casos de impactación fecal, donde las heces se han endurecido demasiado, no hay problema con combinar el uso de laxante y edemas. No obstante, antes de utilizar cualquier tipo de edema, el animal tiene que estar bien hidratado. Esto impedirá que la sustancia administrada se absorba por la pared del intestino.

5 laxantes naturales para perros

Cuando un perro comienza a realizar deposiciones más pequeñas, duras y en menor cantidad, puede que sea hora de probar con algún laxante natural para evitar el estreñimiento. Es importante recalcar que estos no sustituyen las recomendaciones del especialista, sino que son un apoyo adicional.

Al igual que sucede con cualquier otro tipo de medicación, se debe informar al veterinario la utilización de los laxantes naturales. De esta manera, se evitan complicaciones como la deshidratación. Algunos de los remedios naturales más conocidos por su poder laxante son:

1. Leche

La leche en cantidades considerables puede actuar como laxante, al contener lactosa. La lactosa es un tipo de azúcar que se degrada por la lactasa (enzima) a nivel del intestino delgado. Sin embargo, la mayoría de los canes adultos carecen de esta enzima. Así que cuando un perro toma demasiada leche, la lactosa se acumula y al final es expulsada en forma de diarrea. 

Aunque sea un producto natural, la leche puede suponer un peligro para el animal, debido al riesgo de deshidratación. Nunca uses este remedio sin consultarlo con un veterinario.

2. Aceite de oliva

El aceite de oliva y otros aceites vegetales, al ser compuestos lipídicos, tienen una digestión más tardía que comienza con la segregación del alimento en microgotas de lípidos. Estas ayudan a hidratar las paredes intestinales y empujar las heces.

3. Calabaza

La calabaza es un vegetal que parece tener efectos laxantes sobre los perros. En pequeñas cantidades —y siempre bien cocinada—, la calabaza es una ayuda para aquellos canes que tienden al estreñimiento.

4. Agua

Al final de la digestión —y durante la formación de las heces—, los desechos que llegan al intestino grueso vienen cargados de agua. En este punto del tubo digestivo, el agua se absorbe para que las heces se formen y sean expulsadas. 

Un perro que toma poca agua producirá heces más compactas y secas. Esto porque el intestino no puede permitir que el líquido se pierda. Por tanto, para facilitar que las heces se mantengan hidratadas y el cuerpo no tienda a absorber toda el agua, el perro debe beber más.

5. Ejercicio

Otro buen laxante natural es el ejercicio físico. Mantener activo el cuerpo ayuda al correcto movimiento peristáltico. Además, si el perro se ejercita y se acalora, tenderá a tomar más agua que, por su parte, ayudará a la correcta formación de las heces.

Evitar el estreñimiento en perros es sencillo.

Como siempre, el mejor tratamiento es la prevención. Hacer que el animal tenga una vida activa, una buena dieta y las horas de descanso necesaria es la clave para una correcta salud intestinal en la mascota. Recuerda, si detectas que tu perro no ha defecado en más de 24 horas, será necesario que lo lleves a revisión urgente con el veterinario.

Bibliografía

Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.

  • Binder, H. J. (1977). Pharmacology of laxatives. Annual review of pharmacology and toxicology, 17(1), 355-367.
  • Tzimtzimis, E., Papazoglou, L., Patsikas, M., Tsioli, V., Kouti, V., Konstantinidis, A., & Rallis, T. (2019). Colonic impaction in dogs: a retrospective study of 58 cases (1996 to 2014). Journal of Small Animal Practice, 60(7), 444-449.
  • Wald, A. (2003). Is chronic use of stimulant laxatives harmful to the colon?. Journal of clinical gastroenterology, 36(5), 386-389.
  • Ward, E. (2016). VCA Hospitals. Constipation in Dogs. Recuperado el 26 de febrero de 2023, disponible en: https://vcahospitals.com/know-your-pet/constipation-in-dogs
  • Washington, N., Harris, M., Mussellwhite, A., & Spiller, R. C. (1998). Moderation of lactulose-induced diarrhea by psyllium: effects on motility and fermentation. The American journal of clinical nutrition, 67(2), 317-321.
  • Richter, K. P., & Cleveland, M. V. (1989). Comparison of an orally administered gastrointestinal lavage solution with traditional enema administration as preparation for colonoscopy in dogs. Journal of the American Veterinary Medical Association, 195(12), 1727-1731.
  • Zentek, J., Marquart, B., & Pietrzak, T. (2002). Intestinal effects of mannanoligosaccharides, transgalactooligosaccharides, lactose and lactulose in dogs. The Journal of nutrition, 132(6), 1682S-1684S.
Scroll al inicio