La viuda negra es un arácnido famoso y temido por varias personas, pues su veneno es conocido por ser bastante peligroso para el ser humano. Recibe su nombre por su peculiar método de apareamiento, en el que el macho muere para servir como alimento para la hembra.
El término “viuda negra” en realidad hace alusión a varias especies de arañas que pertenecen al género Latrodectus. Aunque suele ser sencillo reconocer a una viuda negra entre otros tipos de arañas, es muy difícil distinguir entre las especies que conforman a este grupo. Sigue leyendo este espacio y descubre más sobre este peligroso artrópodo.
Hábitat y distribución de las viudas negras
Las viudas negras se pueden encontrar en casi cualquier parte del mundo, pero son más comunes en los hábitats cálidos y secos. Por esta razón, México, Estados Unidos, África, Asia, Australia y Europa suelen poseer la mayor diversidad de estos arácnidos. Además, adoran los espacios oscuros y agradables, lo que hace mucho más fácil que entren a las casas y ocurran accidentes con su picadura.
Características físicas de la especie
El cuerpo de la viuda negra sigue la misma división que el de otros arácnidos, pues presenta 8 extremidades locomotoras y dos regiones corporales. La primera se denomina prosoma y es la zona que contiene la cabeza y las patas. Tiene una forma ovalada y no resalta tanto a simple vista. Sin embargo, es la encargada de la producción de veneno y en donde se encuentran los colmillos de este organismo.
Finalmente, la segunda sección del cuerpo de la viuda negra se llama opistosoma. Es la más grande y en la parte inferior presenta los orificios por los cuales sale la seda típica de las arañas. También es reconocida porque en esta zona se observa el patrón de coloración típico o reloj de arena que se asocia con el grupo.
Contrario a lo que se piensa la viuda negra también puede lucir coloraciones cafés aparte del típico negro brillante. Asimismo, el patrón de manchas que se observa en su opistosoma varía en cada especie y ejemplar, de manera que no siempre se observa el “reloj de arena”. En algunas ocasiones solo se observan manchas rojas, anaranjadas o blancas sin una forma aparente.
El tamaño de su cuerpo oscila entre los 3 y 13 milímetros de longitud, pero si se incluyen el tamaño de sus patas podría llegar hasta los 25 o 40 milímetros. Eso sí, existe un claro dimorfismo sexual, pues las hembras siempre miden mucho más que los machos.
Comportamiento
Es normal creer que las viudas negras son artrópodos agresivos que muerden a la menor incitación, pero es todo lo contrario. Este grupo suele ser bastante tímido y prioriza huir ante cualquier signo de alerta. A excepción de cuando se encuentran en época reproductiva, ya que durante este período es más agresiva y ataca a sus enemigos para defender a sus crías.
El veneno peligroso
El veneno de las viudas negras está compuesto por la latrotoxina, una potente neurotoxina que ocasiona una secreción masiva de neurotransmisores. En consecuencia, la transmisión nerviosa se bloquea y produce parálisis muscular. Este efecto no es inmediato y evoluciona por un período de hasta 5 días.
El envenenamiento en humanos por el veneno de viudas negras también es denominado latrodectismo, el cual agrupa una serie de signos clínicos típicos de la intoxicación. Entre los síntomas más frecuentes durante la intoxicación se observan:
- Dolor intenso y punzante.
- Espasmos musculares.
- Aumento de la salivación.
- Lagrimeo.
- Escurrimiento nasal.
- Náuseas.
- Vómitos.
- Agitación.
- Taquicardia.
La letalidad de este veneno se encuentra entre el 0 y 6 %, pero depende mucho de una atención médica adecuada y de la zona en donde fue mordido el paciente. Aun así, el dolor inmediato es más que suficiente para temerle a las viudas negras.
Alimentación
La dieta de estas arañas se basa en una gran variedad de insectos como moscas, mosquitos, saltamontes, coleópteros y orugas. Para atraparlos suele construir una telaraña irregular a mediana altura o cerca del suelo, pero siempre en zonas oscuras o con poca iluminación.
Su método de cacería se basa en esperar a que algún despistado insecto caiga en su telaraña. Gracias a sus propiedades pegajosas la araña solo tiene que acercarse a su presa y envolverlo en su tela para evitar que logre escapar. Después les inyecta una mezcla de jugos digestivos para licuar todo su contenido interno y las deja reposar hasta que tenga hambre. Al final sorbe su contenido y deja los cuerpos de sus víctimas vacíos.
Reproducción
Las viudas negras son organismos ovíparos que llevan a cabo una fecundación interna. Para ello el macho enreda un paquete de esperma con su telaraña y la pone en una de sus patas. De manera posterior, busca a la hembra y espera el momento exacto para poder fecundarla.
Los machos son tan pequeños que la hembra los detecta como presas y es muy probable que se los coma. Por esta razón esperan de manera paciente a que se distraiga y ellos puedan correr hasta el abdomen de la futura madre para insertar el paquete de esperma. En el momento que lo logran es difícil que eviten ser capturados, por lo que se convierten en comida casi de inmediato.
Este comportamiento es bastante único y no ocurre en muchas especies. De hecho, es una estrategia adaptativa de las viudas negras, pues el macho se sacrifica para aportarle los nutrientes necesarios a la hembra. Con esto se asegura que sus crías nazcan y que tendrán a su disposición a su madre para cuidarlas.
Finalmente, alrededor de 20 días después la hembra comienza a poner sus huevos y los enreda en su telaraña para colocárselos como un “equipaje”. De esta forma se asegura que siempre estarán protegidos y evita que otros depredadores se los coman.
Curiosidades de la viuda negra
Debido a que el grupo de las viudas negras abarca varias especies diferentes es normal que existan muchas curiosidades en torno a estos arácnidos. A continuación, se listan algunas de ellas:
- No todos los machos se vuelven comida de las hembras, algunas veces logran escapar.
- Los machos de la especie Latrodectus geometricus tienen preferencia de aparearse con hembras de edad avanzada.
- La presencia de viudas negras en la naturaleza sirve para controlar especies de mosquitos que transmiten enfermedades.
- El veneno de estos arácnidos tiene un potencial uso como insecticida.
- Las toxinas que posee el grupo se calcula que es 15 veces más tóxico que el de una serpiente cascabel.
- Tienen varios bellos en la punta de las patas traseras que asemejan a un peine, con el cual pueden “tejer” mejor la seda para encerrar a sus presas.
Como te podrás dar cuenta, el grupo de las viudas negras es excepcional y tiene una historia de vida bastante curiosa. Claro está, es un riesgo potencial para la vida humana, pero mientras limpies y sacudas todos los rincones oscuros de tu hogar, no deberías tener que preocuparte.
Bibliografía
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