La infección por Campylobacter presente en perros

La infección por Campylobacter se suele curar como mucho a los 10 días de tratamiento, pero los niños y los ancianos son más delicados ante esta afección...

Infección por Campylobacter en perros

Son muchas las enfermedades que podemos contagiarnos de las mascotas, por lo que debemos informarnos muy bien sobre ellas. En el siguiente artículo te informamos sobre la infección por Campylobacter que está presente en perros y puede causarnos diarrea, entre otras consecuencias.

Qué saber sobre la infección por Campylobacter

Una de las principales causas de la diarrea es la infección por Campylobacter, que está dentro de las intoxicaciones alimentarias más frecuentes. Puede afectar a millones de personas cada año, sobre todo bebés, adolescentes y adultos jóvenes que viven en condiciones precarias de higiene y limpieza.

El género Campylobacter está compuesto por varias bacterias (como Jejuni, Coli y Fetus) y es común en animales de granja o mascotas. Dichos microorganismos, que son alargados, requieren bajos niveles de oxígeno para sobrevivir y no se mueven por sí solos, se alojan en los intestinos y luego son eliminados a través de las heces.

El contagio se produce por la ingesta de agua o alimentos contaminados con estas bacterias. Otra forma de infectarse es estar en contacto con restos fecales de una persona enferma, como una madre cuando higieniza a su bebé.

Infección por Campylobacter: síntomas

¿Cuáles son los síntomas de una infección por Campylobacter?

Los principales síntomas de una infección por Campylobacter comienzan a partir de los dos días después de que la bacteria ingrese en el organismo. Podemos diferenciar en dos grandes grupos a las enfermedades causadas por ella:

1. Enfermedades entéricas

Están provocadas por dos bacterias Campylobacter: Coli y Jejuni. Se curan a los 10 días aproximadamente. El síntoma más conocido de esta infección es la diarrea. También ocasiona inflamación en el intestino, fiebre, dolor abdominal, dolor de cabeza, náuseas, vómitos y malestar general.

2. Enfermedades extraintestinales

Están causadas principalmente por Campylobacter fetus y son menos frecuentes, aunque más graves. Puede afectar al corazón y los vasos sanguíneos, y provocar endocarditis y pericarditis. También las enfermedades extraintestinales ocasionan un trastorno neurológico conocido como Síndrome de Guillain Barré, infecciones urinarias, pancreatitis y artritis.

Diagnóstico, tratamiento y prevención de la infección por Campylobacter

Cuando se identifican algunos de los síntomas indicados anteriormente, y tenemos conciencia del contacto con un perro o un animal de granja –y más concretamente de sus heces–, debemos acudir rápidamente al médico.

Algunos profesionales indican un análisis de sangre para determinar si hay alteraciones en el conteo de glóbulos blancos o en el pH sanguíneo. También se puede realizar un examen microscópico de las heces o un hemocultivo (de la sangre).

Infección por Campylobacter: tratamiento

Una vez que se ha diagnosticado la infección por Campylobacter, el siguiente paso es cumplir con el tratamiento adecuado. Como la diarrea ocasiona deshidratación, es fundamental beber agua y bebidas isotónicas que devuelvan al organismo el líquido y los electrolitos perdidos.

No se aconseja seguir una dieta sólida durante los primeros cuatro días. A partir de ese momento, es recomendable ingerir alimentos astringentes –patata, pan tostado, arroz, pollo o pescado a la plancha– en pocas cantidades.

En casos muy avanzados se puede indicar un tratamiento con antibióticos o antimicrobianos como la azitromicina y la eritromicina.

El pronóstico de infección por Campylobacter es bueno en la mayoría de los pacientes, quienes se recuperan a los 10 días como máximo. Hay que tener en cuenta que los niños menores de dos años, los ancianos y los inmunodeprimidos son los grupos de riesgo ante este tipo de bacterias.

¿Se puede prevenir una infección de estas características teniendo mascotas en casa? Por supuesto que sí. La higiene es fundamental, por lo que se recomienda lavarse bien las manos después de jugar con el perro o de limpiar las heces.

También es necesario desinfectar aquellos objetos que puedan estar contaminados por heces infectadas de nuestras mascotas, lavar bien los alimentos que ingerimos, no beber agua de ríos o arroyos si estamos de vacaciones y evitar el consumo de lácteos no pasteurizados.

Bibliografía

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