Esta enorme isla entre el océano Glacial Ártico y el océano Atlántico está cubierta casi en su tercera parte de hielo. El resto lo conforman el litoral y la tundra, pero esto no ha impedido a los animales a vivir en dichas condiciones. En este artículo te contamos cómo está formada la fauna de Groenlandia.
¿Cómo es la fauna de Groenlandia?
Es un poco difícil pensar cómo lo hacen los animales para sobrevivir en condiciones tan duras como puede ser el hielo, el frío y la escasez de comida. Sin embargo, la naturaleza es más que sabia y les ha dotado de todo lo que necesitan para sobrevivir. La fauna de Groenlandia no es muy extensa, y está caracterizada por estas especies:
1. Buey almizclero
Este enorme mamífero emparentado con las cabras y las ovejas tiene dos características que lo distinguen entre los demás: sus cuernos –presentes en ambos sexos– en forma curvada a los laterales de la cabeza y su cuerpo con pelo largo que lo cubre por completo (a excepción de las patas).
El buey almizclero –foto que abre este artículo– puede pesar unos 400 kilos, es robusto, con patas cortas y pequeña cola. Vive en manadas de hasta 100 individuos, se reproduce en agosto y cuida con gran agresividad a las crías.
2. Oso polar
El gran habitante del Ártico es otro de los más conocidos de la isla, aunque su población esté disminuyendo a causa del calentamiento global y la falta de focas, su principal alimento.
El oso polar es uno de los carnívoros terrestres más grandes del mundo –junto al oso Kodiak– y se trata del único superpredador polar.
Tiene patas más desarrolladas que los demás de su familia de úrsidos para poder caminar entre los bloques de hielo y nadar largas distancias. Debajo de su pelaje blanco presenta piel negra para atraer la radiación y retener el calor.
3. Morsa
Es otro de los animales incluidos en la fauna de Groenlandia. Se trata de un mamífero pinnípedo de tamaño grande –unos tres metros de longitud y 1 300 kilos– que se lo puede ver en los mares árticos. Su piel es muy gruesa (alrededor de tres centímetros de espesor) y ambos sexos presentan colmillos de más de un metro de largo.
Las extremidades de las morsas son aletas, las cuales están provistas de piel rugosa, que les permite moverse en la tierra o entre las rocas. Para alimentarse, se sumergen casi 100 metros y pueden permanecer sin respirar alrededor de media hora. También se aparean en el agua, pero dan a luz sobre bloques de hielo o rocas.
4. Zorro polar
Este pequeño cánido que habita en la tundra y en las laderas de Eurasia y Norteamérica ha ‘ingresado’ a Groenlandia caminando sobre el hielo hace cientos de años. Con orejas pequeñas, y un cuerpo que mide unos 55 centímetros, el zorro polar es un habitante de las zonas más frías del planeta.
El pelaje grueso le permite sobrevivir a las bajas temperaturas y su color blanco –que cambia de color y grosor en verano– le permite camuflarse entre la nieve. Es un animal que no hiberna ni migra cuando hace frío, al igual que el oso polar. Se alimenta de pequeños mamíferos, aves, huevos y crías de foca.
5. Foca barbuda
Es otro de los pinnípedos que forman parte de la fauna de Groenlandia y de las proximidades del océano Ártico. Sin pabellón auditivo y aletas dirigidas ‘hacia atrás’, la principal característica que la distingue de otras focas es la ‘barba y bigote’, que le crece considerablemente.
La foca barbuda mide menos de tres metros y puede pesar más de 300 kilos; no hay mucha diferencia entre los sexos en cuanto a dimensiones. Se alimenta de almejas, peces y calamares, a quienes detecta gracias a sus largos bigotes a 300 metros de profundidad.