Insecto hoja (Phyllium philippinicum): cuidados y cría en cautiverio

El nombre de insecto hoja engloba muchas especies del orden de los fásmidos, un grupo de insectos conocidos por su increíble cripsis o mimetismo hacia las hojas del medio donde viven. Por el aspecto tan diferente que tienen a otros invertebrados, estos animales son muy populares como mascotas.

Aunque existen muchas especies de fásmidos, una de las más interesantes de cuidar en cautividad —e incluso hacer que críe— es Phyllium philippinicum. A continuación, se expone toda la información necesaria para mantener a este insecto en casa.

Consideraciones previas

El insecto hoja (Phyllium philippinicum) proviene de Filipinas. Allí habita en bosques tropicales, donde se mimetiza perfectamente con el medio. Siempre se encuentran a los ejemplares en un clima amable, con temperaturas cálidas, alta humedad y numerosas lluvias. 

Durante el día, estos fásmidos son animales muy pasivos, pero pueden moverse lentamente mientras se tambalean como si fueran una hoja más del árbol. Cuando cae la noche es cuando este animal se vuelve realmente activo, ya que buscará comida y se moverá por el terrario. 

Hay que tener en cuenta que los machos, cuando llegan a la edad adulta, son capaces de volar y lo harán si se sienten amenazados. Las hembras, sin embargo, no vuelan —a pesar de presentar estructuras alares—.

No es una especie amenazada ni protegida por ninguna legislación internacional y está expuesta a ser extraída de su medio natural. Por esta razón, es mejor asegurarse de que el animal adquirido proviene de la cría en cautividad, para así evitar dañar a la naturaleza.

Cuidados en cautiverio del insecto hoja

Como dijimos, el insecto hoja es una mascota muy agradecida, fácil de mantener y cuidar, que tampoco es agresiva o peligrosa. Tener este insecto en casa es una buena opción para aquellos amantes de los artrópodos.

El terrario

El dimorfismo sexual dentro de la especie es notable. Los machos apenas llegan a los 6 centímetros de longitud y son delgados. En cambio, las hembras son robustas y miden más de 7 centímetros, con un abdomen mucho más abombado y rollizo.

Como ocurre con todos los fásmidos, existe una regla general para seleccionar el tamaño del terrario. Este siempre debe ser 3 veces en altura la longitud de la hembra y 2 veces de ancho. Entonces, para mantener una hembra adulta, el tamaño mínimo del terrario sería de 18 centímetros de alto y 12 de ancho.

No obstante, es mejor adquirir un tanque con unas dimensiones de 30x30x30 centímetros —altura x ancho x largo—. Por otro lado, si se quiere alojar más de un ejemplar, la anchura mínima sería de 60 centímetros.

Una vez decidido el tamaño, hay que colocar el sustrato y la decoración, algo imprescindible para estos animales, que son principalmente arborícolas. El sustrato tiene poca importancia, porque los animales apenas lo usan. Cualquier tipo de tierra que mantenga algo de humedad bastará. Por ejemplo, puede colocarse tierra para macetas o fibra de coco.

Los más importante para el insecto hoja son las ramas. En ellas, los ejemplares harán todas sus rutinas como descansar, comer, reproducirse y, por supuesto, realizar la muda. Colocar ramas de distintos tamaños enriquecerá la vida de la mascota, así como cambiar la disposición de las mismas de vez en cuando.

Condiciones ambientales

Se deben intentar imitar en la medida de los posible las condiciones ambientales naturales de su lugar de origen. La temperatura debe rondar los 25 o 30 ºC y la humedad debe ser alta, entorno al 70 %, más alta aún si se tienen animales no adultos, como las ninfas.

Al crear un ambiente tan húmedo y cálido, es fácil que proliferen los hongos. Para evitar esto, se deben colocar varias rejillas de ventilación que aireen continuamente el interior del terrario.

Alimentación del insecto hoja

Como todos los fásmidos, el insecto hoja es un animal herbívoro que se alimenta exclusivamente de hojas. La dieta es muy similar a las de otras especies de este taxón. Sus hojas preferidas son las de moreras, las de rosas y las de roble.

Pueden rociarse las hojas antes de ser ofrecidas, para así aportar una hidratación extra. Las gotitas de agua que se queden en las hojas no pueden ser muy grandes si se tienen ninfas, pues podrían ahogarse. Por último, es muy importante no juntar en el mismo terrario un insecto hoja y un insecto palo, pues el segundo se comerá al primero si la comida escasea.

Cría en cautiverio del insecto hoja

La cría en cautividad del insecto hoja es muy sencilla, solo se necesita un animal de cada género. Además, machos y hembras se distinguen perfectamente, pues ellas son mucho más grandes y robustas.

Cuando un macho y una hembra lleguen a la edad adulta y se encuentren preparados, copularán sin más. Al poco tiempo, la hembra dejará caer los huevos al suelo. Estos tienen una forma cónica con unas especies de pelos. Se cree que estos pelos sirven para engancharse al pelaje de los animales que pasen cerca, para así dispersarse más lejos.

Los huevos pueden ser recogidos y almacenados en un tarrito dentro del propio terrario. Eso sí, hay que asegurarse de que la temperatura se mantenga siempre a 26 ºC y de que no aparezca moho. De lo contrario, los huevos morirán.

A los 4 o 5 meses eclosionan y nacen pequeñas ninfas de insecto hoja. Los adultos no se las comen y pueden mantenerse en el mismo terrario. Sin embargo, necesitan mucho espacio por individuo para realizar la muda.

Mantener y cuidar en cautividad a un insecto hoja no tiene mayor complicación, siempre y cuando se cubran las pocas necesidades que tienen.