Las infecciones por hongos en perros y gatos son un problema de salud cuya importancia está en crecimiento por varias razones. En primer lugar, son infecciones imposibles de erradicar, ya que viven en el propio ambiente.
Por otra parte, están igualmente presentes en el ser humano, pero solo suele desarrollarse en individuos con un sistema inmune en crecimiento o deteriorado, por lo que hablamos de enfermedades oportunistas. Además, se pueden contagiar entre mascotas y humanos. Por lo tanto, también son enfermedades zoonóticas.
Estos patógenos no solo afectan a la piel, sino que pueden afectar a otros órganos, como los del sistema respiratorio. Debido a ello, diagnosticar, tratar y prevenir los hongos es una ardua tarea. Conoce más sobre estas infecciones en el siguiente espacio.
¿Por qué aparecen los hongos?
Los hongos son microorganismos que viven de manera natural en el suelo y en la piel de diversos seres vivos. Estos patógenos suelen diseminarse por medio de pequeñas esporas, las cuales se mantienen en el ambiente hasta encontrar un lugar propicio para crecer.
A pesar de que muchas esporas se encuentran suspendidas en el aire, la mayoría de los perros o gatos dejan crecer a los hongos porque su sistema inmune los repele con facilidad. No obstante, cuando alguno de estos animales tiene algún problema de inmunosupresión, estos microorganismos aprovechan para desarrollarse y causan estragos.
Es más, en algunos casos los hongos ya se encuentran instalados en la piel de la mascota, pero el sistema inmune los mantiene reducidos o confinados. En el momento que se debilita la actividad inmunitaria, crecen de manera incesante e invaden los tejidos que antes no podían alcanzar.
¿Cómo saber si mi mascota está infectada de un hongo?
Los hongos suelen invadir con mayor facilidad la piel, pues es la zona más expuesta del cuerpo de la mascota. Por esta razón, algunas de las principales señales de su presencia son:
- Aparición de zonas con alopecia (pérdida de pelo).
- Descamación.
- Enrojecimiento de la piel.
- Escozor.
- Sangrado (por rascado continuo).
- Propagación en forma circular (la zona afectada se agranda en forma de círculo).
- Humedad.
Las señales anteriores solo aparecen si la infección se lleva a cabo en la piel. Sin embargo, en algunos casos estos patógenos pueden invadir el cuerpo y afectar otros órganos. Esto significa que la sintomatología podría cambiar por completo según el tipo de infección que afecte a la mascota.
Tipos de infecciones por hongos en perros y gatos
Las infecciones por hongos en perros y gatos no solo afectan a la dermis o tejido epidérmico. Pueden presentarse en otras partes del cuerpo según la especie fúngica con la que tratemos. En muchos de los casos, la curación plena sin posteriores recaídas es difícil.
1. Dermatofitosis
La dermatofitosis puede darse tanto en perros como en gatos. El hongo responsable en ambos casos es Microsporum canis. Este hongo es el causante de las infecciones fúngicas en más del 90 % de los casos en perros y gatos. Además, es el agente que más infecta al ser humano.
2. Criptococosis
La criptococosis es una enfermedad producida por los hongos Cryptococcus neoformans y Cryptococcus gattii. Es más frecuente e importante en gatos que en perros, ya que suele ir ligada al virus de la inmunodeficiencia felina. Este hongo afecta a los ojos, el aparato respiratorio, ganglios linfáticos, piel, tejido subcutáneo y al sistema nervioso central.
3. Rinitis micótica
La rinitis micótica –exclusiva en perros– es causada por hongos del género Conidiobolus. El único síntoma es la descarga intermitente de contenido a través de las fosas nasales. Esto puede ser confundido con un tumor, por lo que es necesario un diagnóstico diferencial.
Si no se diagnostica a tiempo, este hongo puede terminar destruyendo los cornetes nasales y penetrar en los senos. Esto provocaría la muerte del perro por invasión de diferentes órganos, principalmente el sistema nervioso central.
4. Micosis sistémica
Causada por hongos del género Aspergillus, esta enfermedad común en perros está aún en estudio. Todavía se desconoce la entrada del hongo en el cuerpo, pero se cree que puede ser a través de alguna herida.
Suele ser una enfermedad crónica, cuyos síntomas no aparecen hasta tres años después del contagio. Puede infectar cualquier órgano del cuerpo, e incluso los huesos.
5. Otitis por levaduras
La otitis por levaduras en perros es curable en el 90 % de los casos. Para el 10 % restante, la enfermedad se vuelve crónica. Esta otitis es causada por levaduras del género Malassezi. Suele tratarse con un conjunto de fármacos antiinflamatorios, antifúngicos y antimicrobianos.
Hongos en perros y gatos, ¿cómo diagnosticarlos?
Si sospechas que tu mascota podría tener una infección por hongos, deberías visitar un veterinario con la mayor brevedad posible. Las infecciones por hongos suelen ser muy molestas y, en ocasiones, muy peligrosas para la vida de tu perro o gato.
Existen varias formas de diagnosticar una infección por hongos en perros y gatos. Será el veterinario el que determine cuál es la más acertada para su paciente.
1. Lámpara de Wood
Este aparato utiliza luz ultravioleta para visualizar hongos que se encuentran sobre la piel de nuestras mascotas. Para usar la lámpara de Wood correctamente, hay que dejarla encendida durante 5 o 10 minutos, de manera que se estabilice la longitud de onda de la luz. A continuación, se exponen a la luz las lesiones de la piel del animal que sospechamos que pudieran ser infecciones por hongos durante otros cinco minutos.
2. Examen directo
Se pueden tomar muestras de piel y pelo por raspado, o muestras del interior del oído mediante un bastoncillo y se miran directamente al microscopio tras una tinción. Con esto, se pueden identificar las esporas, lo cual confirmaría la infección.
3. Cultivo
Se toman muestras de los distintos tejidos y fluidos, los cuales se sospecha que podrían estar infectados. Después, se colocan en distintos medios de cultivo y se espera a ver si se desarrolla o no algún hongo. A continuación, si el hongo no es identificable visualmente, se puede realizar una PCR para determinar la especie.
¿Cómo se transmiten los hongos?
Como dijimos, muchas de estas infecciones por hongos pueden ser transmitidas al ser humano, incluso de animales que no presentan síntomas clínicos. Por ello, es muy importante llevar a nuestras mascotas al veterinario con regularidad.
Los agentes infecciosos pueden transmitirse a través de varios mecanismos como son:
- Contacto directo con el animal enfermo sin la correspondiente profilaxis.
- Ingestión directa del patógeno.
- Inhalación, muy común en los hongos de las aves que suelen provenir del tracto digestivo y desarrollarse sobre las heces. Es difícil el contagio a menos que no mantengamos la jaula correctamente limpia.
- Vectores intermediarios.
- Mordeduras.
Tratamiento de la infección
Una vez que el veterinario identifique al microorganismo y el grado de daño que ha provocado en la mascota, recetará un fármaco antifúngico oral o tópico según se requiera. Este tratamiento tardará un tiempo en surtir efecto y no se deberá suspender a menos que el profesional lo indique. De lo contrario, el paciente podría recaer y agravar su condición.
Además, en el caso de las infecciones cutáneas es posible que el profesional recomiende la limpieza de la zona afectada. Para ello, se pueden utilizar distintos fármacos desinfectantes o antifúngicos. El veterinario a cargo recomendará la mejor opción y las indicaciones de aplicación.
La higiene es esencial
Aparte del tratamiento farmacológico, las mascotas con infecciones de hongos necesitan ser aisladas de otros animales, pues podrían transmitirles el patógeno. Asimismo, debe tenerse mucho cuidado con la higiene del hogar y procurar desinfectar cada 3 días para evitar la propagación.
Las esporas que producen los hongos se pueden quedar durante mucho tiempo en los objetos de uso cotidiano. Esto significa que se crean varios focos de infección (o reinfección) que pueden afectar a las mascotas, por lo que es necesario limpiarlos de manera constante.
Las infecciones por hongos en perros y gatos no suelen ser un problema grave de resolver, pero el proceso es tardado y sus cuidados pueden requerir mucho tiempo. Por ello, la mejor opción es la prevención. Siempre que nutras bien a tu mascota, atiendas sus enfermedades lo más pronto posible y le ofrezcas una excelente calidad de vida, no tendrás que preocuparte por estos patógenos.
Bibliografía
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